domingo, 21 de septiembre de 2008

Confusión matutina

De pie con la mirada perdida, detestando la calida luz del sol, me paralizo frente a la apariencia de lo perdido, y es parado frente a ti que me despido, como e hecho muchas veces, pensando que no e de volver, tal como lo pensé la ultima vez, y la vez anterior a esa, sin embargo vuelvo tras mis pasos una y otra vez, tratando de encontrar las respuestas perdidas en ese pasado desconocido, tratando de no cometer los mismos errores y volviendo a tropezarme con ellos en mi intento de huirles.


[caigo de rodillas] soy un destripador sangriento, que se jacta de asesino, y no te estoy pidiendo perdón por mis actos, solo intento comprender por que sigo sufriendo con mis victimas, si disfruto cada gota de sangre que cae de sus cuerpos, ¿que hay en este estropajo de bestia que se resiste a su naturaleza?, intento ser una persona normal, ser bueno y hacer feliz a los demás, y una y otra ves, me lamento por mi incapacidad de amar, destruyo lo que toco y me siento alegre en el proceso…


Pero luego cuando todo a acabado regreso a ti, por que extraño los hábitos que yo mismo me inculque, pero que desaparecen con la muerte, extraño la tranquilidad de la rutina, a sabiendas que mi rutina es acabar con la misma, vuelvo al punto de partida, autoflagelándome, para encontrar la respuesta en el dolor, y no encuentro nada, por que cada camino que reviso, me lleva a pensar que tome las decisiones correctas, que no me arrepiento de nada, entonces ¿Por qué NO SOY FELIZ?, [me levanto avergonzado de la debilidad de mi acción] soy un ser divino que tiene las respuestas a todas las preguntas, y que sufre por la inclusijada de no saber que pregunta e de responder, tu en cambio no eras nada, sin aspiraciones, sin futuro, un enamorado de la vida, un enamorado del amor, si lo se, eras feliz, pero mira donde estas ahora, todo por dar tu alma a quien te rompió el corazón, “conserva tu sangre y revive tu alma” fueron sus palabras, pero gustoso las ignorante, y no te reprocho…


Pensamientos pasajeros que deambulan por mi mente, no se que hago aquí, ni por que siempre e de regresar, el sol me hiere, la luz quema mi cuerpo y mi alma regalada que de alguna forma conservo, parapetado en mi cuerpo tengo recuerdos de una vida que no viví, es la parca mi compañera, es la muerte mi razón, es el mundo mi camino, y lo cambiaria todo por volver a sentir amor, poeta de las noches, genio para el sol, no soy cualquier cosa, conozco mi valor.


Y regreso para acerté participe de mi partida, no, esta vez no volveremos a vernos, esta vez vuelvo a decirte adiós, y a confirmarte que estoy mejor


De pie con la mirada perdida, detestando la calida luz del sol, levanto la cabeza y doy la espalda a aquel bloque de cemento tallado con el nombre que alguna vez reconocí como mió, alejo mis pasos de este parque de alegría y tranquilad, con el resentimiento de aquel descanso que nuevamente rechace.


Convencido de mi postura de genio cazador de almas, me marcho con triunfal salida, pero tropiezo con un niño, que no huye de mi aspecto, siento el calor de su sangre y sonrió con malicia, continuo mi camino, siempre quise un hijo, pero nunca tendré el valor de condenar un mortal, solo queda esperar la noche, por que es tras mis pasos que a quedado el sujeto que fui ayer, hoy como tantas veces comienzo de nuevo, sin busca de una victima, sin dolor por el pasado.


Solo un bebedor de sangre, que camina por las calles, como un pasajero de la vida mas.

domingo, 24 de agosto de 2008

Alegría de porcelana

Listo, por fin la e terminado, deberían de llamarme artista, me a quedado, ciertamente perfecta, ¿Qué? ¿no te gusta?, pero ¿por que? Mira su sonrisa, mira su expresión, es idéntica a la tuya, eres mi vivo modelo, e seguido cada línea de tu piel, para formar esta careta de emoción, y debo reconocer que me a quedado perfecta, no entiendo por que no te gusta, si eres tu, en otra materia, nada mas

SILENCIO!!! Ya me estoy cansando de tus quejas, yo solo e hecho lo que tu has pedido, e seguido cada una de tus instrucciones, cada una de tus acciones, No, no, me digas que te desagrada la expresión, es la misma que siempre has llevado, fría, triste y sonriente, alegre para todos, excepto para quien sabe que se esconde tras ella, es feo oírlo ¿verdad?, pero es real, y tu pedías ver felicidad, te concederé alegría, siempre tus deseos me han sido ordenes

¿Cómo que no es igual?, claro que es igual, la estado mirando por meses, para captarla del todo, supe en el instante preciso, en que dejo tu rostro y empezó a pasar mis manos que modelan porcelana, supe al instante cuando dejo de trasmitir felicidad, y se convirtió en el reflejo de lo que los demás querían ver, y si amor, también lo supe, también supe en el momento que empezaste a sonreír por que pensaste que me haría feliz, pero no te preocupes, se que es lo que querías, no hacerme daño, ya no importa…

Lo siento estoy divagando, ahora a lo que nos a convocado, el fin de mi obra, tranquila, nada te pasara, siempre has tenido esta expresión, nadie noto nunca que no era real, ah claro, yo lo note, pero yo no cuento ¿verdad?, ahora todo esta listo, nada mas basta curtirla, y tranquila, no te tengo encadenada a esa mesa para dañarte, sabes que nunca te haría daño, solo deseaba mantener tu expresión, la expresión con que cautivabas a todos, la expresión con que hacías pensar a todos que eras feliz, la expresión que me robo el corazón, y que me ato a ti con algo mas firme que cadenas, lamentablemente tarde demasiado en darme cuenta que no era real, almenas no del todo, nunca del todo, y ahora tu rostro ya no sonríe, y no quiero seguir así, no quiero verte infeliz, no quiero sufrir, por eso tanto trabajo, por eso esta careta, esta mascara de felicidad.

Una luz se enciende, el horno esta listo, quien hubiera, dicho que una maquina de cremación, podría otorgar felicidad, toma la mascara, se acerca a su amada, que tiembla en una fría cama de metal con grilletes en las extremidades, la acerca al horno, de forma que sus ojos puedan verlo con claridad, la besa tiernamente en la frente, sonríe con lagrimas en sus ojos, pone la mascara sobre su rostro y se introduce en el horno, mientras susurra unas palabras, tan quedamente que solo en su alma se podían oír.

“Yo también, quiero ser feliz amor, o al menos parecer feliz”




viernes, 23 de mayo de 2008

Psicosis

-¿estaré actuando bien?

- Lo estas- le dijo una voz que no esperaba escuchar, se voltio para observar quien era, y encontró, a un joven, un chico, menudo de cabello castaño desordenado, y ojos desorbitados, como un loco.

-¿Qué pasa? ¿No querías un respuesta?, pregunto el sujeto, Maroon no podía dejar de observarlo, estaba paralizado, pero aunque no lo estuviera no se abría movido, se encontraba al borde de un abismo, la misma muerte habría podido ir a buscarlo, y el la abría acompañado gustoso.

-¿En verdad crees que estoy haciendo las cosas bien?- pregunto finalmente mientras apartaba la mirada

- Por supuesto, solo estas tirando tus sueños por la borda, nada mas te alejas de las personas que han estado a tu lado todo este tiempo, pero haces las cosas bien, vale la pena perder todo material y emocionalmente, ¿vale la pena no? Todo por creer estar enamorado- La ironía de sus palabras atravesaba las barreras de la mente de su interlocutor.

-¿Por qué me torturas? Yo solo pedía una opinión

-Tu no necesitas una opinión amigo, solo mírate, tirado en el piso, sin estar seguro de nada, no tienes ni las fuerzas para ponerte en pie…

-Estoy enamorado. Interrumpió, el sujeto le miro divertido

-¿lo estas?

-lo estoy, respondió seguro

-¿Cómo lo sabes? Nunca habías amado antes, ¿como sabes que es amor?

-por que solo soy feliz cuando estamos juntos, por que cada mañana me levanto y pienso en ella, por que me vasta tenerla entre mis brazos para que nada importe y todo tenga sentido…

- ¿Pero eso es amor?, estas perdido, amigo, tu solo crees estar enamorado, escucha tus fantasías, mira tu estado, no comes, no duermes, y nada te importa, ¿Qué harás cuando ella se valla?

-no tengo por que pensar en eso, ahora esta conmigo y es lo que cuenta_ respondio molesto, la pregunta le fastidiaba

- pero lo piensas ¿no es verdad?

Ya se estaba saliendo de control, el sujeto, estaba enfureciendo al pacifico Maroon, de alguna forma tenia razón, quizás no del todo, pero lo que decía era posible y Maroon lo sabia era esto lo que le confundía. Resultaba extraño, que a pesar de estar tendido en el hielo con no mas que una polera y unos jeans, no sintiera el frió, solo podía concentrarse en el sujeto que le hablaba y miraba con sus sonrisa burlona, ¿Qué debía hacer?

¿Dudas de nuevo? Pregunto el sujeto como si pudiera escuchar sus pensamientos- siempre dudas, nunca has podido decidirte por nada, ¿como le llamas? ¿Detenerse a contemplar las posibilidades? Yo lo llamaría miedo, pequeño cobarde

Esto fue el punto final, Maroon se levanto del piso y arremetió contra él, le dio el primer golpe en la cabeza, era increíblemente duro tanto que su puño sangro tras el contacto, pero no le importaba, quería pelear aunque no era su costumbre, quería creer en algo, sin que esto tuviera que ser seguro, quería pensar que amaba aunque esto lo destruyera, y lo que mas quería, era acabar con este sujeto, por que una parte de si, a pesar de su voluntad, le creía

Le dio uno y mil golpes, golpeo como no sabía que podía golpear, pero el sujeto no se quejaba, no se defendía, ni parecía sentir dolor, simplemente se limitaba a observarlo y a sonreír burlonamente

¡¡¡Vete!!!- grito Maroon mientras lagrimas caían de sus ojos, y sus puños asentaban un nuevo golpe- Aléjate de mi- suplico al borde de la desesperación, pero nada pasaba, era como si, nada de lo que hiciera tuviera sentido, no podía contra el, aunque deseara destruirlo, no entendía que pasaba

El sujeto aprovecho su duda y le dio un golpe, el primer movimiento que efectuaba desde que su contrincante inicio el ataque, solo un puñetazo con la mano derecha, pero Maroon fue impulsado varios metros hasta desembocar en el frió hielo, sintió que algo tibio recorría su cabeza, abrió los ojos y vio al sujeto frente a si, de pie, sonriendo, burlándose de él

Levántate-le dijo

No, pensó Maroon, no tengo por que obedecerte

Levántate te dicen- bramo el sujeto, pero Maroon no se movió, parecía que su inmovilidad le afectaba mas que cualquier golpe que le hubiesen asentado

¡¡¡¡QUE TE LEVANTES IDIOTA!!!!- grito con desesperación, pero nada, Maroon no quería moverse, se canso de peliar, y el piso le parecía tan confortable, poco a poco cerro los ojos, y el sonido fue desapareciendo, lo ultimo que pudo escuchar antes de perder el sentido, no fue mas que una palabra, “idiota”, sin embargo mas que insulto, sonaba a pena, a tristeza y a decepción, esto le sorprendió pero la verdad era que no le importaba, ya no se movería.

