jueves, 29 de octubre de 2009

Obnubilados por el cine?

Hoy vengo frente al teclado, no con ánimos de relatar ni narrar sucesos que aparecen en los escenarios de mi mente y se sazonan con la imaginación, hoy mas bien quiero reflexionar, hace tiempo que he observado un nuevo enigma de la psicología social que me tiene intrigada.


En el ultimo tiempo como se a hecho evidente, al menos en mi país, e visto desarrollarse en mas de una ocasión un fenómeno muy particular, observo como es que de la nada un libro, o en la mayoría de las ocasiones, una serie de libros, se popularizan de la noche a la mañana, por algo que llamo el “efecto Cine” , exhibamos los exponentes mas recientes al respecto, la conocida saga de Harry Potter y Crepúsculo, libros que si bien tenían cierto publico antes de las películas, pero que para ser sincera se maximizaron de forma extraordinaria luego de los estrenos de los Films. Hecho que en si mismo no me molesta, pero lo que si me irrita, es que una vez que un libro se pasa a las grandes pantallas, el publico en general pierde toda capacidad de critica para con él.

Este es un fenómeno que llevo tiempo analizando y que afecta tanto a aquellos alejados de la lectura que leen el libro con la motivación que les sembró la película, como a lectores asiduos, incluso a periodistas que difunden comentarios en los medios. Personalmente yo leí los 2 ejemplos mencionados y también vi las películas, por ellos me los e tomado a la ligera, e tenido serias conversaciones acerca de las características tanto de las películas o como de los libros, llegando a clasificarlo como lo que, en mi circulo social privado llamamos, “lectura de metro”, los libros a los que se les atribuye esta característica, son libros, entretenidos, que son difícil de soltar, y que por lo general no suelen ser muy profundos, por lo cual no requieren gran meditación y son fáciles de entender, por tanto es común ver que la gente los va leyendo en los medios de transporte públicos, ya sea microbuses o metros.

Quisiera hacer notar que no estoy diciendo que estos libros sean en si mismo malos, ni que el hecho de que se conviertan en existos cinematografitos les quite su calidad, es evidente que no es así, como se observo en El señor de los Anillos, o si vamos mas al pasado con Dune, que vivieron el mismo proceso, y no dejaron de ser los hitos literarios que son,. Pero en este punto hay algo debemos aclarar y que me gustaría explicarle a esa manga de fanáticos que anda por la vida, una cosa es un LIBRO y otra muy distinta una película, por mas que esta sea basada en el libro, y no me refiero solo a las diferencias de formatos, sino que en si mismo son áreas totalmente distintas, y que quede claro, que un libro sea elegido para hacer una película no implica necesariamente que el libro sea de una alta calidad.

Esto es lo que estoy apelando finalmente, un libro no va cambiar por el hecho de que tenga o no una película, y por mas que uno sea un fanático de tal o cual saga, tiene que saber reconocer sus características, y no dejarse llevar por el éxito cinematográfico ni con la moda. Cosa que espero que la mayoría logre entender porque este fenómeno no debería ser tal, puesto que una película y un libros son totalmente incomparables y su relación nunca lograra de ser mínima.

Un pequeño detalle mas, hoy estoy apelando a que no nos dejemos llevar por las grandes pantallas y los vicios que producen en la gente, pero quisiera también que se eviten las generalizaciones, que un libro sea bueno, no asegura la calidad de la saga, pero eso ya es harina de otro costal, por hoy solo les dejo el cien para reflexionar,

lunes, 28 de septiembre de 2009

Hilos

Sigo los hilos que nublan mi vista a hasta llegar a los nudos que rodean mis manos, mis brazos, mis piernas, mi cabeza, me muevo y se estiran, me recojo y se sueltan, son tan parte de mi que había olvidado su presencia, pero por alguna razón hoy acuden a mi mente y a mis ojos, como hipnotizada no puedo dejar de observarles, me presionan, me aprietan, siento como retuercen mi carne hasta que la sangre cubre sus hebras, sin embargo se que es imposible, están holgados, tan holgados que si no fuera por mis ojos que sean clavados a ellos no sabría que están ahí.


