sábado, 18 de junio de 2011

Capitulo 2

Las paredes se abalanzaban en aquel estrecho pasillo plagado de oscuridad, corre con premura de persecución por un objetivo que desconoce, hasta que de improviso cambia de dirección y la oscuridad se convierte en un segundo en una luz enceguecedora que inunda todo a su paso. Cuando sus ojos se acostumbran al brillo logra ver con claridad, sobre un altar yace más que un deber, más que una misión, mucho más. Se acerca con desesperación y nerviosismo pero su anhelo se vuelve polvo al tocar sus manos.

Despierta de súbito, otra pesadilla, pensó Nidhara aun con la sensación de arena entre sus dedos, miro su temporizador, aún faltaban varias horas para empezar su guardia, pero sabía perfectamente que sería incapaz de volver a dormir hoy, por lo tanto a pesar de que aún no saliera el sol se vistió como de costumbre y comenzó su ronda.

Era un mañana nublada, y el palacio parecía lúgubre por el efecto de la Luz que se colaba por las ventanas, sin embargo eso no le molestaba en absoluto, conocía el espacio perfectamente y su oído estaba atento ante cualquier extraño, pero el único sonido que llegaba a ellos era el producido por sus propios pasos, a esa hora de la mañana nadie deambulaba, al menos así debía ser, los primeros movimientos deberían empezar exactamente en 28 minutos según su temporizador. Corrió por los largos corredores solo para probar sus músculos.

-Qué guapa es la teniente- murmuro un suboficial de guaria a su compañero al verla pasar

-Qué guapa y que peligrosa, te matara en 2 segundo si te encuentra mirando en la dirección equivocada

-estas exagerando

-tienes razón, no te mataría por eso pero probablemente te dejaría con un ojo menos- no parecía bromear al pronunciar sus palabras.

-de todas formas es un riesgo que vale la pe… -corto sus palabras de súbito una lanza había pasado junto a su rostro y se había clavado en la puerta.

-Ponga atención cabo- resonaron las palabras de Nidhara por las paredes

- soy suboficial mi teniente- respondió apresuradamente sin meditar en las palabras que salían de su boca

-¿seguro? No lo parece, si esta lanza hubiera sido de un espía enemigo usted estaría muerto cabo, ¿lo comprende?

-si mi teniente- respondió quedamente

-Creo que no he escuchado bien, ¿me entiende?

- Si mi teniente- respondió nuevamente con un tono de voz mucho más alto

-así me gusta, lo dejare como un advertencia por esta vez- pronuncio las palabras mientras desencajaba con rudeza la lanza de la puerta. El suboficial se encontraba tan pasmado que fue incapaz de siquiera pestañar durante este proceso.

-una cosa más suboficial- Nidhara hablo con calma asegurándose que ningún musculo del pobre sujeto osara relajarse- repare la puerta hay que estar siempre presentables.

Continuo su ronda con una sonrisa en los labios, ciertamente le gustaba tener a sus hombres siempre listos para la acción y asustarlos un poco de vez en cuando ayudaba a sus propósitos, a pesar de que si un espía enemigo tenía la ocurrencia de entrar en el palacio, era virtualmente imposible que llegara a esa puerta, al menos así lo había demostrado su sofisticado simulador de entrenamiento.



miércoles, 15 de junio de 2011

Retrospección

Paro para acostumbrarme a la alegría

Luego un sinfín de emociones se convirtió en mi vida

Y paro nuevamente ahora que tengo que recuperarme de la caída

Que cíclico, que ironía

Si borro todo lo ocurrido entre paros,

Es casi como si nunca hubieras acompañado mis días

me pregunto a donde me llevaran ahora mis pasos

que extraño se siente mirar las cosas en retrospectiva

miércoles, 1 de junio de 2011

De vuelta al sillón del observador

Vuelve a caminar por las calles, patea las piedras con la puntas de sus zapatos como cuando lo hacía de antaño, su mente parece confundida, no parece saber a dónde ir y sin embargo se niega a detenerse. Veo como voltea su cabeza hacia atrás mirándome fijamente a los ojos siendo incapaz de ver, tan ciego como lo son todos los demás, y su incomprensión lo asusta acelera el paso sin tener motivo para huir, sin tener rumbo ni dirección, una imagen singular.

Su figura se delinea por la luz de la luna al cruzar una esquina, curioso hubiera jurado que era de día hace solo un momento, quizás el perdido sea yo y no el. Le sigo entre las tinieblas con el único propósito de saber que será de él. Sé que parece absurdo pero el único beneficio de tener la eternidad a disposición es poder darse gustos que para la mayoría parecen absurdos. Me adelanto y veo sus ojos llenos de sal, que imagen tan triste produce la inmensa soledad, cae al piso lo veo hundirse más allá de donde se es posible alcanzarlo y con curiosa inconexión se levanta, corre, entra a un callejón sin salida y golpea la pared con su puño descubierto. Atrapado como un ratón en una jaula, peor que eso en realidad puesto que no solo esta encerrado sino tiene la conciencia de que su motor inicial era una mentira por tanto aunque s e supiera libre no sabría a donde ir. Sería tan fácil acabar con su pesar, sus manos sangran las lágrimas carmesís que sus ojos no pueden derramar, me acerco no para verle mejor sino que para acompañarlo a su final.

La confusión le impide notar mi presencia, seré rápido hay algo en el que me hace sentir extrañamente identificado, quizás sea que ambos corazones están cercenados por dagas que nadie más puede apreciar. La reflexión de este pensamiento que no duro más de un segundo le permitió a un suave sonido gritar, la presencia inevitable de una sociedad que impide estar completamente solo, me retiro unos metros, lo veo sacar su móvil, no habla debe ser un mensaje, toma el aparato y lo aprieta con fuerzas, es evidente que no tiene intenciones de responder, brinda un nuevo golpe a la pared , su pulso sigue acelerado cierra sus ojos por el dolor y una sonrisa se dibuja en su rostro como si una nueva luz volviera a brillar, no era el resplandor que lo llevaría a volar, pero bastaba para que dejara de desmoronarse, al menos por esta noche. La palabra justa en el momento adecuado siembra la duda en la mente perdida y la fe se forja dando paso a la esperanza, que puede volver a caer y puede volver a brillar, simplemente son un caso singular.