Al día siguiente fue encontrado un cuerpo en la montaña, un joven menudo de cabello castaño, que no tenia mas vestimenta que unos jeans y una polera delgada, de no ser por la enorme herida que tenia en la cabeza, se abría creído que murió de hipotermia, pero claro, para esto habría que haber pasado por alto el color carmesí que tenia la nieve alrededor, del cuerpo, un hecho lamentable, pensó la policía al verlo, sin embargo había algo que llamaba la atención, algo que no entendían, sus manos estaban heridas como si hubiera paliado, pero solo estaban presentes, y muy débilmente por cierto, su par de huellas en la nieve, era evidente que en aquel lugar solo había estado él. Pobre muchacho, pobre Maroon…


domingo, 11 de mayo de 2008

¿Miedo?

No tengo miedo, se que puedo hacer lo que sea, vencería al mundo si tu estas a mi lado, saltaría de un noveno piso sin ningún temor solo por que se que tu estas conmigo, la muerte me da igual, nada importa, nada me asusta, todo por que te tengo aquí..

¿Y si yo no estuviera?- pregunto ella interrumpiendo, mientras se alejaba de sus brazos y le miraba a loa ojos- ¿Qué pasaría si yo no estuviera?

La pregunta le dejo en blanco, ¿Por qué tenia que preguntar eso?, ¿Qué significaba? ¿significaba eso que le dejaría?, mil preguntas cruzaron por su mente, ella era su vida, desde que la conocía todo su mundo había cambiado, y ahora preguntaba esto, ¿Por qué?, la inseguridad le llenaba el cuerpo, se le hacia difícil creer que era solo una pregunta, tanto tiempo pensando que las palabras no eran mas que engaños, fintas, en las fintas, para confundir, para dominar, para dañar…

No lo pienses – dijo ella cortando la corriente de sus pensamientos y abrazándole con fuerza- no te dejare, ni te dañare, te amo

Era como si ella pudiera ver en sus ojos, algo que no podía ni siquiera pronunciar con las palabras, algo que tenia dentro pero que sin embargo no conocía, ¿pero como? ¿por que? No podía comprenderlo, y la verdad ya no le importaba, la cubrió con sus brazos, la beso con ternura y finalmente dijo a su oído

-Es cierto amor tengo miedo

-lo se

¿lo sabes?- volvía a sorprenderle, como es que sabia algo que hasta hace un instante ignoraba

-ya te lo dije te amo

Y todo comenzaba de nuevo, el miedo las inseguridades, podría dejarse morir si ella se lo pidiera, pero moriría irremediablemente si ella se apartaba, sin embrago tenia la certeza de que nunca se alejaría, sentía miedo, sentía seguridad, no comprendía, como estas emociones podían abitar dentro suyo sin destruirle, no entendía como la contradicción vivía en su interior, pero ya no quería comprender, ya no quería saber de lógica, ya nada le importa, su mente era un desastre pero fuera de ese caos, al abrir los ojos, estaba ella, siempre estaba ella, y con eso le bastaba,, tenia miedo, pero deseaba confiar, e intentando dejar la mente en blanco se dedico a sentir, la bezo con fuerza, se limito a sentir, y antes de entregarse a lo que le era des conocido simplemente pensó

“si, tengo miedo, tengo miedo amar, pero aunque el miedo me destruya, no quiero pederte, talvez contra todo mi entendimiento, yo también te amo, amor”


jueves, 17 de abril de 2008

No me mires

No me mires, no me mires de esa forma, no soporto el peso de tu mirada sobre mi, sabes que te amo y sin embargo me torturas, cada día durante 3 años te he amado, y tu lo sabias siempre lo has sabido, por eso quisiste ser mi amiga para hacerme daño, pero Yo el idiota de Joel, no lo supe hasta que era muy tarde, te recuperaste en mi admiración y renaciste en mis cenizas, por que quemaste mi alma para darte calor en ese frío agujero donde te encontrabas .

Aun recuerdo el primer día que te vi, tan alegre tan menuda y al mismo tiempo tan determinada parecías tan segura de ti misma, si, me fascinaste desde el primer instante, tus ojos miel y tus rizos cayendo sobre tu rostro, eran la razón por la que iba a clases cada mañana, me tomo 2 semanas averiguar que estudiabas periodismo, era de esperarse, con la forma en que desenvolvías con las personas, por la forma en que en que te parabas ante las masas, ja, te morías de miedo, y nadie parecía notarlo, tu fachada de chica ruda era tan firme que nadie sabia que sufrías, pero yo lo supe, claro que lo supe, ojala nunca lo hubiera sabido, fue eso lo que me prendo a ti el querer protegerte.

Desde entonces estuve a tu lado, te seguí, te observe, te mire por semanas, casi morí cuando un día simplemente te volteaste y viniste hasta mi, te paraste firme y me dijiste:

“Deja de mirarme, pareces acosador”

No supe que decir y como si lo supieras todo continuaste

“si tanto te gusto, al menos acércate y habla conmigo”

Debí haber corrido, haber escapado mientras aun podía, pero que digo nunca tuve opción, creía que manejaba la situación, pero siempre fuiste tu quien decidió por mi, si tu, y no me mires te dicen, sabes que cada palabra es cierta, no tienes por que mirarme de esa forma.

¿fui feliz?, me pregunto, pero es imposible negarlo, lo fui, la mayoría del tiempo lo fui, ame verte feliz, ame verte sonreír, ame como te mostrabas firme ante la gente y luego te refugiabas en mis brazos , ame cada silencio y gocé cada beso, hasta ame el dolor constante que cada día me hacías sentir. Nunca pensé que me vendías que jugabas conmigo, es cierto nunca dijiste te quiero, pero nunca lo negaste, y yo lo creí, creí que te importaba aunque todos dijeran lo contrario, fui idiota lo se, pero tenia que orlo de ti, tenia que esperar a esta noche, tenia que salir de tus labios, vete de una vez, dijiste, vete para siempre, aun retumban las palabras en mi mente, me dejaste, y cuando quise saber el por que, te burlaste, sabias que ya no podía vivir sin ti, ese era tu fin, me robaste mi esencia para acrecentar tu ego, y me tiraste cuando ya te lo había dado todo, tiempo, cariño, dinero, ya ni mi casa veía por estar a tu lado, ni a mis amigos llamaba, para estar disponible para ti, no me mires, lo se, se que fui tonto, se que cometí un error, pero no se cual, sabes que te lo perdonaría todo, pero ya no me mires, ya detente, se que lo sabes, se que al final de todo, sabes que aún te amo, incluso como estas ahora, tendida en el piso, aun te amo, aun que el rojo carmesí tiña tu cuerpo, aun te amo, aunque te pongas fría, aunque nunca me vuelvas a decir nada, a pesar de todo, a pesar del engaño, a pesar de las traiciones, a pesar de tus manipulaciones, te amo, a ti y a todo lo que eres, a tu cabello revuelto, a tu pierna torcida, hasta a tu sangre que al caer de mi cuchillo me manchó el pantalón, te amo hermosa, pero solo esta vez, solo por una vez, concédeme un deseo

Por favor ya no me mires…


viernes, 21 de marzo de 2008

A 2 lineas (B)

La noche era oscura, las nubes densas cubrían el cielo impidiendo a la llena luna iluminar el camino, cualquiera pensaría, que no era la noche adecuada para vagar por las calles de la ciudad, sin embargo, en un lugar tan inusual como Los Ángeles, donde la noche se convierte en día, con luces de Neón por sol, y el creciente crimen no perturba las acciones de los ciudadanos, era un noche perfecta.

Hectomecus deambulaba por las calles, había salido temprano en esta ocasión, lo cierto es que no estaba hambriento, pero la ciudad lo tenia algo aburrido y decidió aprovechar la noche cazando. No tardo en visualizar una victima, un chico, vagaba solo en la noche, parecía fácil, pero no se le antojo, deseaba mas a una suculenta jovencita.

Le tomo varias horas, escoger la victima adecuada, pero finalmente se decidió por una joven chica de unos 17 años, esbelta, menuda, con unos adorables bucles rojizos. Aprovecho la oscuridad de la noche, y en el momento que se despidió de sus acompañantes se deslizo hacia ella, protegido por el sonido de los automóviles, que rondaban por las calles, como si ignorancen la alta hora de la madrugada en que se encontraban.

Sorpresivamente, como si tuviera conocimiento del peligro la chica se volvió y vio a Hoctomecus de frente, produciendo que un grito ahogado escapara de su garganta, al vampiro esto no le importo, desde hacia mucho tiempo que nadie prestaba atención a un grito en medio de la noche, y menos en una ciudad como aquella, esa era una de las razones por la que la había escogido. Sin mas demora el sirviente de la noche apreso a su victima , con firmeza, la empujo contra la pared, le hubiera encantado que la chica se defendiera pero eso nunca ocurría, la sujeto de los hombros, y en un sensual gesto, aparto sus bucles con sus labios, para dejar su suave cuello al descubierto, sintió su piel tibia contrastante con su lengua, y finalmente, clavo sus colmillos lentamente para que la sangre fluyera con suavidad, luego los saco, permitiendo que el liquido carmesí escurriera un instante y tiñera la piel de la joven. Luego atraído por el espectáculo empezó beber.

No había bebido mas de medio litro cuando fue interrumpido.

-Déjala!!!- grito un joven que los observaba

“pero que molesto” pensó Hotomecus, mientras apartaba sus labios de la chica, sin liberarla y dirigía su mirada al recién llegado, para su sorpresa descubrió que era el mismo joven que había visto a comienzos de la noche, en ese momento no le había prestado importancia pero ahora las cosas eran diferentes, lo miro con detenimiento, no debía tener mas de 20 años, no parecía tener gran musculatura, pero era evidente su entrenamiento, sus ojos oscuros lo miraban cubiertos con algunos mechones desordenados que escapaban de su hermosa cabellera castaña casi negra, con brillos rojos.”¿que es lo que quieres?” pensó sin formular la pregunta con palabras. pero como si hubiese podo oírlo el joven agrego

--Suelta esa chica,- rogaba- tómame a mi, te ofrezco mi sangre voluntariamente, solo concédeme la vida eterna.

Ciertamente la propuesta mas que atrayente, le pareció curiosa , arrojo a su recién capturada victima, como si las horas que había tardado buscándola no significaran nada, y se dirigió a este nuevo individuo, el joven lo miraba como hipnotizado, Hoctomecus, nunca había comprendido el efecto que provocaba su presencia a los humanos, pero este muchacho era un caso único, jamás había oído de alguien que rogara, por ser un vampiro, y de hecho por un momento pensó en concederle su deseo, pero cuando lo tubo cerca, no pudo evitar sentirse identificado, se parecía a él, no al que era ahora, sino al Hoctomecus de hace 2 siglos y medio, cuando era mortal, lleno de sueños, Lleno de expectativas, pero ahora, nada lo llenaba, ningún desafío le importaba, ningún reto le era suficiente, ya no tenia ese brillo en los ojos que este joven si tenia, lo que es, pero de alguna forma sabia que aquel humano que tenia frente a si, era bueno, que no soportaría matar, no soportaría la eterna soledad, las frías noches recordando las quejas de sus victimas lo llevarían a la locura, como tantas veces había visto en otros vampiros, ciertamente era un idiota, “tal vez debería matarlo” pensó y estuvo apunto de morderlo, sin embargo al instante abandono la idea, lo dejaría libre, para que viviera la vida que él nunca pudo vivir, aunque nunca agradeciera este regalo.