Soy una marioneta rebelde que se resiste a las órdenes de su titiritero, pero que sin embargo no logra liberarse de sus ligazones de hilo, recuerdo cuando te conocí libertad, fue el mismo día que me abandone a las ataduras, pues de no haber sido por ellas, tu existencia habría pasado por mi alma como el aire a un empresario petrolero, que a pesar de saber que sin aire no respira, no lo considera vital para su existencia, y tuve que perderte para extrañarte, tuve que mirarte en otros para desearte, nadie quiere algo que ya tiene, nadie busca al amor cuando ama, y yo amaba a los hilos mas de lo que te necesitaba libertad.


Ahora intento huir, o al menos me figuro que lo hago, batallo contra estos hilos que sujetan mis miembros por que me siento presa, y lucho y corro y salto y me revuelco por el suelo, pero no desaparecen, ni se cortan, los roo con mis dientes y los tiro con mis manos, pero nada consigue liberarme y mi marionetero, aquel por el cual me desgaste como un muñeco de madera que danza para la riza de los bobos, aquel que poco a poco me fue atando con obsequios y caricias para luego patearme cuando no podía alejarme de sus golpes, aquel, me ignora, lo que es peor que cualquier golpe que pudiera darme.


Finalmente me rindo y vuelvo al escenario a representar esta parodia de desgracia disfrazada de alegría, y sonrió jugando a creer que soy feliz, levanto la vista a este publico que no sabe que es tal y vislumbro a mi libertador, y mi corazón, que siempre creí no mas que un trozo de mimbre, salta al ver sus ojos, pero él no me mira, se para frente al escenario de metal durante cada función, se entromete en mi vida cada día y me hace tener sueños de libertad, brilla bajo la luz de un sol inexistente y mis hilos tiemblan ante su presencia, pero el telón se baja, y yo vuelvo a mi caja de madera, a esperar que sea mañana, para volver a luchar por ser libre y para volver a ver a mi libertador y luego para volver a la oscuridad, pues se bien que no me desharé de estas amarras porque aun le tengo amor a este dolor, y me vestiré de alegría ante las caras de curiosos que no notan los hilos que rodean mi cuerpo, porque realmente no son los ojos los que notan su presencia a pesar de no despegarse de ellos, porque realmente estoy atada con mis propias ataduras que se deslizan por mi cabeza buscando a quien culpar por mi ausencia de libertad, por que soy una persona que deambula por las calles imaginando ser muñeca para poder desear la humanidad que en la locura de la cotidianidad se escurre por mis dedos y desaparece ante mis ojos y se seca como dos amantes sumidos a la rutina, sueño ser una marioneta que entre hilos captores, opresores, déspotas y tiranos reclama por su destino, pues si fuese real mi locura, los hilos invisibles que rodean mi cuerpo no se burlarían de la falta de valor que necesito para cambiar la realidad.


Miro los hilos invisibles que se entrelazan en mis miembros y lucho por libérame del tirano titiritero que se mofa ante mi esfuerzo por dejar de bailar al son de sus movimientos, por que temo volver a la caja de la oscuridad, pero temo aun mas mi añorada libertad.


jueves, 10 de septiembre de 2009

Mirando la aparante realidad

Hoy tuve una visión…

Soñé que estabas cerca,

pero entonces abrí los ojos

y desapareciste…


Otro juego de mi mente,

otra ilusión de mi corazón.

Otro romance de libros,

Otro regreso a la realidad,


Prefiero soñar, prefiero morir,


Prefiero vivir fantaseando, en mis alucinaciones


A sufrir, por las heridas que cercenan mi sangre.


