domingo, 22 de febrero de 2009

Prologo - Capitulo I

Prologo

El hermoso resplandor de un perfecto día de sol, el verdor del escaso pasto de un parque entre los grises edificios de la ciudad, figurándose como un oasis natural entre el desierto de cemento. Es temprano, muy temprano para que circule demasiada gente por este trozo de fantasía, que para todos no es mas que un leve cambio de panorama entre su camino, pero para nosotros no, para nosotros un par de chicos que se había levantado temprano a disfrutar de este paraíso, corriendo alegres entre los escasos árboles, imaginando que es un bosque mágico, felices, para nosotros era un pedazo de sueño…
…recuerdos



Capitulo I “Solos en el camino”

-¿entonces lo harás?- indago una conocida voz femenina
-¿que cosa?- pregunto Elliot sin quitar la vista de la autopista, estaba algo nublado esa noche y no quería ser sorprendido por ninguna curva repentina.
-sabes bien a que me refiero, ¿lo harás?- insistió la vocecita
- es complicado Gwen, lo sabes- no podía creer que se encontraba enfrascado nuevamente en la misma conversación.
-No, no lo se, no se nada- le recordó ella a modo de queja

Hacían ya más de seis meses que salía formalmente con esa mujer y en todo ese tiempo no le había presentado, ni hablado de nadie, absolutamente nadie, amigos, hermanos, padres, primos, conocidos, ex, o cualquier otra persona en su vida, nadie. Era lógico que sintiera curiosidad. No, curiosidad sentía cuando lo conoció, ahora estaba seriamente preocupada, si el desaparecía, como tenia la costumbre de hacer de vez en cuándo, no tenia ninguna forma de encontrarlo, es cierto, vivía con el, pero eso no le asegurada nada, y él totalmente conciente de esta situación no le hablaba al respecto..

-hablemos de esto luego dulzura ¿si?- le dijo mientras introducía el auto en un punto de carga de combustible, ella lo miro escéptica había escuchado esa frase demasiadas veces en el ultimo tiempo, pero antes de que tuviera tiempo de objetar él se había bajado del vehiculo.

¿Algún día dejaras de ser tan misterioso Elliot?- se pregunto mientras observaba como su novio pedía indicaciones tras haber pagado el combustible.

-ya estamos cerca amor, según ese sujeto estaremos en Nueva Jersey en menos de una hora, nos hospedaremos en un hotel para dormir un poco y mañana por la tarde ya podremos ver la playa, ¿te parece?- Le pregunto mientras se inclinaba para besar su mejilla.
Solo recibió una leve sonrisa por respuesta, pero esto le pareció suficiente, subió al vehiculo y continuo el camino. Durante el transcurso no volvió a decir palabra, Gwen tampoco lo hizo, no estaba de humor para seguir intentando descubrir lo que tanto le ocultaba, al menos no hoy, por ahora solo quería mirarle, mirar su cabello desordenado, sus ojos caoba que se veían tan oscuros en la noche, ciertamente le amaba como nunca había amado a nadie, En ese instante al darse cuenta de los ojos fijos en su persona él se voltio con una mirada curiosa, a la que ella respondió bajando levemente la vista, sonriéndose y negando con la cabeza, -yo también tengo mis secretos señor misterioso- pensó

***
A la mañana siguiente salieron muy temprano, aun les quedaba bastante camino por delante y Elliot no quería desperdiciar ni un minuto, lo cierto es que odiaba el viaje en carretera pero quería cumplir su promesa lo antes posible.

Aquel dia, hace ya casi 3 semanas, Gwen había encontrado uno de sus antiguos álbumes de fotos, de aquella época en que era mas que todo aficionado al paisajismo, ahora no se veían fotos como esas, en Philadelphia era muy difícil ver ese tipo de panoramas, y Gwen había quedado tan maravillada