- Vete, estupido, no sabes lo que pides-dijo finalmente en su oído y luego se retiro, aun cuando le dio la espalda, podía ver ahí al joven observándolo como paralizado, era verdaderamente un joven extraño

“si tanto quisieras ser un vampiro- pensó- ¿por que no corres tras de mi?, puede que seas mas cuerdo, o puede que no lo desearas tanto”, era probable que por este hecho no podría comer nada esta noche, ya pronto se aproximaba el alba, pero no tenia hambre, no deseaba comida, solo se le antojaba tener a alguien a quien comentar este curioso hecho,, alguien para comentarle de este joven, que pedía dejar la vida, sin saber la agonía de los no muertos.




viernes, 14 de marzo de 2008

A 2 lineas (A)

La noche era oscura, las nubes densas cubrían el cielo impidiendo a la llena luna iluminar el camino, cualquiera pensaría, que no era la noche adecuada para vagar por las calles de la ciudad, sin embargo, en un lugar tan inusual como Los Ángeles, donde la noche se convierte en día, con luces de Neón por sol, y el creciente crimen no perturba las acciones de los ciudadanos, era un noche perfecta..

Un joven caminaba esperanzado por las calles, Utghem,

“Debe estar en esta ciudad, estoy cerca, todo indica que esta aquí” pensó, andaba a buena velocidad pero miraba con atención cada detalle, no parecería haber nada extraño, pero no se rendiría, reviso mentalmente todas las pistas que lo llevaron a esa ciudad; el exceso de crimen, las misteriosas desapariciones que ocurrían hace meses y lo mas importante, el cuerpo de una joven chica supuestamente desaparecida, un cuerpo totalmente carente de sangre, y con peculiares marcas en el cuello, estaba en el lugar indicado, era aquí donde residía el ángel negro de colmillos afilados, solo debía encontrarlo.

La noche avanzaba, ya había recorrido todos los callejones, todas las zonas donde podría encontrar al espectro de piel fría con sangre caliente en su interior, recorrió lugares sombríos, parques, cementerios, pero nada parecía funcionar, tal vez no era su noche, “quizás debería probar mañana – pensó- no lo encontrare hoy pero se que esta aquí”

Estaba comenzando su camino de regreso al hotel donde se hospedaba cuando de pronto escucho un sonido que lo devolvió a su propósito, un grito ahogado, breve pero se oía con claridad, alguien era atacado y estaba cerca, Utghem corrió a toda velocidad, pero la falta de luz no le ayudaba, las delgadas calles parecían de pronto un laberinto, el joven buscaba con desesperación, esta era su oportunidad, al fin luego de tanto, su búsqueda tendría sentido, no podía fallar ahora y mucho menos si había alguien a quien podía salvar, pero ya no oía a nadie, ¿será muy tarde? Pensó sin detenerse mientras doblaba en una esquina.

NO-fue la respuesta que el mismo se dio, al encontrarse de frente con la bestia y su victima, una joven muchacha, pelirroja , esbelta, bonita de seguro, pero cubierta de sangre, aunque aun vivía.

-Déjala!!! Grito en cuanto recupero el habla perdida producto de la impresión.

Entonces se detuvo, el vampiro se detuvo, Utghen, no podía creerlo, aquella criatura, un verdadero vampiro un ser ignorado por la sociedad, conocido cotidianamente como no mas que una criatura de cuentos de terror, existía, y estaba parada frene a él, era como si el tiempo se detuviera, este era el momento para el que tanto se había preparado, lo que tanto había esperado, solo debía hacerlo, junto valor, no tenia miedo pero estaba nervioso, camino unos pasos hacia el señor de las sombras, y hablo:

-Suelta esa chica,- rogó- tómame a mi, te ofrezco mi sangre voluntariamente, solo concédeme la vida eterna.

El vampiro lo miro sin ninguna expresión, arrojo con desprecio a su victima aun sángrate y camino hacia Utghem, quien estaba maravillado con esta fantasía de piel blanca como el papel, como poseído por un hechizo le resultaba imposible apartar la mirada de su belleza, era joven, al menos parecía mas joven que él, tal ves había vivido siglos, sus ojos eran de un gris claro, su cuerpo esbelto y su cabello, corto, oscuro, liso y levemente despeinado pero lo que mas llamo su atención era su mirada fría ,orgullosa, perdida, totalmente atrayente en su rostro juvenil, sin ninguna marca de la edad, no era nada parecido a lo descrito por los conocimientos populares, si no fuera por la sangre que escurría de su boca y los colmillos que lucia nadie hubiese reconocido su naturaleza. De súbito tomo conciencia, de lo cerca que estaban, podía sentir el frió de sus piel en sus orejas, ya no faltaba mucho el vampiro tenia sujeto su mentón con su mano izquierda y apartaba las ropas de su cuello con la derecha, estaba apunto de morderlo, cuando levanto la cabeza levemente permitiendo que boca se posara junto al oído de Utghem.

- Vete, estupido, no sabes lo que pides- fue lo único que dijo, luego simplemente se alejo, con tranquilidad, seguro de que Utghen no lo seguiría.

Y así fue, el joven buscador, se quedo de pie mirando como lo que por tanto tiempo busco se alejaba, no entendía que ocurrió, no entendía su rechazo, probablemente nunca lo entendería.




jueves, 6 de marzo de 2008

Capitulo 1 “Mas Que el cielo”

“Perfecto!!!, esa es la palabra, cielo perfecto, nubes perfectas, almas perfectas, hasta el césped en el que estoy tendido es perfecto, cada hoja, cada brote de los árboles, todo, todo siempre es perfecto…”

- Hey, Willhelm, levántate!!!

- Bringh??, para que me molestas??

- Que clase de ángel eres?? Willhelm, siempre estas ahí con la mirada perdida mirando hacía el vació

- Quita esa expresión de regaño Bringh, sabes tan bien como yo que no hay nada que hacer, el cielo, como lo llaman lo que alguna ves fueron mortales, es perfecto

-Tu deber así como el mió es resguardar estas almas

- ¿Resguardar?, esto es el paraíso, ¿que les podría pasar?

- Nunca se sabe

Willhelm le miro escéptico, y Bringh se sentó a su lado con mirada comprensiva

- Siempre has sido diferente al resto de los ángeles, siempre te estas quejando…

- ¿es que no te parece aburrido?- interrumpió Willhelm

- ¿Aburrido?

-Si, aburrido, Nunca hay nada que hacer, nuestra sola existencia es casi innecesaria

- ¿pero de que hablas?, siempre hay cosas que hacer

- ¿Como que?, ¿mirar el cielo, retozar sobre el césped?

-eso, es solo que tu haces, debemos resguardar las almas, protegerlas, guiar a la que recién llegan, asegurarnos de que estén completamente a gusto y muchas otras cosas

- no se si lo has notado, pero aquí no hay nada que de lo que debamos proteger las almas, y con nosotros o sin nosotros ya están completamente a gusto

- si tu trabajo no te gusta, pues instrúyete, ve a la biblioteca y lee como el resto de los ángeles, o perfecciónate en el uso de algún instrumento, eres el único que conozco que solo sabe tocar la flauta traversa, siendo que hay tantos otros instrumentos que aprender

- la música ya no me interesa

- prueba otro arte entonces

- ¿es que no lo entiendes?, tiene que a ver algo mas

- ¿algo mas?, ¿algo como que?

- no lo se

- te estas quejando, dices que quieres algo mas y no sabes que es, me parece que estas algo confundido amigo

- tal ves tengas razón, pero es que no lo se, yo solo quiero conocer cosas nuevas

- pues piensa algo nuevo, y sabes bien que aparecerá ante tus ojos

- no me refería a eso

- ¿entonces a que?

-No lo se

Bringh lo miro divertido, Willhelm era extraño, pero siempre lograba divertirlo, era definitivamente un ángel peculiar, diferente a todos los demás que había conocido, sus pensamientos aunque sagaces y agudos en un comienzo siempre acaban en vacíos de ignorancia.

- Te divierto ¿verdad?

- deberías dejar de pensar en esas cosas, nunca llegas a nada

- Algún día lo haré

- Y descubrirás que este lugar es ideal

- ¿ideal? Yo más bien diría monótono y en exceso aburrido

- tu lo haces aburrido, si quieres te puede enseñar orfebrería

- no, creo que mejor iré a pasear cerca del lago

- Bueno es tu decisión

- tu lo has dicho

Y sin decir una palabra mas, se levanto de un salto y salio caminado con la luz característica de los ángeles, pero aun mientras caminaba su mente seguía trabajando,

“Bringh. Tiene razón, nunca llego a nada, pero tiene que haber algo mas, algo mas que el cielo, pero ¿que?, ¿como averiguarlo?...”

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no noto un leve desnivel del terreno y tropezó cayendo al suelo

- No que esto era prefecto, a ¿quien le puede parecer prefecto un terreno así?

- a mi me lo parece

- ¿quien? ¿Como? - Se sobresalto. pensaba que se encontraba solo, pero al voltearse pudo ver enseguida la figura de un apacible anciano, un Ex mortal

- ¿se encuentra bien? No sabia que ustedes también se tropezaban- comento el anciano divertido

Willhelm parecía no entender lo que el anciano le decía, lo cierto era que comprendía perfectamente, pero una nueva idea le llamaba mucho mas la atención que responder

“¿podría ser?, ¿que tal vez?...

- Seguro que se encuentra bien- interrumpió el anciano

- Si, si perfectamente, respondió mientras observaba a su interlocutor

Era un hombre de aspecto apacible unos 15 cm. mas bajo que el, pero la distancia parecía mayor, por que caminaba gacho, aunque sin muestra de nostalgia o melancolía, su cabello, aunque no cano completamente, estaba teñido de blanco casi en sus totalidad, su piel era clara, sus ojos oscuros, y estaba cubierto de unas arrugas que no hacían mas que darle una apariencia inofensiva, definitivamente no era la típica imagen que elegían los ex-mortales, pero tampoco era algo en exceso raro, de hecho recordaba haber visto un par de ancianos antes, pero nunca había tenido la oportunidad o el deseo de hablar con ellos, hasta ahora

- disculpe, ¿le molesta si le hago unas preguntas?

El anciano pareció sorprendido no era común que los angeles hablaran con los ex-mortales, no estaba prohibido, pero no era costumbre de ninguno de ambos

- Claro es un placer serle útil

- dime…

-Josué

- si, si, dime Josué, ¿Por qué has elegido esta forma?

-¿forma? Señor

- si, tu apariencia de anciano

-esta es la misma apariencia que tenia antes de enfermar

- pero ¿Por qué no elegiste una mas joven?

- ¿Para que?, ¿para correr, saltar, nadar o hacer cualquier ejercicio?- sus palabras tenían un dejo de ironía, que desconcertó a Willhelm

- supongo que para esas cosas la apariencia no tiene importancia en este lugar, pero ¿Por qué no elegiste una imagen mas estética?

-por que esta era mi forma

- ¿y eso que?