Prefiero dormir entre tus brazos…



A pesar de que hace tiempo que no estas conmigo.

jueves, 23 de julio de 2009

Palabras que nadie escuchara

Un hombre en la barra, un trago mas, “deja la botella” exclama mientras se atraganta con el licor, el reloj suena, 5 de la mañana, ya es hora de dejar este tugurio, camino por las calles sin haber encontrado la solución, sin haber llorado mis penas, sin una gota de alcohol en mi cuerpo, pero era de esperase entre tantas almas tristes nadie quiere escuchar al hombre que llena su copa, todos quieres un consejo, todos quieren que los escuchen, nadie quiere escuchar, si supieran que no me puedo ni ayudarme a mi mismo, abro la puerta de mi departamento, que corto me pareció el viaje, busco al gato, un acto vano hace mas de dos meces que no lo e vuelto a ver pero es una manía, la casa esta tan vacía sin el, sin ellos, tomo mi libro de costumbre, me siento en un sillón y saco una botella de ron que bebo sin usar vasos, estoy harto de servir, y en cuanto el liquido toca mis labios me repele, estoy cansado del olor a alcohol, estoy cansado del sabor a alcohol, pero sin embargo sigo bebiendo mientras acaricio el libro que olvidaste el libro que dejaste, quiero ahogar mis penas en alcohol a pesar de que e visto demasiadas veces lo inútil que es, pero no me importa, abro el libro por el medio, “febrero 25” se perfila en tu bella caligrafía, rememoro el día en mi mente, llevábamos poco de salir juntos y me habías confesado que eras virgen, recuerdo que me pareció tan dulce, tan puro, pero claro, soy un imbecil, recuerdo que me sobrepase contigo mi pequeña y para enmendarme te prometí que tu primera vez seria especial, que te haría el amor en una cama llena de pétalos de rosas, recuerdo que dijiste que no me molestara, que no te gustaban mucho las flores, pero yo insistí, quiero hacerlo te dije, tu eres especial y vi la ilusión en tus ojos.

Bebo un sorbo mas para apartarme de los momentos felices, y me pierdo entre los recuerdos mientras veo como baja el nivel de ron en la botella, esa promesa no la cumplí, me reprocho, una de tantas que no cumplí, cometí muchos errores contigo amor, me digo a mismo mientras dejo el libro en aquella mesita de centro que me obligaste a comprar, pero como me suele pasar me tiemblan las manos y tu diario cae, me levanto al instante para recogerlo y guardar todo lo que se salio, algunas poesías que escribiste, algunas cartas que te obsequie, algunas tarjetas de las que solía ponerte en las rosas para nuestros aniversarios y entonces la veo una fotografía vieja de nosotros, tu con tu sonrisa alegre mirándome de costado, yo abrazándote por la espalda con los ojos brillantes de felicidad, los buenos tiempos, que enamorada estabas de mi, que enamorado estaba de ti, casi tanto como lo estoy ahora...

El tiempo pasa y una vez mas veo el sol aparecer por mi ventana, detesto ese ventanal, “yo lo encuentro maravilloso” tus palabras de respuesta suenan automáticamente en mi cabeza, te extraño y como cada día viene a mi cabeza el recuerdo de aquella noche, tan nítido como si hubiese sido la noche que acaba de pasar, pero son tres meses ya de ella, recuerdo que abrí la puerta al llegar del trabajo, era tarde pero tu me esperabas despierta, se que estabas extraña pero yo no lo notaba, hacia mucho tiempo ya que no notaba nada.

-Quiero hablar contigo- me dijiste

-Ahora no amor, estoy cansado, el trabajo estuvo agotador hoy- y empecé a describirte mi día sin que lo preguntaras, si prestar la mas mínimo interés a lo que tu deseabas decirme, recuerdo que fui a la cocina por un café y que cuando volví sin detener mi parloteo, finalmente me digne a mirarte y puede ver las lagrimas que escapaban de tus ojos y caían por tus suaves mejillas

