lunes, 21 de noviembre de 2011

Antes

Antes de que voltees, mírame bien

Antes que te marches, escúchame

Sabes muy bien que aun tengo algo que decir

Sabes que sin tus besos no se vivir


Antes de que decidas que vas a hacer

Antes de abrir la puerta, piensa muy bien

Puede que hoy des lo pasos lejos de mi

Y que quizás mañana, yo no este aquí


Sabes que estoy pidiendo una oportunidad

Solo te estoy diciendo, atrévete a amar

Mirame bien los ojos, enfrentame

Puedo sentir tu miedo pero luchare

Oh, oh, oh, oh (X2)


Antes de que decidas que es un error

Antes de que amordaces al corazón

Que inventes una imagen para encajar

Y escondas frente a todos la realidad


Sabes que estoy pidiendo una oportunidad

Solo te estoy diciendo, atrévete a amar

Mírame bien los ojos, enfréntame

Puedo sentir tu miedo pero luchare

Esto es amor, entre tu y yo

Se que lo puedes sentir

sábado, 12 de noviembre de 2011

Golpe de realidad

“Es duro ser engañado, pero es aun más duro ser engañado de un modo que ni siquiera imaginaste”

Estos eran los pensamientos de Erick, las palabras se agolpaban en lo profundo de su mente mientras su pecho se apretaba bloqueando gran parte de sus sentimientos, solo quería escapar, corrió por la ciudad sin rumbo fijo y al llegar a una esquina golpeo la pared de una tienda con su puño, la gente a su alrededor se le quedo mirando como quien mira a un demente recién escapado de un psiquiátrico, debía controlarse, pero estaba frustrado, ofendido y herido. Se metió a un callejón poco concurrido y ahí entre los botes de basura, se apoyo a intentar comprender lo que acaba de ocurrir, al alzar la vista los mechones sueltos de su cabello castaño oscuro se deslizaron despejando su frente. El callejón desaprecio bajo los brillos de la escasa luz que se colaba sobre las paredes.

- te quiero- le había dicho a Andrea
-quizás vamos un poco demasiado rápido - respondió ella de forma incomoda

-Llevamos 9 meses saliendo y lo he sabido desde el primer momento – sonrió Erick mientras acariciaba la mejilla de Andrea
- tengo que irme- Había exclamado ella de repente, mientras le daba un beso en la mejilla,

Erick la vio alejarse con su menuda figura y su ondulado cabellos oscuro meciéndose a cada paso, quizás no había sido el momento adecuado, pero no le importaba, sabia q él era el único chico para Andrea, que no se acercaba a ningún otro, que no sonreía con ningún otro, solo estaba insegura respecto a lo que sentía, así q se alejo parcialmente tranquilo.

Una semana trascurrió y no tuvo noticias de ella, intento contactarla por medio de su celular pero no respondía sus llamadas, preocupado llamo a su casa, no se encontraba allí, pero su madre le comunico donde podría ubicarla, había salido con sus amigas de compras para preparar una pequeña acampada en las montañas. Erick recordó al instante la salida anual de las chicas al Monte Wrend cada primera semana de primavera, probablemente saldría dentro de estos días y no volvería a verla en al menos una semana, por lo que decidió ir a buscarla y sorprenderla.

El centro de Brisdale era pequeño y solo habían 2 tiendas de expediciones, una a una cuadra de la otra, Erick entro a la primera, era bastante grande pero al ínstate pudo reconocer las risas de Andrea entre las los pasillos, era una de las cosas más características que tenia y Erick no habría podido confundirla ni aunque así lo desease. Se encamino siguiendo el sonido entre cañas de pescar y cantimploras, pero no lograba verla, “quizás lo imagine” pensó él, quizás fue solo su imaginación, estaba a punto de retirarse cuando ve el enorme lienzo azul de una carpa al final de la tienda, instintivamente decidió acercarse a él y súbitamente lo deslizo permitiéndole ver el interior, la imagen lo paralizo por un instante, ahí estaba Andrea con los brazos alrededor del frágil cuello de Isabel, con las manos desordenando el rojizo cabello de esta, ahí estaban las manos de Isabel sujetando la cintura de su amada Andrea, ahí estaban los labios de una sobre los de la otra. “esto explica muchas cosas”. Murmuro Erick aun estado de shock antes de alejarse, Andrea se levanto y lo llamo, pero él no se voltio ni un momento, simplemente salió de la tienda y empezó a correr.

¿Como paso esto? Se preguntaba una y otra vez intentando obtener respuestas que nunca llegaban, frustrado se acuclillo en el callejón y miro su reflejo en un charco de lodo, que estúpido se veía en esa posición con su camisa verde petróleo de manga corta, con sus pantalones cargo color crema, que estúpido se sentía en aquel callejón escondido como un niño pequeño. Enojado, se puso de pie y patio su reflejo provocando que un poco de agua salpicara sus pantalones. “esto no es normal” se dijo de pronto en su mente, el no debería de esconderse, si no ella, que atentaba contra la naturaleza, ella que iba contra todo lo honesto y correcto de este mundo. Era ella la que estaba mal y el estaba bien, sabia lo que tenia que hacer pero la duda se poso sobre el después de todo la amaba, “después de todo te usa para esconderse” murmuro su propia voz dentro de su mente.

Sin pensarlo 2 veces, tomo su móvil y marco el numero de la casa de su mejor amigo, fue su padre quien contesto, “mejor así las cosas serán mas rápidas” pensó Erick

-Doctor Criddels, que bueno que me responde necesito su ayuda…

“eso es todo” pensó Erick mientras cerraba el teléfono y lo introducía nuevamente en su bolsillo.

“Es duro ser engañado, es duro ser traicionado, es mucho más duro traicionar”