-es la forma que quiero que vean mis hijos y nietos, cuando vengan aquí


lunes, 3 de marzo de 2008

Miradas (intento de relato erótico)

Una tarde cualquiera de un día cualquiera, en la monótona vida de la gente común, quizás para algunos el mundo es bueno o malo, para otros solo es un lugar donde pasar el rato.

-¿Y que aremos hoy?- Pregunto Asckrim expectante de la respuesta de amiga pero, pero esta no le contesto, parecía distraída, así que pregunto de nuevo- ey Mysred!! ¿Qué es lo que haremos hoy?
-¿No tienes la sensación de que alguien extraño nos observa Asckrim? – pregunto con la mirada nerviosa
-¿Qué un extraño nos observa?- le sorprendió la pregunta, pero ¿que respondería? Ella siempre sentía que alguien la miraba, desde pequeña, le parecía tan común sentir una mirada vigilante, que llegaba a sentirse segura, como si la estuvieran cuidado, sin embargo nunca se lo había comentado a nadie, siempre había creído que no era mas que una sugestión suya.
-Pues no, puede que sea solo tu imaginación – respondió finalmente después de todo su amiga le pregunto por “la mirada de algún extraño” y ella todo lo que sentía era esa habitual mirada que le seguía, que ante ella no era la de algún extraño
- Tal ves tengas razón, bueno no tiene importancia, ¿Qué me decías?
-te preguntaba ¿Qué haríamos hoy?
-¿Cómo que, que aremos hoy? Lo mismo de siempre, yo debo irme, rápido para no llegar tarde al trabajo, y tu deberías irte a casa, o a la biblioteca a estudiar, por que sino suspenderás otro ramo - le recordó con desanimo
-cierto, a seguir con la vida, bueno no queda de otra, ¿me prestarías tus apuntes para que estudie?- le pidió mientras pensaba en sus apuntes incompletos
-Tómalos – dijo mientras le entregaba el cuaderno, sabia perfectamente que esto pasaría, siempre acaba pasándole sus apuntes, Asckrim, era muy lista, pero tenia la fuerte costumbre de dormirse en clase

Y así fue, se despidieron, y se fueron a continuar con sus respectivas actividades diarias, todo muy común, todo muy normal. Asckrim caminaba por la noche a su departamento desde la biblioteca, nuevamente se le había hecho tarde, pero no importaba no tenia nada mejor que hacer, y no le importaba vagar de noche.

“valla día”- pensó “exactamente igual a ayer, estudio, libros y aburrimiento, al menos ya me voy a casa, y todo esta normal”- en ese momento recordó la pregunta de su amiga, ¿una mirada?, que común era eso para ella, había intentado imaginar los ojos de esa mirada tantas veces sin obtener nada- “¿Cómo seria?¿como seria mi protector?”- estaba totalmente concentrada en sus pensamientos y ¿Por qué no estarlo? Sabia el camino de memoria, los escalones de la escalera, el lugar de la llave en su llavero, el leve golpe que había que darle a la puerta para que abriera, todo lo hacia por inercia sin estar conciente de sus movimientos, era todo tan igual al día anterior, que hace mucho tiempo dejo de encender las luces al llegar al departamento, ¿para que? sabia el lugar exacto de sus muebles, y como viva sola nadie los movía.

Pero ese día era diferente, ella no lo había notado pero había alguien su hogar, alguien que la esperaba

-Hola Asckrim- Dijo una vos masculina
Asckrim se sobresalto, “esto no es como ayer” – pensó, mientras distinguía una silueta levantándose del sillón, intento gritar, pero el sujeto ya estaba sobre ella, la tenia acorralada entre el y la puerta, mientras le cubría la boca con una mano y la sujetaba con otra.

-Tranquila pequeña- Dijo con serenidad

Pero ella continuaba intentando zafarse, ¿Cómo le pedía estar tranquila? ¿Cómo es que el podía estarlo? Quiso identificarlo pero estaba demasiado oscuro, solo podía sentir que era delgado pero con buena musculatura como para mantenerla bien sujeta, de pronto la beso en el cuello, Asckrim comenzó a desesperarse, así que agarro lo único que tenia a mano, las llaves de la puerta, y lo golpeo con ellas, no era una gran arma, pero aparentemente había logrado pegarle con el llavero en el oído izquierdo, y por un instante él dejo de sujetarla, aprovechó para huir, pero no llego muy lejos, estaban en un cuarto piso y él se encontraba apoyado en la única puerta de salida, por lo que se escondió tras el sillón, el mismo sillón en que el estaba sentado hace un momento, luego espero, en algún momento iría por ella, entonces correría hacia la puerta.

Desde su escondite Asckrim lo miro, tenia el cabello oscuro y lacio, le cubría las orejas, pero era fácil distinguir el brillo de un arete entre ellos, era alto y por alguna razón sonreía, esto la asustaba era como si la situación le causara gracia, entonces empezó aproximarse hacia ella, la joven quiso correr, pero no pudo estaba paralizada, y él se acercaba como si supiera donde ella se encontraba , como si pudiera verla, quiso gritar pero no le salio la voz, todo parecía estar en su contra.

-¿Qué pasa tienes miedo?- dijo mientras la sujetaba de un brazo y la ventaba,
-¡¡Suéltame!!- fue todo lo que logro decir, antes de que el la sujetara con fuerza y cellara sus labios con un beso

Pero ella no lo aceptaría, quiso soltarse, lo golpeo una y otra vez, pero él era mas fuerte, entonces lo agarró de la camisa con tal fuerza que la rasgo, él miro el trozo de tela en su mano y rió

-espera yo te ayudo- dijo mientras se quitaba la camisa con una mano y la mantenía sujeta con la otra, al menos esto le daba mas movilidad, agarro una lámpara y le dio con ella en la cabeza, él pareció molestarse, fue entonces cuando comenzó la verdadera lucha, posteriormente ninguna palabra salio de labios del desconocido, simplemente corrió tras ella y la agarro justo antes de llegar a la puerta, la empujo sobre la pared, y comenzó a arrastrarla, ella lo golpeaba, pero el la ignoraba, la llevaba a la habitación, ella lo sabia, y le dio asco de solo pensar en lo que ocurriría, lo patio en la espalda, él se voltio para sujetarla mejor, ya estaban en la recamara, pero ella nos e rendiría, se levanto para golpearlo entre las piernas, pero fallo, el muy maldito tenia muy buenos reflejos, la tiro hacia la cama, y se abalanzó sobre ella.

Asckrim, continuo golpeándolo a puño cerrado, y el continuo sujetándola, pero ahora estaba tan cerca que podía percibir su aroma, era tan fuerte que la tenia inmovilizada nuevamente y expedía un aire calido por todo el cuerpo, producto del esfuerzo de sujetarla, la besaba con desesperación , y ella no podía hacer nada, mas que sentirlo sobre si, tan ardiente, tan apasionado, quería liberarse pero él la cubría, y ella sentía su éxtasis a través de sus ropas, quiso pensar que no estaba allí que esto no estaba pasando, pero así era, y no dejaba de sentirlo, sentía como la desvestía con los dientes, a pesar de que ella intentaba impedírselo, sentía su deseo tan abrumador, como su fuerza, quiso tomar la lámpara de su velador, pero estaba muy lejos, entonces el dejo de sujetarla con ambas manos para desabrocharse el cinturón, y ella tomo la lámpara, quiso golpearlo pero él sujeto su brazo, en ese momento lo supo, el brillo de la luna se reflejaba en la lámpara y pudo ver la mirada del desconocido, y lo supo, era él. su protector, el tiempo se detuvo y ese segundo en que sus miradas se cruzaron pareció ser eterno , el miedo desapareció, Asckrim se fundió en lo oscuro de sus ojos, era él, y a su lado, nada malo le pasaría.

Él arrojo la lámpara donde no estorbara, y continuo besándola, pero ella ya no se oponía, por alguna razón este hombre ya no le repelía, fue ella quien termino de desvestirlo, mientras él. le arrancaba lo que le quedaba de ropa, esta no hacia mas que estovar, ambos estaban extasiados, Asckrim lo acariciaba, descubría su cuerpo con sus labios, era un hombre suave, sus hombros era deliciosos, su estomago estaba esculpido, y sus besos era una delicia, la lucha había cambiado, ahora intentaban compenetrarse, unirse como uno solo, él besaba sus pechos como si todo su vida hubiese esperado por ello, mordía su piel con suavidad para no hacerle daño pero con un deseo que no podía contener, ahora era ella quien lo deseaba y el estaba listo, extasiado, introdujo su falo, fuerte, firme, rígido como solo ella podía ponerlo, en Asckrim, quien gimió de placer al sentirlo, nunca había sentido nada así, dentro suyo, sus cuerpos estaban conectados, sus caderas se mecían al compás con sus reparación, él acariciaba su espalda, mientras sus gemidos se ahogaban en sus besos, era dulce, y apasionado al mismo tiempo, sus brazos se encontraban , sus cuerpos se exigían el contacto, y no podían, mas que extasiarse, una, dos, tres veces, se mecían, coordinados una y otra, ves, hasta alcanzar juntos el culmine, el tan deseado orgasmo, era como el sol que tocaba la tierra agradable y revitalizador, el lugar de descansar, el se levanto de nuevo deseoso de mas, y ella le daría todo lo que deseaba, la levantaba con sus brazos, sentía como sus grandes manos sujetaban sus glúteos firmes, llevándola a la mejor posición, apoyándola en la pared, la envolvía con sus besos, y el rose de su piel la extasiaba, sentía como su miembro vibraba dentro de ella , y no podía contener sus gemidos, las caricias, los besos, el movimiento de sus cuerpos, todo era perfecto, lo hicieron una y otra vez, hasta que sus cuerpos estuvieron agotados, y cayeron en el mas profundo de los sueños.

A la mañana siguiente ella despertó y él no estaba, no podía verlo, pero sentía su mirada, “puede que nunca le vea de nuevo” pensó, mientras cerraba los ojos, pero entonces le vio, en el interior de sus parpados, no sabia quien era, no sabia su nombre, pero le bastaba con cerrar sus ojos para encontrar su mirada, el estaba ahí, aun sentía su cuerpo sobre el suyo- “siempre estará aquí”.



miércoles, 27 de febrero de 2008

Sin titulo, NN hasta nuevo aviso (parte 5 final)

Esto era algo que Christin no iba a soportar, le parecía una falta de tacto por parte de Sir William hacer tal petición, tomando en cuenta que solo conocía a la señorita hace poco mas de un año, y este fue el motivo que utilizo para retarlo a duelo, aunque mas que defender el honor, pretendía deshacerse de el, eliminarlo, no solo por querer arrebatarle a su amada Marry, el distanciamiento lo torturaba y Sir William solo le producía odio, además últimamente le dirigía unas miradas que tenían la facultad de hacer sentir a Christin que este hombre sabia todo de él.

El duelo se realizaría una semana después de ser fijado, con armas a elección de Sir William, espadas por supuesto, lugar a petición de Christin, y si testigos, en secreto, por acuerdo mutuo.

