domingo, 24 de agosto de 2008

Alegría de porcelana

Listo, por fin la e terminado, deberían de llamarme artista, me a quedado, ciertamente perfecta, ¿Qué? ¿no te gusta?, pero ¿por que? Mira su sonrisa, mira su expresión, es idéntica a la tuya, eres mi vivo modelo, e seguido cada línea de tu piel, para formar esta careta de emoción, y debo reconocer que me a quedado perfecta, no entiendo por que no te gusta, si eres tu, en otra materia, nada mas

SILENCIO!!! Ya me estoy cansando de tus quejas, yo solo e hecho lo que tu has pedido, e seguido cada una de tus instrucciones, cada una de tus acciones, No, no, me digas que te desagrada la expresión, es la misma que siempre has llevado, fría, triste y sonriente, alegre para todos, excepto para quien sabe que se esconde tras ella, es feo oírlo ¿verdad?, pero es real, y tu pedías ver felicidad, te concederé alegría, siempre tus deseos me han sido ordenes

¿Cómo que no es igual?, claro que es igual, la estado mirando por meses, para captarla del todo, supe en el instante preciso, en que dejo tu rostro y empezó a pasar mis manos que modelan porcelana, supe al instante cuando dejo de trasmitir felicidad, y se convirtió en el reflejo de lo que los demás querían ver, y si amor, también lo supe, también supe en el momento que empezaste a sonreír por que pensaste que me haría feliz, pero no te preocupes, se que es lo que querías, no hacerme daño, ya no importa…

Lo siento estoy divagando, ahora a lo que nos a convocado, el fin de mi obra, tranquila, nada te pasara, siempre has tenido esta expresión, nadie noto nunca que no era real, ah claro, yo lo note, pero yo no cuento ¿verdad?, ahora todo esta listo, nada mas basta curtirla, y tranquila, no te tengo encadenada a esa mesa para dañarte, sabes que nunca te haría daño, solo deseaba mantener tu expresión, la expresión con que cautivabas a todos, la expresión con que hacías pensar a todos que eras feliz, la expresión que me robo el corazón, y que me ato a ti con algo mas firme que cadenas, lamentablemente tarde demasiado en darme cuenta que no era real, almenas no del todo, nunca del todo, y ahora tu rostro ya no sonríe, y no quiero seguir así, no quiero verte infeliz, no quiero sufrir, por eso tanto trabajo, por eso esta careta, esta mascara de felicidad.

Una luz se enciende, el horno esta listo, quien hubiera, dicho que una maquina de cremación, podría otorgar felicidad, toma la mascara, se acerca a su amada, que tiembla en una fría cama de metal con grilletes en las extremidades, la acerca al horno, de forma que sus ojos puedan verlo con claridad, la besa tiernamente en la frente, sonríe con lagrimas en sus ojos, pone la mascara sobre su rostro y se introduce en el horno, mientras susurra unas palabras, tan quedamente que solo en su alma se podían oír.

“Yo también, quiero ser feliz amor, o al menos parecer feliz”