-Ya vas a empezar de nuevo- reclame, que insensible era

-no aguanto mas- fue lo ultimo que me dijiste antes de desmoronarte en lagrimas, y yo en lugar de consolarte, te provoque, estaba cansado de tus llantos sin razón, no se si fue algo que dije, o de verdad no aguantabas mas, pero hablaste y comenzamos a pelear, a pelear de verdad, no como ese conjunto de silencios que solíamos tener por discusiones, y me desahogue, te reproche cada herida que me hiciste cada error que cometiste, grite, vociferé, te dije cosas horribles, te herí con todos los medios que pude mientras te hacia sentir culpable, puesto que en mi visión tu eras la responsable de mi dolor, recuerdo que luego de tu primera intervención escuchaste tranquila hasta que yo terminara de pintarte un bosquejo de la pesadilla horrible en que convertiste mi vida, entonces comenzaste calmada, sin gritos, sin alzar la voz, tenias mejor memoria que yo, recordaste cada uno de tus sueños, de los que eran nuestros sueños cuando nos conocimos, recordaste la vida que te pedí dejar y que dejaste gustosa por estar a mi lado y yo lo tome como una ofensa “¿me estas reprochando?” Salte al instante, pero no me reprochabas, claro yo no me di cuenta de ello, retome mi ataque con un par de tus errores que deje en el tintero, un par de mentiras, un par de tus equivocaciones, partes de un rompecabezas del que yo no tenía todas las piezas, había olvidado la mayoría de mis equivocaciones, ¿como no hacerlo? Si tras cada error me invadía la culpa, te rogaba perdón y te pedía que por favor no volvieras a mencionarlo, y tu por supuesto lo hacías, yo pensaba que estaba olvidado, que si no mencionabas mis promesas olvidadas tu también las habías olvidado, pensaba que cada vez que te reclame y tu me dijiste “prefiero que te enojes conmigo a defenderme” era por que no tenias defensa, pero me equivoque, era por que no querías hacerme daño, yo tampoco quise nunca hacerte daño, la diferencia era que tu cuidabas de mi, pero esa noche no, esa noche sin ningún tono de reproche en tu voz me dijiste todo, me revelaste los miedos que te había formado, miedos que en su mayoría yo era el único que podía curar, pero para ser honesto no quería escuchar.

El mundo se me cayo y se construyo de nuevo con los pedazos que había olvidado, con las tristezas que te cause, nunca comprendí el efecto que causaba en ti, siempre fuiste mas sensible de lo que pensé, no, no eso, tu eras fuerte, aun lo eres, pero yo te había hecho demasiado daño, pero como dije, soy inbecil y a pesar de que en ese momento comprendí todo eso, no lo acepte, te dije que te fueras, que quería estar solo, que te largaras mi vista, de mi casa. Recogiste tus cosas despacio mientras yo te miraba con reproche, recuerdo que te paraste en el lumbral de la puerta, que me miraste con los ojos vidriosos, sabia que deseabas que te pidiera que te quedaras mas que nada en la vida, pero no lo hice.

-Adiós, cuídate- fue lo ultimo que me dijiste, yo voltee la cara en otra dirección como respuesta y te fuiste.

Espere por días que me llamaras tu siempre llamabas, me pedías perdón por tu error y como yo era tan noble te lo perdonara, aunque la mayoría de las veces era mi culpa, pero no llamaste, entonces pasada una semana ordenado un poco encontré ese libro que ahora descansa sobre la mesa, lo leí a pesar de que te prometí nunca leerlo, pero bueno tu lo habías dejado, supongo que es mió, y entones finalmente lo entendí, cada alegría cada tristeza, cada sentimiento que te cause esta aquí, estabas tan enamorada de mi, me mentiste pocas veces yo siempre lo descubrí, no sabias mentir, pero ahora entonces finalmente me entere de todos tus motivos que yo siempre me negué a escuchar, me di cuenta de todo el daño que te había hecho aunque nunca lo escribiste como tal, vi la tinta corrida en aquellas paginas en las que derramaste lagrimas mientras escribias, te hise mucho daño, siempre me creí la victima cuando era el ofensor.