***

Ciertamente ambos se encontraban en su sitio a la hora precisa, las ruinas de la mansión Ghetlam parecían especialmente lúgubres antes del amanecer, los combatientes se encontraban expectantes ante el primer canto del gallo que señalaría el inicio del combate. Estos eran los últimos segundos antes del final, aunque ellos no lo supieran, y ninguno pensaba en retroceder.
De pronto se escucho la señal esperada, el primero en atacar fue Christin con una fuerte estocada al pecho, maniobra que su rival esquivo con gran facilidad, pero no se desanimo y continuo su ofensiva, cada ataque quedaba contrarestado con uno de mayor fuerza, en un inicio no se escuchaba nada mas que el sonido de las espadas al golpearse, pero en un momento de ventaja por parte de Sir William este dijo

-Debo decir que esperaba más de ti, Daniels

Christin se paralizo al oír estas palabras y su oponente aprovecho aquel instante para dar una estocada a su pecho, pero afortunadamente Christin resbaló y el filo solo le produjo en rasguño en el hombro izquierdo, rápidamente se levanto, era el momento de la verdad, entonces entre la agitación de los combatientes y el rechinar de las espadas inicio un interesante dialogo

-¿Desde cuando lo sabes? pregunto Christin mientras se balanceaba de un lado a otro esquivando el filo de la espada oponente
-Empecé a tener sospechas desde el primer momento en que te vi.- respondió William sin titubear
-¿Qué? Pero ¿entonces por que no has actuado antes?- la sorpresa lo distrajo lo bastante como para que su rostro se tiñera por la sangre gracias al corte de la espada de su contrincante, que le corto desde el mentón al labio en forma diagonal, de haber sido con mas fuerza le habría cortado la cabeza y acabado con el duelo.
-Tu falta de memoria te quitaba todo valor, pero cuando note que fingías... –William se quedo en silencio, su oponente acababa de caer y se encontraba totalmente indefenso, pero en lugar de atacar y acabar con su vida, retrocedió un par de pasos dándole el espacio suficiente para levantarse.

-¿Por qué el engaño? ¿de que huías? ¿acaso tuviste algo que ver con el incendio?- realmente parecía no entender, aunque para la mayoría la respuesta hubiera resultado evidente
-El incendio…-Christin estaba de pie con la mirada perdida – fue…fue culpa mía
-¿A que te refieres?-dejaba notar sorpresa e interés en sus palabras
-yo…yo... yo lo provoqué

Eso era todo lo que William necesitaba escuchar, nuevamente se lanzo contra Christin pero ahora mostraba gran furia en sus ataques, no solo con su espada, si no que también con sus palabras.

-¡¡¡TRAIDOR!!! como pudiste Daniels, mi tío siempre te trato con grandes privilegios, eres un maldito, cualquier otro sirviente hubiera sido leal hasta la muerte con solo la mitad de lo que el te daba- se detuvo en espera de una respuesta, pero Christin no dijo nada, como mucho se defendía de sus ataques lo bástate bien para no morir, pero sin dar señales de atacar

- Tú, que de niño fuiste mi mejor amigo, mi compañero de juegos, ¿Cómo has podido? - “hubiera dado mi vida por ti en aquella época, en cambio hoy, te daré muerte”-pensó William
-Tu tío…-Dijo finalmente Daniels
-El que era como un padre para ti - interrumpió William
-El que era mi padre – las palabras salieron de su boca como un alarido de dolor, un grito de verdad, y por un momento las espadas detuvieron su danza mortal permitiendo que las palabras se expandieran hasta disolverse en el vació del silencio.

Ahora era William quien estaba paralizado, mil recuerdos pasaron por su mente en tan solo una fracción de segundo, no podía creer lo que acababa de escuchar, estaba confuso, sus pensamientos, sus deducciones, las palabras que le había comentado Marry de su antiguo amigo, todo se revolvía en su mente en un interminable espiral de sin sentidos, ¿podría ser mentira? No, en el fondo sabia que era verdad, pero aun había algo, una duda que en aquella circunstancia poseía un sentido erreal

-el siempre te trato bien, su único error fue no haberte reconocido ¿era este hecho merecedor de toda la sangre que derramaste?-Logro decir William finalmente

Christin noto el sufrimiento en sus palabras y presintió que el nivel del combate volvería a aumentar en cuanto respondiera, independiente de la respuesta que diera, por lo que simplemente acomodo la espada en su mano, se preparo para una buena defensa y dijo sin prestar atención a sus palabras
-Fue un accidente
-¡¿Un Accidente?!-Repitió William atacando nuevamente, esta vez a pesar de su defensa había logrado alcanzar el pecho de su oponente, pero solo había logrado una herida superficial gracias a los ágiles reflejos de este- tu accidente acabo con casi toda mi familia, con la única que conocí luego de la muerte de mis padres, dejándome
Solo recuerdos de una lejana felicidad
-No eres el único caído en desgracia William- respondió mientras retrocedía para tener mas libertad de movimiento- también yo perdí a mi madre y a mi recién descubierto padre, quedando solo en el mundo
-No te preocupes, viejo amigo, acabare con tu dolor, y luego reiniciare mi vida con mi querida Marry- pronuncio esta declaración mientras levantaba su espada en forma amenazante

Las palabras de William atravesaron la mente de Christin como un rayo, durante todo el duelo se había comportado pasivamente, es cierto el había convocado la lucha y realizado el primer ataque, sin embargo aunque le hubiese sido de gran utilidad acabar con su oponente, no había intentado matarlo, simplemente se defendía, había algo dentro de si que le impedía intentar matar realmente a su oponente. Pero al oír el nombre de su amada en los labios William su actitud cambio completamente, recordó que el supuesto motivo de el duelo era el matrimonio de Marry, no liberarlo de sus culpas, el pensamiento de Marry casada con William, a pesar de lo deteriorada que estaba su relación actualmente, renovó su fuerza de sobremanera, de la nada empezó a realizar ataques rápidos con gran pericia y destreza.
William que en un momento pudo haber asesinado a su adversario, ahora se encontraba sobrepasado por los ataques de su oponente,

-¿Qué? ¿Ahora quieres luchar?- pregunto William de forma arrogante- es por Marry ¿verdad? Si no fuera por ella, nunca habría sabido que mentías, fue ella quien lo descubrió

El ataque se detuvo por un momento, William se descuido y Christin aprovecho ese momento para rasgar su pecho con el filo de su espada, su oponente se vio obligado a arrodillarse en el piso por el dolor. Entonces sin siquiera pensar en lo que hacia, Christin le dio muerte de una ágil estocada en el corazón, y aquel que había sido amigo, compañero y rival se quedo sin vida a tal velocidad que ni una palabra pudo pronunciar en su partida.
Por unos instantes todo lo que Christin sentía era una gran satisfacción estaba orgulloso de su hazaña, sonreía cruel y malévolamente ante su obra, había acabado con la amenaza, con su enemigo, pero rápidamente la culpa se hizo presente, miro a su oponente y dejo de ver al joven caballero, solo veía al que alguna vez fue su compañero de juegos, su amigo, su propio primo, bañado de sangre que escurría de las heridas que el acababa de hacer, aparto la vista de la escena y se topo son su espada carmesí, y ahí en el reflejo de la sangre se vio a si mismo matando a William sin ninguna piedad. Fue cuando huía de esta visión, apartando la mirada a cualquier punto en que no tuviera que ver el rojo de su crimen, entonces por primera vez logro ver lo que en realidad había ocurrido hace tanto tiempo, no, hace tan solo un par años, aunque para el era casi en otra vida, pero ahora era nítido como si hubiese estado escrito en las cenizas de la mansión a su alrededor.
Podía ver claramente el despejado cielo de aquella terrible noche, podía escuchar las palabras de su madre cuando hablaba con el Marques de Ghetlam, tan patentemente como si aun se encontrara espiándolos tras la puerta.

-No podemos seguir así- reclamaba ella
-¿A que te refieres?-preguntaba con tranquilidad el Marques
-Sabe exactamente a que me refiero, pronto se convertirá en un hombre, merece más que una vida de sirviente
-Sabes que no puedo hacer mas por él, ya le he ayudado demasiado, seria un riesgo innecesario
-pero tiene habilidad con la espada y gran amor por la poesía
-pero no tendría sentido, seria correr un riego injustificado
-¿Un riesgo injustificado?, no estamos hablando de uno de sus negocios, si no de su...
-¡Suficiente!- corto secamente el marques
-¿Por qué le cuesta tanto reconocerlo?
-Porque fue solo un error de juventud
-Error o no la verdad es innegable y aunque usted no lo quiera por la venas de mi joven Daniels corre su misma sangre…
-Calla mujer-exclamo el marques molesto
-No le pido que lo reconozca como su heredero, solo que lo ayude un poco
-Silencio-volvió a decir el marques- creo que oí un ruido-comenzó a aproximarse a la puerta pero cuando estaba apunto de abrirla y descubrir Daniels, su madre, ignorante de su presencia, lo salvo diciendo
-imposible, todos duermen a esta hora
En ese momento Daniels estaba paralizado, se encontraba en shoc tras la puerta, pero en cuanto recupero el movimiento corrió a mas no poder, como queriendo escapar del conocimiento que acababa de adquirir, no captaba del todo la implicancias de la palabras de su madre, pero en su pecho sentía una fuerte desesperación, corría queriendo escapar de al realidad, con la esperanza que todo no fuese mas que un perturbador sueño, aquel hombre tan frió no podía ser su padre, fue durante esta carrera que tropezó y dejo caer la vela que traía en las manos, lamentablemente estaba demasiado desconcertado como para notar el fuego que consumía las cortinas y se expandía por las paredes.
Cuando finalmente recupero el sentido y noto el calor, las llamas ya se habían apoderado de gran parte de la mansión, por lo que Daniela solo conciente del peligro se apresuro hacia alguna salida, pero cuando ya se encontraba a salvo a una considerable distancia de las llamas, pensó en su madre y regreso a aquel infierno en su rescate, mas cuando la halló, se encontraba apoyada en una gran viga en llamas, la ultima que sostenía el techo, imposibilitada de caminar y con la pequeña hija del marques entre sus brazos, le rogó que salvara a aquella niña, el se negó prefería salvar a su madre que a esa criatura, pero finalmente predomino la voluntad de la mujer , por su puesto Daniels no se fue si antes prometerle regresar, pero en cuanto cruzo el lumbral de la puerta, la viga cedió y el techo se desplomo aplastando a su madre, intento volver a entrar pero las llamas le cortaron el paso, supo que ya no había nada mas que pudiera hacer, salio rápidamente de lo que quedaba de la mansión y dejo a la niña a varios, metros del incendio donde estaría segura del fuego y seria rescata con facilidad, luego huyo, vago por la ciudad sin rumbo durante toda la noche, corrió sin saber donde hasta que no pudo mas, callo al piso, pero no se detuvo se levanto y continuó cansadamente su andar apoyándose en los firmes muros de la ciudad. Y la visón desapareció, luego no venia mas que un enorme vació, trato de recordar que ocurrió después pero no pudo ver mas que la dulce imagen de Marry Thecker. Cual ángel sobre su lecho.

-Marry- susurró, fue este recuerdo lo que lo regreso a la realidad, el tiempo había pasado, ahora solo quedaban unas cuantas marcas y escombros en el lugar donde había estado aquella bella mansión, y ahí se encontraba él completamente solo con el cadáver de William y su espada ensangrentada, habían pasado horas desde el inicio del duelo, las personas empezaban a despertar y la ciudad recuperaba su habitual movimiento.