-¿y estas? ¿también son tuyas?- había preguntado
-¿cuales?- exclame mientras me dirigía hacia ella
- estas- respondió mientras levantaba el álbum
-Si, son mías, son de mis años salvajes- por la expresión que me puso era evidente que no sabia a que me refería, tampoco iba a explicárselo, no en ese momento- no hay nada como tomar fotos con la brisa del mar- me apresure a decir antes de que se le ocurriera preguntar algo
-la brisa del mar- repitió
-Si, algunos dicen que no es lo mas adecuado para los químicos del revelado pero a mi me gusta
- ¿como es la brisa del mar Elliot?- Exclamo como si no hubiera escuchado nada de lo que dije después de esas palabras
-¿como es?- ciertamente la pregunta me pillo desprevenido- bueno, es como salada y húmeda, tu sabes como brisa de mar- en ese momento, me di cuenta de lo evidente- no conoces el mar ¿verdad?
- claro que si, lo e visto muchas veces en fotos
-pero nunca lo has visto en vivo- no era una pregunta
-no- exclamo tímida mientras se sonrojaba levemente, me gusta mucho ese gesto, suele ser una persona tan segura la mayoría del tiempo que es muy difícil verla avergonzarse, y el hecho me enterneció de un modo incomprensible
-yo te llevare- le dije resuelto
-¿Lo harás?- pregunto con alegría infantil
-Ya esta decidido, déjame arreglar algunas cosas y nos vamos, conozco un bello lugar en Nueva Jersey
-Pero Elliot…-había recobrado su conocido sentido común pero mi mirada de “no aceptare replicas” le impidió, continuar la frase
-Te llevare a la playa, es una promesa y no se habla mas del tema- entonces me retire de la habitación decidido a…

-Cielo- lo llamo el débil sonido de una vocecita- ¡Elliot!-exclamo nuevamente devolviéndolo del todo al presente y la realidad
-¿ha?- pregunto distraído mientras tomaba conciencia de donde se encontraba
-es increíble que no choquemos, estas totalmente ido- Se quejo Gwen
-Lo siento amor, creo que me perdí en mis pensamientos- dijo él a modo de disculpa
-ya lo imagino-sonaba mas calmada- y ¿que pensabas?- ahora su voz tenia un tono curioso, levemente suspicaz
-pues… en el camino, en adonde vamos a llegar, en los lugares que te quiero mostrar y esas cosas- mintió, estaba tan habituado a ocultar lo que pensaba que lo hizo sin tener motivo para ello.
-mientes- dijo calmada sin quitarle la vista de encima, Elliot se sorprendió ¿Cómo lo sabia? quizás solo fue suerte, pensó
-haces un gesto siempre que mientes, deberías dejar de hacerlo-afirmo ella sin darle gran importancia, no quería presionarlo, cada vez que lo hacia él se alejaba, conocía demasiado bien la maniobra.
-¿en serio? y ¿Cuál es?- ahora estaba realmente sorprendido, nunca nadie le había mencionado algo parecido, pero esto era de suponerse considerando que hace demasiado tiempo que no permanecía tanto tiempo con una persona como había hecho con Gwen
-Si te lo digo, lo evitaras, y no podré darme cuenta cuando de verdad empieces a confiar en mi - esta respuesta le dejo atónito, no solo por su lógica, si no porque no noto ninguna segunda intención ella, se le antojo tan veras, que por poco se avergonzó de todas las veces que le había mentido, pero no podía exponerse, no aun, era muy pronto para confiar.

-¡Ahí esta!- grito Gwen de repente mientras señalaba hacia delante-mira, mira, ahí esta
-lo veo, lo veo- no pudo evitar sonreírse ante aquel arrebato, resultaba difícil creer que aquella era la misma mujer con la que hablaba hace solo unos segundos.
-Míralo, es tan grande- estaba maravillada, como muy pocas personas de su edad serian capaces de maravillarse. Elliot presiono el acelerador, impulsado por la emoción de su compañera, con un poco de suerte podrían estar en la playa antes de que anocheciera completamente.

-¿podemos bajar a la arena amor?-pregunto cuando estuvieron lo bastante cerca
-Por supuesto, no te e traído solo para que lo mires, Gwen corrió antes de que Elliot terminara de estacionar el auto, llego hasta tocar el agua con sus pies y regreso rápidamente, para abalanzarse a los brazos de su amado quien ya se encontraba de pie a pocos metros del vehiculo
-gracias-fue lo único que dijo antes de besarlo- eres maravilloso – susurro interrumpiendo el beso por segundos. Él la rodeo con sus fuetes brazos y la levanto como si fuera una pluma, aunque fueron solo unos centímetros para quedar a la altura de sus ojos
-de nada hermosa-dijo el antes de bajarla, juntos caminaron por el borde de la playa.
-es una lastima que no hallas podido verla antes de que oscureciera- se lamento
-¿Por qué? No creo que la playa pueda ser mas impresionante de cómo es ahora- respondió ella, Elliot miro el agua, estaba ilumina por el resplandor de la Luna llena que brillaba en un cielo despejado, sintió la brisa fría, la suave arena que se deslizaba bajo sus pies
-tal vez tengas razón- afirmo finalmente
-claro que la tengo, Además lo que la hace tan especial es que estoy contigo- Elliot se sonrió ante sus palabras, aun le resultaba extraño como Gwen era capaz de demostrarle su interés por él con tanta calma, como si fuera lo mas natural del mundo, quizás había tenido demasiadas relaciones tortuosas, intento recordar sus relaciones anteriores, cada una un intento desesperado por un poco de compañía y compresión, la mayoría de ellas, eran unas perras, pero el las recordaba con alegría, la verdad, casi ninguna lo había herido, todas estaban demasiado lejos.

Una melodía conocida llenaba el ambiente, tardo un par de segundos en comprender que era su móvil el que sonaba, contesto enseguida.

-¿si, que quieres?- pregunto mientras se alejaba de Gwen, que lo miraba con sorpresa, no era común que lo llamaran al móvil, no a menos que sea para un trabajo o un premio, y nadie llamaría para ese tipo de cosas a estas horas.
-ok, entiendo, te llamare luego
-¿Quién era? –pregunto Curiosa
-Nadie- respondió él de forma cortante, ella lo miro suplicante de mas información, pero lo conocía lo bastante bien como para saber que no debía insistir, lo dejo pasar y continuaron la caminata.

La noche paso sin pena ni gloria, demasiado cansados para mantenerse mucho tiempo presas de los deseos carnales, se durmieron entre lazados. La mañana llego pronto, la luz se calaba suavemente por el enorme ventanal de la habitación y la fresca brisa marina despertó a Gwen, quien se voltio en busca de los calidos brazos de su amado, sin hallarlos. Esto la despertó del todo, recorrió la habitación con la mirada en su busca, pero él no estaba, ni su ropa, ni su mochila, nada.

domingo, 15 de febrero de 2009

Por la noche

Luces eternas que iluminan la noche atrayendo mis ojos hacia aquellas líneas que apenas distingo…

…Curiosa, obsesa, como si esas vanas palabras que se suceden pudieran presentarme el significado de la vida y yo incapaz…

…no logro comprenderlas.

Parece un sueño, donde todo lo conocido desciende por un torbellino de confusión, estancándose en lo mas profundo de la tierra.

Allí en el lugar mas oculto donde no queda nada,
nada salvo los pedazos destrozados de mi frágil corazón,
ocultos para que nadie pueda ver su estado,
en ese lugar en que mi mente trato de protegerlos de ti…

pero ellos escaparon y están aquí moviendo mi cuerpo, cual titiritero a su marioneta, controlando cada paso, abalanzándose entre la oscuridad

con la única esperanza de encontrar tus brazos que me quitaran esta hiel que congela mi alma.

leo, una y otra vez, recorro las líneas con la ilusión de darle sentido a mi incomprensión.

Y el entendimiento recorre mi pecho y se clava bajo mi garganta impidiéndome respirar…

….te odio, maldito, grito en mi mente porque mis labios no pueden hablar,

Pero no puedo odiarte, aunque lo deseo con toda mi alma, aunque mi instinto de sobrevivencia me lo grite en mi cabeza con una voz cada vez mas apagada

Arrojo el escrito, lo aparto, sus palabras queman mi alma a través de mis ojos

como si la lejanía recobrara lo perdido…

Como si cada trozo pudiera reparase y unirse, formando a la persona que alguna vez creí haber sido

Nada importa

Todo esta perdido, enterrado en el cementerio de los de los deseos prohibidos

Es real, y nada de lo que diga, nada de lo que haga, lo va a recuperar

Las sangrantes heridas de mi cuerpo inerte lo entendieron antes que mi razón

…no volverás.


martes, 10 de febrero de 2009

Poeta o Narrador?