Christin sabia que debía irse, alejarse de aquel lugar y marcharse de la ciudad para evitar problemas, había decidido salir del país como lo había planeado tantas veces, pero primero había algo que debía hacer, se apresuro a llegar al barrio de los Thecker, se escondió en la sombra de un callejón cercano y la observo por ultima vez, entonces como conciente de su presencia, ella se asomo por la ventana, quiso correr hacia ella, contarle todo, persuadirla para que huyera a su lado, pero sabia que no funcionaria en cuanto Marry se enterase de que había acabado con la vida de William de seguro lo repudiaría, si es que aun no lo repudiaba, no era tonto sabia que ella nunca lo había amado como él lo hacia, estaba mas que conciente que la posibilidad de una vida feliz junto a su querida Marry solo existía en su imaginación, por lo que le dio una mirada final a la casa que se había convertido en su hogar durante los últimos meses y se despidió en silencio de aquella joven, que le había dado una nueva vida y una nueva identidad, que ya de nada servían, por que al igual que con las anteriores él las había destruido.

Desde la ventana Marry miraba la ciudad, tenia un mal presentimiento, había oído a Christin salir muy temprano por la mañana., como le hubiera gustado que el estuviera ahí, extrañaba a su amigo a pesar de lo distanciados que ahora estaban, no quería perderlo por casarse, pero sabia que ella no podría brindarle el amor que él le pedía, trataba de aclarar sus pensamientos, pero una angustia en su pecho no la dejaba pensar algo andaba mal, Sir William había quedado de llegar temprano aquel día, para desayunar, ¿Qué lo retrasaba? ¿Dónde estaba? ¿Dónde estaba Christin?, trataba de calmarse, pero no podía, solo un horrible sentimiento reclamaba su emoción y solo un pensamiento acudía a su mente, algo terrible había ocurrido y ella no podía hacer nada mas que esperar para saber que era lo que debía llorar, pero era cierto y lo sentía, simplemente “Algo estaba mal”.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Sin titulo, NN hasta nuevo aviso (parte 4)

Los meses pasaban, William visitaba cada vez con mas frecuencia la casa Thecker y Christin estaba decidido a presentarse ante el en su próxima visita, lo había observado a distancia durante demasiado tiempo y todo su espionaje solo lo había conducido a la conclusión de que si quería estar seguro debía presentarse ante Sir William y esperar lo mejor, además de ser reconocido se refugiaría en su amnesia, sabia que aunque despertara sospechas la falta de memoria aria dudar a cualquiera y eso le daría tiempo de huir si fuese necesario.

Y así lo hizo, ocurrió un viernes por la tarde como era su costumbre, Christin se encontraba en el segundo piso, en espera de Sir William, quien llego tan puntual como siempre a las 4 de al tarde con su tradicional ramo de rosas, las que fueron cambiando de color con el tiempo hasta llegar a un tono tan rojo como la sangre. Sir William entro a la casa y fue llevado a la sala por el mayordomo, para que allí aguardara por Marry, este era el momento que esperaba Christin, luego que el mayordomo se retirara, suavemente abrió la puerta de la sala

-Buenas tardes-dijo, y la mirada de William se clavo sobre el
-Buenas tardes señor-respondió con cordialidad pero sin quitarle la mirada
-Es un gusto poder conocerle al fin Sir William
-Gracias, me gustaría decir lo mismo pero creo que no me han hablado de usted
-¿en serio?- esto le molesto, en todo este tiempo, nadie le había hablado a este sujeto de su existencia, le resultaba difícil creerlo- Que curioso, me llaman Christin y e vivido en este lugar desde antes que usted apareciera - había un deje irritación en sus palabras, pero demasiado leve para ser notado.
-Es extraño Marry nunca me hablo de usted, sin embargo su cara me parece conocida, me podría decir su apellido por favor
-Me temo que eso es imposible – Marry acaba de entrar con una expresión indescifrable en el rostro, entre sorpresa y gusto, pero se encontraba lo bastante centrada como para introducirse de inmediato en la conversación - es un desconocido

Ambos jóvenes se habían quedado en silencio ante la sorpresiva intromisión de la señorita en la conversación, pero se repusieron al instante.

-Mi dulce Marry, disculpe mi falta de lucidez pero no le entiendo, ¿podría explicarse mejor?
-Por supuesto buen William, será un placer, vera, hace casi 2 años mirando yo por mi ventana, tuve la fortuna de divisar a Christin, se encontraba muy mal herido así que lo traje a casa donde paso largo tiempo inconciente, llegue a pensar que nunca despertaría
-Para cuando desperté no podía recordar nada- interrumpió Christin- de hecho aun no puedo, sinceramente si no fuera por la señorita Marry no se que habría hecho, ella a sido tan dulce conmigo- pronuncio las ultimas palabras con malicia, pero Sir William no parecía haberlo notado.

-entonces ¿es usted el buen amigo desmemoriado de mi querida Marry?
-¿perdón? Estaba algo sorprendido por la pregunta
-Así es-respondió Marry- es él
-y ¿haz vivido aquí desde entonces?
-pues si, no recuerdo donde vivo, ni si tengo algun familiar, así que...-intento decir Christin, pero Marry acudió en su ayuda, al ver que no encontraba las palabras
-no tenia a donde ir, así que se quedo aquí – Dijo con seguridad como si fuera lo mas normal del mundo
-Ya veo, mi querida Marry es usted indudablemente una mujer caritativa
-oh Sir William es usted tan galante
-Como no serlo con una mujer tan bella como usted – se habían dicho tantas veces este dialogo que ambos se lo sabían de memoria y lo repetían por inercia como si se encontrasen solos
-De seguro le dice eso a todas las chicas
-Claro que no, sabe bien que no podría mirar a nadie que no fuera usted
-Sir William, me hace sonrojar
Christin estaba rojo de ira, no soportaba presenciar la escena, por lo que salio corriendo de la habitación olvidando todo gesto de cortesía y buenas costumbres. Como era de esperarse a la pareja esto le pareció tan importante como el vuelo de una mosca, es decir que no notaron la actitud del joven, ni la forma en que había salido de la habitación.

Esa misma tarde en cuanto Sir William se hubo retirado Marry busco a Christin, cosa que no el demoro mucho, ya que dedujo al instante que debía encontrarse en el jardín, y no se equivoco, ahí estaba el sentado en una banca, con una rosa en las manos y la mirada perdida.
-Hasta que te decidiste a conocer a Sir William -espero una respuesta, en ausencia de ella prosiguió- y ¿Qué te ha parecido?

Christin no respondió a su pregunta simplemente se limito a levantar la mirada hacia Marry, era una mirada tan triste y fría, tan herida y tan dispuesta a luchar, y al mismo tiempo tan colérica, contenía demasiadas emociones como para que Marry pudiera interpretarla.

-vamos, contéstame ¿Qué opinas de Sir William?-volvió a preguntar con insistencia, pero con evidente amabilidad
-No puedo responder a su pregunta ya que solo e cruzado palabras con el una vez - respondió con un tono entre molesto y burlesco
-¡¡Excusas!! – la opinión de Christin era importante para ella y el que se negara a decírsela la molestaba-esa no fue razón para impedirte juzgarle en el pasado, ¿Por qué habría de serlo ahora?
-Pues si tanto le interesa lo que yo creo, se lo diré, a mi parecer Sir William no es mas que un inocente bobo -respondió finalmente con tono irritado y arrogante
-¿En que te basas para decir eso?-pregunto con sorpresa
-Volvió a Londres abandonando su trabajo y desprotegiendo a los que dependía de el para buscar un asesino que tal vez nos existe

¿Asesino? -Pensó Marry – ¿Hablara del incendio?- no era la primera vez que le parecía que Christin sabia mas de lo que decía, ocultaba algo estaba segura, pero ¿Qué?, ¿algo sobre lo ocurrido en la Mansión Ghetlam?, ¿algo sobre William?, ¿Algo sobre su supuestamente olvidado pasado?, aun le faltaban piezas para armar el rompecabezas, y ella misma no se atrevía a creer ninguna respuesta que pudiera deducir sin pruebas, no quería hacerlo, después de todo le había tomado cariño a ese joven, por ahora decidió continuar con la conversación, estaba algo molesta y sorprendida, pero sabia que solo tendría que mantener el control por algunos momentos mas, Christin era propenso a perder el control y acabar con las discusiones y conversaciones de forma abrupta.

-Es un hombre de buen corazón, que busca respuestas – afirmo ella en defensa de Sir William
-Es un bobo y además un lacayo de la realeza-respondió desafiante
-Te equivocas el es un noble caballero que lucha por su país
-Hablas de el como si hubiera realizado grandes hazañas
-La realizara en el futuro, tiene tiempo para ello
-¿De que hablas?, el nunca hará nada, no puede ni cuidar a su pequeña prima, tu misma dijiste que la delego a su hermana. – estaba irritado y hablando incoherencias.
-Por que sabia que así la pequeña estaría mejor cuidada, además la visita a diario y la protege como si fuera su propia hija
-¡¡¡BASTA!!!- clamo Christin
-¿Qué pasa? ¿No soportas que te contradigan? o ¿reconoces que te equivocas?
-¡¡Al contrario, usted lo idolatra y eso le hace cegarse a la realidad!!
-tu lo envidias y eso te hace detestarlo
-¿Por qué habría de envidiarlo?- pregunto desafiante
-Porqué no te resignas a que sea mejor que tu

Ya estaban prácticamente en los gritos pero este ultimo comentario de Marry desato totalmente la ira de Christin, quien empezó a hablar aparentemente sin sentido

-¿Mejor que yo?, imposible que lo sea, con que motivos lo afirmas – se encontraba demasiado iracundo como para prestar atención a las formalidades-¿es acaso la nobleza de su sangre? la mía es tan noble como la de él, ¿son acaso sus palabras? Cualquiera notaria que se opacan al instante al compararse con la poesía que yo digo, ¿es su fuerza?, ganaría si nos enfrentáramos uno contra uno, su inteligencia seria fácilmente dominada por la astucia, o ¿es simplemente en su físico donde se encuentra su superioridad? Ya que carece de cualquier otra gracia, no sabia que te atraían los hombres con esas características.

-¡¡Tu no lo entiendes!! – grito Marry con desesperación
-¿Qué es lo que no entiendo?
-Tu jamás soportarías afrontar lo que el a vivido
-¿Qué? ¿el engaño? ¿la desgracia? ¿la muerte? Yo he vivido eso tantas veces como el y con mayor intensidad, si es eso, su fuerza espiritual, su acercamiento con la muerte, si es solo eso, tu gran héroe es simplemente una quimera de tu mente- pronuncio estas palabras con tanto odio y energía que Marry no soporto mas la discusión y por primera vez fue ella quien huyó corriendo del jardín, un hecho que en lugar de provocar culpa en Christin produjo satisfacción, orgullo de sus palabras y del daño que estas causaban.

Desde entonces la relación entre Marry y Christin cambio, y aunque a veces se les podía ver aparentemente disfrutando de la compañía que se brindaban, el distanciamiento que sentían era evidente, Marry dejo de hablarle de la forma tan personal con que se dirigía a él, en cuanto a Christin disminuyo su poesía y romanticismo al punto de simplemente regalarle una rosa con algunas líneas de vez en cuando, gesto que también desaprecio cuando Sir William decidió pedir la mano de Marry en matrimonio.


sábado, 16 de febrero de 2008

Sin titulo, NN hasta nuebo aviso (parte 3)

Mientras tanto Christin se apresuraba a salir de la casa y a correr por los jardines para refugiarse entre las rosas, ya que era el único lugar donde se sentía seguro. La cabeza le daba vueltas era como si una sombra, un espectro oscuro, el pasado venia a arrebatarle la belleza de su vida, nuevamente cruzo por su mente la idea de huir, escapar de la ciudad y resguardarse de su pasado en tierras extranjeras y nuevamente renuncio a esta tentativa, ahora tenia un nuevo nombre, una nueva vida, una nueva identidad, además a sus ojos la posibilidad de que William lo reconociera era casi inexistente, después de todo habían pasado muchos años desde la ultima vez que se habían visto, Sin embargo debía asegurarse, no deseaba arriesgarse demasiado, algo debía hacer. Por ese motivo al día siguiente inicio una poco común conversación con su querida Marry.

-¿Cómo se encuentra hoy?- pregunto cortésmente
-muy bien-respondió Marry expectante de la próxima frase de su interlocutor, tenia la fuerte impresión de que su amigo ocultaba y/o tramaba algo, sensación que tenia muy a menudo. Era altamente sospecho, durante todo el tiempo que había vivido con Christin este no pareció recordar absolutamente nada de su pasado sin embargo sabia de economía y letras además era diestro en distintas actividades como equitación, esgrima o jardinería. Todo esto llevaba a Marry a sospechar, es por ello que siempre prestaba gran atención a sus palabras, aunque simulaba ignorar la mayoría de ellas.

-Así veo, se ve usted radiante si me permite decirlo y parece estar de mejor humor que el día de ayer-la frase parecía amable e inocente, Christin estaba midiendo sus palabras con sumo cuidado
-Pues lo estoy
-Entonces… quizás podría comentarme su tarde de ayer
-¿Qué es lo que quieres saber?-preguntó con expresión de desconfianza
-nada en especifico, solo lo que usted quiera contarme, que se yo, algo de su bordado, o la novela que esa leyendo o tal vez de su amigo ese tal Sir.
-¿William?
-Veo que os llamáis por su primer nombre- esto le molesto peo procuro mantener la calma
-Así es, me parece que no hay motivo para no hacerlo, después de todo me a parecido un hombre encantador- Había picardía en sus palabras, pero Christin no lo noto
-¿Cómo puede decir eso? Si solo lo ha visto una ves, apenas lo conoce, no sabe ni de donde viene ni cuales sus objetivos

Era evidente la repulsión que Christin sentía por Sir William, Marry la noto al instante, y supuso que esto se debía simplemente a que Christin se sentía amenazado, era evidente, estaba celoso, pero decidió continuar con la conversación como si no estuviera conciente de esto hecho, sentía cierta curiosidad, ante lo que pretendía Christin, ¿solo quería perjudicar a Sir William? ¿O había algo más?

-Puede que no sepa bien quien es,- Respondió Marry finalmente-pero se claramente que vino de Paris, y puedo afirmar sin temor a equivocarme que tiene los mas nobles intereses
-Parece muy segura Señorita, entonces ¿Cuáles serian los intereses de los que me habla?
-Te veo muy interesado Christin, ¿Por qué tantas preguntas?

El joven se sintió descubierto, pero no estaba dispuesto a retirarse de la conversación tan fácilmente, además aun no quedaba del todo en evidencia, así que respondió de la forma mas natural e inocente que pudo.

-Es solo sana curiosidad señorita
-En tal caso- dijo ella escéptica-si de verdad lo quieres saber- hizo una pausa para observar a su interlocutor, este parecía de verdad interesado- Sir William a venido a Londres a investigar el incendio que le ocasiono la muerte a su tío.

-Y si es tan “noble” ¿Por qué espero tanto para venir?- no le gustaba nada lo que acaba de escuchar, tal vez se había tomado el hecho demasiado a la ligera.

-Para que lo sepas estuvo ocupado por su carrera militar, no a cualquiera le dan el titulo de Sir -Marry comenzaba a irritarse
-De seguro se integró a la milicia solo para obtener y dinero. Por que si no lo ha notado no hemos tenido la desgracia de ver guerras desde los tiempos de nuestros abuelos
-¡Tu no conoces a William el dinero no le interesa!
-¿Cómo lo sabe? señorita, solo lo ha visto una vez
-Porque desde joven donaba la mitad de su sueldo al noviciado donde se encuentra su hermana y desde la muerte de su tío envía más del 90% para satisfacer las necesidades de su pequeña prima
-¿Os lo a dicho el?- había malicia en sus palabras, se sentía seguro
-NO, me lo ha dicho mi padre que es su asesor de finanzas

Esto dejo sin argumentos al joven, ahora se sentía sin palabras, y Marry se dio cuenta de ello.

-¿no tienes nada mas que decir?
-Supongo que no tendría sentido continuar con esta conversación, de todas formas ¿para que hablar de un desconocido?, si me lo permite me retiro

Parecía que la conversación había concluido, pero justo antes de que Christin atravesara la puerta, Marry lo detuvo

-Espera Christin, una cosa mas, si te gusta tanto juzgar a la personas, deberías al menos intentar conocerlas primero
-mmm?, Tal vez lo haga señorita, tal vez lo haga -y después de decir esas palabras cerro la puerta tras de si.

Había conseguido bastante infamación de Sir William gracias a Marry, pero aun faltaba lo mas importante, averiguar si lo reconocería, si era así no tardaría en sospechar de él, y si descubría su implicancia de seguro le mataría, después de todo Sir William era un hombre de guerra acostumbrado a matar, por lo tanto debía moverse con cautela, vigilarlo, antes de hacer cualquier cosa, necesitaba saber si era el mismo hombre que conoció hace tanto tiempo, y especialmente debía saber hasta donde podía llegar.

***

Una semana después Sir William de Ghetlam volvía a la casa de su banquero con un ramo de rosas blancas, era evidente que venia a visitar a Marry, Un hecho que molesto de sobremanera a Christin, pero que sin embargo le fue de mucha utilidad, ya que podría verlo sin que este notase su presencia, después de todo, en un año de estadía, ya conocía todos los rincones de la morada en la cual vivía.

Para Christin, William se veía casi igual a como lo recordaba, simplemente estaba mas alto y con una pequeña cicatriz diagonal bajo el ojo izquierdo, seguramente había sido producida por un combate con espadas, que por lo que recordaba, era el arma preferida de William. Esto le desconcertó tenia la sensación de que le reconocería en cuanto le viera, debía hacer algo, no podía presentarse frente a él así, no aun, su primera idea fue escuchar la conversación desde la habitación continua. Pero le fue imposible, llevaba solo 10 minutos en su posición cuando se dio cuenta que no podía soportar el ir y venir de halagos, los celos le tenían casi dominado, él le había relatado a Marry sus mejores versos, altamente superiores a las repetidas frases de Sir William, sin embargo Marry nunca los tomo en cuenta. Christin comprendió que si se quedaba en ese lugar no tardaría en entrar e interrumpir la conversación dejándose así al descubierto ante Sir William, así que finalmente opto por retirarse.


lunes, 11 de febrero de 2008

Sin titulo, NN hasta nuebo aviso (parte 2)

Los días pasaban y Christin ya estaba mas tranquilo, su aparente amnesia le brindaba seguridad ante las agudas preguntas de Marry, que ya acostumbrada a no recibir respuesta poco a poco dejo de hacerlas.

Quien una vez fue huésped, ya con sus heridas curadas, se había convertido en un fiel confidente y compañero de las tardes, en aquella silenciosa mansión donde el tiempo parecía no transcurrir, pero sin notarlo ya había pasado un año, desde la peculiar llegada de este sujeto que ya era considerado un “miembro de la familia”.Pero entonces como para recodar la realidad, el pasado de Christin se presento ante la puerta de los Thecker.

Aquel día el Señor Thecker llego mas temprano de lo habitual y en compañía de un inesperado invitado, un joven de cabellos oscuros, labios gruesos, piel bronceada y fuerte musculatura, pese a la tristeza que delataban sus ojos era un hombre lleno de vitalidad, muy diferente a la figura del Sr. Thecker, que era ya un hombre desgastado por los años con la cabeza llena de canas a pesar de no tener mas de 48 años, por lo general se le halagaba su buena forma pero junto a la figura de aquel joven que lo acompañaba ciertamente parecía un anciano.

En el momento que cruzaron el lumbral de la puerta se encontraron de frente con Marry, que desde la muerte de su madre tenía la fuerte costumbre de saludar a su padre en cuanto llegaba, y aunque esta vez se había adelantado no fue la excepción.

-Buenas tardes mi querida Marry - Saludo dulcemente su padre
-Buenas tardes padre -respondió ella al instante
-Permíteme presentarte a Sir William de Ghetlam
- Es un placer Señor
-Se equivoca Señorita el placer es todo mió, disculpe mi sorpresa, pero mi buen amigo y orientador de finanzas no me había dicho que tenia una hija tan encantadora
-Señor usted me halaga. ¿gustaría pasar a la sala y tomar algo de te?
-Por supuesto, pero solo si usted promete acompañarnos
-Lo haré con mucho gusto


Una vez en la sala cómodamente ubicados continuaron con la amena conversación

-Dígame Señor Ghetlam ¿a que debemos su agradable presencia?
-Antes de toda señorita me gustaría que se dirigiera a mí simplemente como William, si es que esto no le incomodase – No era lo mas apropiado para tratarse con un hombre que es casi un desconocido pero esto no le importo a Marry
-estaría gustosa de llamarlo por su nombre siempre que usted acepte el mió para dirigirse a mi- había algo en él que la llenaba de confianza

Esta fue la última señal para el Señor Thecker, quien comprendió que su presencia en la habitación solo seria una molestia. Marry era su única hija, pero confiaba plenamente en William, así que decidió marcharse con la excusa de saludar al joven Christin, pero como era de esperarse no llego muy lejos, se quedo lo bastante cerca de la habitación como para poder escuchar la mayoría de la conversación y entrar de inmediato en caso de considerar esto fuera necesario.