Buenos días mis apreciados lectores, hoy vengo frente a las teclas de mi PC con el propósito de plantearles una disyuntiva, una cosa curiosa que a rondado por mi mente y que puede que mas de alguno de vosotros también se lo halla planteado. Puesto que a nosotros como seudo escritores o como aspirantes a serlo debes en cuando nos da por reflexionar al respecto.
Ya basta de tanta introducción, no hay porque abusar de la palabrería y el hecho es simple, como lo presenta el titulo ¿es mejor ser poeta o narrador?, si ya se lo que me vais a decir, son aspectos diferentes de escrituras, no hay necesidad de que uno sea mejor que otro, A pesar de esto no puedo evitar preguntármelo, y para intentar responderlo, permítanme hacer una burda descripción para una posterior comparación.

Poesía
(Del lat. poēsis, y este del gr. ποίησις). f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. (apoyo RAE)
Sabemos que la poesía se basa en la expresión de sentimientos, por tanto el poeta tiene que estar familiarizado con sus emociones para lograr en el lector una cierta empatia. Esa es supuestamente la parte simple (digo supuestamente por que no a todos se les da tan bien, yo por ejemplo no son muy agraciada al respecto), además de esto la poesía goza de ciertas complicaciones, calcificaciones, como poesía épica, lírica y dramática, y ciertos formatos que un buen poeta debe conocer para poder aplicarlos, (aunque la mayoría suela pasarlos por alto relegándose al verso libre, que también es parte de la poesía).

Narración
(Del lat. narratĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de narrar. Considerando narrar (Del lat. narrāre). Como tr. Contar, referir lo sucedido, o un hecho o una historia ficticios. (apoyo RAE)
La narración por otro lado, es la capacidad de contar, pero no solo contar, sino que introducir al lector en su relato, incluirlo como parte de él, permite un desarrollo de personajes profundo y perfilado, además de una trama de distintas temáticas también con un desarrollo mas acabado y a la igual que la poesía posee ciertos formatos y clasificaciones como tipos de narrador. A que tener en cuenta que la narrativa al conectarse a cabalidad todas sus características permite la creación de híbridos, en un mismo relato, esto también puede ocurrir en la poesía pero no se ven tan a menudo.

Finalmente que nos queda, ambas son herramientas excelentes y necesarias para el desarrollo de un escritor, ambas poseen sus reglas y dificultades, por tanto no se puede juzgar a ninguna de ser fácil ya que el buen desarrollo de cualquiera de ellas siempre implica un reto. NO obstante no se pueden posar por alto sus diferencias, como el verso característico de la poesía, y el formato descriptivo y secuencial que suele ser utilizado en la narrativa, no son los únicos elementos y tampoco son exclusivos de cada uno, con un poco de esfuerzo cada herramienta y figura literaria puede ser aplicada en ambos formatos, esto nos lleva a concluir en la excelencia que posee cada uno.

Por lo tanto la diferencia radica en la capacidad del escritor, ¿es posible que una persona sea igual de hábil en la narrativa y en la poesía? O ¿siempre se tendrá una predilección por alguna? Si escribo relatos que parecen poesías o poesías que se figuran narraciones, mientras mantenga los respectivos formatos ¿seguirán siendo narraciones y poesías respectivamente? Y lo que mas me intriga, ¿que define a un escritor como poeta o narrador? Si, evidentemente que su obra, pero ¿Qué lo lleva a elegir una forma de escrito por encima de la otra? ¿será su personalidad? ¿su capacidad? O ¿simplemente gusto?, por que uno puede escribir ambas cosas, pero tener mas facilidad o gusto por una ¿o no?

Nuevamente e caído en un torbellino de incógnitas, me suela pasar, pero que mas da, sino puedo conseguir las respuestas, al menos puedo reflexionar, no obstante díganme ustedes, mis colegas, tienen alguna preferencia, ya sea para leer o para escribir ¿poeta o narrador?