Los jóvenes apenas prestaron atenciones las palabras del hombre, lo cierto es que sentían una atracción muy fuerte el uno por el otro por lo que solo querían conocerse un poco mientras intentaban contener sus impulsos para no actuar de forma inadecuada

-William, no respondió usted a mi pregunta
- oh, disculpe Marry- el nombre se deslizaba entre sus labios como el aliento de la vida en un niño travieso- vera he llegado a Londres hace ya algunos meses para investigar el incendio ocurrido hace poco mas de un año en la mansión de mi tío el marques de Ghetlam

-Pero la propiedad del marques se encuentra del otro lado de la ciudad, ¿Cómo a terminado usted en esta zona?
- Vera usted, no había tenido la oportunidad de venir a Londres en varios años, y debo reconocer que soy ciertamente lo que se conoce como un ignorante en finanzas, así que e decido asesorarme por el banquero mas confiable y respetable de la ciudad
-Mi padre- Acoto ella al instante
-Esta usted en lo cierto
-¿pero no le incomoda a usted, cruzar toda la ciudad solo para encontrarse con su banquero?
-Al contrario, no me incomoda en lo mas mínimo, y ahora que e tenido la oportunidad de conocer a su agradable persona, planeo venir mas seguido, claro siempre que esto no le cause disgusto
- Por supuesto que no, es usted bienvenido, y si me padre así lo acepta, puede venir tan seguido como quiera

Y así continúo la vana conversación entre los jóvenes, que más que platica, era un ir y venir de halagos en todas direcciones.
Para cuando Sir William se retiro de la morada del banquero, ya empezaba a oscurecer. El señor Thecker había esperado toda la tarde con ansias la partida del joven, y en cuanto este se marcho se dirigió a su hija

-Veo que te ha agradado mucho Sir William de Ghetlam
-así es padre, me parece un hombre, mmmmm, como decirlo…
sorprendente
-oh, lo es, entro a la milicia cuando solo tenia 12 años, y desde entonces no a hecho mas que prosperar hasta convertirse en Sir. Posee buen corazón y acomodada posición económica, un buen partido para cualquier señorita

Marry inclino la cabeza pensativa, pero no adquirió el entusiasmo que su padre esperaba al oír sus palabras, más bien parecía que estaba algo confundida

-Aunque el joven Christin tampoco esta nada mal –continuo el Señor Thecker como sin prestar importancia sus palabras, pero estaba expectante ante la respuesta de su hija
-¿A dónde quieres llegar Padre?- nuevamente se hacia notar la agudeza característica de Marry
- yo solo digo, querida hija, que tu ya tienes edad para el matrimonio, y tienes 2 buenos hombres ambos evidentemente interesados en ti, entre los que podrías elegir
-Pero padre ¿como puedes decir tal cosa?, yo creo que estoy muy joven para el matrimonio, además a Sir William apenas lo conozco y Christin es como un hermano para mi.

Fue en este preciso momento cuando Christin pasaba casualmente por fuera de la habitación, se había pasado toda la tarde en los jardines entrenando a los finos caballos de su anfitrión, lamentablemente llego justo para oír las palabras de Marry, palabras que se le clavaban en el pecho como afiladas dagas que perforaban su carne. El se encontraba conciente de que su amor no era correspondido, pero escuchar que alguien podría arrebatarle la compañía de su querida Marry era definitivamente algo que no podía soportar ¿Quién era ese Sir William? ¿De donde había venido? Decidió intentar calmarse y simular que no había oído nada, por una vez debía intentar controlarse y lograrlo, no podía permanecer en esa posición, si era descubierto escuchando tras la puerta era de esperarse que Marry se enfadaría con el, y esto era una de las cosa que mas detestaba, así que decidió entrar a la habitación y cortésmente inicio una conversación.

-Señorita Marry se ha perdido usted una Agradable tarde en los jardines – saludo en el tono mas neutral que le fue posible
-No te preocupes Christin yo pase una muy buena tarde aquí dentro, quizás mañana visite los jardines
-Estoy seguro de que las flores se alegraran de verla, ya que usted irradia tanta belleza entre las delicadas rosas, es tan grande su brillo, que las flores no pueden sentir más que admiración por usted- un nuevo intento, el solo conseguir una sonrisa de los labios de su amada hubiera calmado su espíritu, pero no fue así, Marry simplemente se limito a mirarlo escéptica

-Sabes Christin creo con sinceridad que a ti te hace falta conocer mas gente, esa fascinación hacia las flores no puede ser normal- no fue lo mejor para el abatido corazón del joven. La respuesta molesto a Christin, no le gustaba ser tratado como loco, y menos cuando el solo intentaba agradar a Marry, así que sin pensarlo 2 veces respondió con un descortés sarcasmo

-Estoy seguro de que a usted le encantaría presentarme personas, ya que sale tanto y conoce tanta gente
-Pues para tu información Christin, no necesito salir para conocer gente, hoy por ejemplo pase la tarde con un agradable caballero sin tener la necesidad de moverme de mi hogar
- Y ¿quien es ese agradable caballero? si es que puede saberse- era la primera vez que un impulso prometía ofrecerle algo, aunque solo sea un poco de información
-Uno de mis amigos, Sir William de Ghetlam - respondió el Señor Thecker a la pregunta, a sabiendas de que no iba dirigida a èl, pero con la fuerte esperanza de acabar con la discusión

- ¿Quien? – pregunto Christin sorprendido, quizás hasta impactado
-Sir William de Ghetlam-repitió Marry
-¿Qué pasa Christin? te has puesto pálido- Exclamo el Señor Thecker con evidente preocupación
- No se preocupe Señor, estoy bien, ¿puedo retirarme? – respondió con evidente dificultad
- Claro Christin retírate

Y así lo hizo, si antes casi chocar contra la puerta

-Parece que no le a caído nada bien la visita de Sir William ¿tu que opinas Marry?
- Yo pienso que Christin solo intenta preocuparnos hay que dejarlo solo ya veras como mañana estará bien.


miércoles, 6 de febrero de 2008

Sin titulo, NN hasta nuevo aviso (parte1)

Parecía una tarde normal en la ciudad, la joven y menuda Marry se encontrada sentada concentrada en su bordado, repentinamente alzo la mirada, por casualidad pudo distinguir una pequeña silueta a través del cristal de la ventana, pero se encontraba demasiado lejana como para poder distinguirla con claridad, así que mas por curiosidad que por interés, Marry decidió acercarse a la ventana, al ver la figura con detenimiento pudo notar al instante que se trataba de un joven, la distancia que los separa era extensa y este se encontraba de espaldas, pero de todas formas le resulto evidente que no era mucho mayor que ella, debía tener entre 17 o 18 años a lo sumo, era delgado, de una piel extremadamente blanca casi anormal, al menos eso parecía por el tono de sus manos, y cabello hermosamente rubio, pero a pesar de su agradable aspecto tenia un extraño caminar que llamo su atención, de pronto tubo el fuerte deseo de correr en dirección a aquel desconocido antes de que desapareciera de su vista, dudo un momento, el joven cayo y Marry no se contuvo mas desafiando todas sus reglas de comportamiento, se dirigió hacia él lo mas rápido que le permitieron las piernas.

Dos días habían transcurrido desde este hecho cuando el joven desconocido abrió sus azulinos ojos e intento levantarse

- Yo en tu lugar no me movería, tienes serias quemaduras y una que otra factura
- ¿Donde me encuentro?- pregunto con dificultad, fue evidente su asombro al oír la forma de hablar de su interlocutora y notar la presencia de esta hermosa joven de adorables ojos miel y pelo casi tan rubio como el suyo
-esta es la casa de mi padre el respetable banquero Arthur Thecker, y yo si es que quieres saberlo soy Marry Elizabet Thecker, quien te trajo aquí

Acabada esta presentación el joven se apresuro a preguntar, algo desconcertado, que había ocurrido

- Esperaba que tu me lo dijeras – respondió Marry con una sonrisa inquisidora- después de todo tu eres el hombre mal herido que vagaba por las calles

El joven quedo atónito ante aquellas palabras, rápidamente intento ocultar su reacción bajando la mirada y aparentando cansancio.
Marry creyó sin dudar aquel embuste y detuvo la conversación, segura de que en ese momento lo mejor para su huésped seria descansar.

***

Los días pasaban y la salud del joven mejoraba, sin embargo no parecía recordar nada de su vida por lo que Marry Decidió dirigirse al el como Christin. Acto que el acepto sin dar muestras de molestia, en realidad disfrutaba este Nombre, que lo hacia sentirse con una nueva identidad que no tenia pasado.

Cuando se cumplieron 2 semanas de la llegada de Christin, Marry intento refrescar su memoria

-dime Christin ¿haz logrado recordar algo de tu pasado?
- No, no e podido recordar ni siquiera mi apellido o el nombre de mis padres, a veces pienso que jamás sabré lo que en verdad ocurrió – exclamo con tristeza
- No te angusties Christin estoy segura que pronto podrás recordar todo, no debes perder la esperanza
- mi dulce señorita ¿que seria de mi sin sus cuidados y palabras de aliento?, ciertamente estaría perdido
Marry ignoro este halago como todos los que le decía y continúo la conversación como si sus oídos no escucharan las palabras de cariño que el joven le regalaba.

-¿Sabes? Creo que te ayudaría ver objetos o imágenes de cosas que conozcas, de cosas de tu pasado, eso te debería ser útil para recobrar tu memoria
-Pero señorita, usted misma dijo que yo no traía nada conmigo cuando me encontró
-Si, tienes razón- comento desalentada, pero de pronto su cara se ilumino- espera aquí Christin tengo una idea-. Se levanto de súbito y salio rápidamente de la habitación, presa de una renovada energía.

Minutos más tarde reapareció mas calmada, pero con una notable vivacidad, traía una especie de papel en sus pequeñas manos

-¿Qué es eso?- pregunto Christin en cuanto la vio
-Este es el periódico del día que te encontré, lo he hallado en el escritorio de mi padre, el siempre los conserva por aproximadamente un mes para vigilar los movimientos de la bolsa- Explico mientras le tendía el periódico.

Christin se paralizo al recibirlo

- ¿Que ocurre?
- Na- na- nada – era evidente que mentía- señorita ¿me permitiría llevarme el periódico y revisarlo en privado?- pregunto con dificultad

Marry acepto su petición, pero en el fondo de su interior empezó a crecer la sospecha de que Christin le ocultaba algo, tendría que vigilarlo mejor

En cuanto salio de la habitación Christin se movió por los pasillos menos transcurridos para lograr salir de la casa y llegar a los jardines, se introdujo en lo más frondoso del amplio terreno y una vez se hubo asegurado de que nadie lo observaba, reviso desesperadamente el periódico hasta encontrarse con una noticia que leyó detenidamente.

“Gran incendio en la mansión del Marques de Ghetlam”

Anoche la lujosa mansión del conocido marques de Ghetlam fue cubierta en llamas, vecinos y bomberos realizaron distintas maniobras para combatir el fuego, sin embargo la propiedad fue rápidamente reducida a cenizas

El terrible hecho acabo con la vida del marques, su esposa y 3 empleados domésticos, sin embargo de forma milagrosa la hija del marques de tan solo 2 años y medio, no sufrió ningún daño ya que se encontraba a varios metros del siniestro, un hecho curioso que esta siendo investigado

La policía cree que los sucesos han sido premeditados, se considera la posibilidad de un atentado por la acomodada posición económica del Marques, no obstante aun no se tienen sospechosos.


Christin estaba paralizado, mientras repasaba las líneas una y otra vez con la vista, mil pensamientos pasaban por su mente, demasiado rápidos como para distinguirlos intentaba comprender lo que esta información significaba para él, de pronto no resistió mas, tomo con fuerza el periódico y lo despedazo con desesperación en cosa de segundos, siempre había sido un chico impulsivo, fue precisamente eso lo que lo llevo a la situación en que se encontraba. Pero ahora debía pensar con la cabeza fría si quería mantenerse a salvó, era evidente que lo mas conveniente era alejarse de la ciudad lo mas pronto posible pero de forma desapercibida, sin embargo decidió quedarse donde se encontraba, no por la seguridad que podría brindarle ser huésped de un banquero tan respetado como era Arthur Thecker, lo cierto era que sus motivación para quedarse no era mas ni menos que la señorita Marry, ya estaba decidido se quedaría a su lado el mayor tiempo posible solo debía ser mas cuidadoso.