Decidi no buscarte, a fin de cuentas aun te amo y quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo, creo que estaras mejor sin mi, o tal vez sea demacido cobarde para intentar cambiar, para luchar por ti, se que volverias ante una sola llamada mia, pero yo nunca te llame antes por orgullo y no te llamare ahora por que se que a pesar de aquellas paginas de alegría, en las que te llenabas de felicidad simplemente por que en el día me acorde de ti y decidi traerte un chocolate, a pesar que podría llenar una pared con todas las virtudes que me adjudicaste, no hice mas que hacerte daño. Ahora se acabo el ron, tu no estas aquí y se que no volverás, como quisiera escapar a un bar. y olvidarme de todo, “sírvame un trago compadre que no quiero pensar mas” exclamo con voz de borracho mientras levanto un vaso y le hablo a mi reflejo en el espejo, era de esperase entre tantas almas tristes nadie quiere escuchar al hombre que llena su copa en el bar.


jueves, 21 de mayo de 2009

pregunta abierta

es de débiles, al menos así esta insertado en mi mente…

Cortarse, dejar que la sangre escurra por los miembros y calme por un instante dolor que te desgarra dentro del alma, Es de débiles, si uno sufre por sus actos, o por hechos incontrolables, debe asumir su dolor y vivirlo, impedir ese proceso de cualquier forma, es para aquella gente que no tiene la capacidad de resistir

Puede que sea crudo pero así lo creo

Es lo mismo cuando al gente comenta sus penas al mundo, es de débiles, por que pides ayuda a otros para resistir tu dolor, si yo fuera a matarme no se lo diría a nadie simplemente lo haría

Escuchaste mis palabras y me entregaste el cuchillo que ahora tengo en mis manos, me dejaste sola

Que esperas que haga amor?

sábado, 2 de mayo de 2009

Hoy, solo tú

Levanto y la vista y te veo, tus ojos atrayentes, tu sonrisa traviesa, una invitación a lo que no tiene palabras pero que conocemos, tan bien como nuestros propios deseos

Si, deseos, te deseo, me deseas, te vistes seductoramente con el único propósito, de que no pueda resistirme a ti, a tu cuerpo, a tus maneras, a tus movimientos…

Demasiada estrategia guapa, pues sabes que apenas inclines la cabeza yo tomare el control, te Hare presa de mi cuerpo, y lo sabes, no soy ningún cazador, fuiste tu la que me convierto en presa, y me sedes el control para que complazca mi deseo, para que devele tu cuerpo, y satisfaga tu alma…

Pero aun no te toco, al menos nos con mis manos, solo me detengo y te observo en la distancia, no tengo prisa, hace mucho que eres mía, aunque yo no lo supiera, hace mucho que mi corazón se enamoro de ti, aunque te mire con indiferencia, como si no me importaras, pero sabes que no es así, tu sonrisa complacida me lo dice…

El tiempo pasa hace mucho que te estoy descubriendo y te sigo mirando como si fuera la primera vez, en este juegos de pasiones y atracciones, no importa el resultado, sola mantenerse en la partida y nadie podría imaginar lo mucho que llevamos jugando…

yo con mi sombrero leyendo el periódico en mi banca de todos los días simulando que no haz cruzado por mi vista, tu del otro lado de la habitación sirviéndole café a aquellos clientes inmerecedores de tu atención a los que te vez obligada a atender.

Pero sabes que te espero, sabes que te amo, sabes que vengo por ti, por que es un día especial, porque hoy no es como cualquiera, no deseo llegar a casa y tenerte entre mis sábanas, bueno no aun, hoy quiero llevarte a conocer el mundo, quiero celebrar la alegría y el amor, quiero decirte que te amo, con mis palabras, con mis ojos, como tu lo haces todos los días

Quero ver tu sonrisa solo para ver que estas feliz, que yo te hago feliz, por que tu me lo haces a mi, hoy me entrego pero no es un riesgo tengo la certeza que me recibirás, por que este juego, mi querida compañera de partida es la vida que hemos disfrutado, y seguiremos viviendo, por que te pertenezco como tu me perteneces a mi …

Tantas palabras impronunciadas porque no hay necesidad de ellas, vivimos en un mundo donde no existe nada mas, y las apariencias nos valen menos que nada, actuamos solo por lo que queremos, porque lo queremos.


Bajo la vista, miro mi reloj por debajo del periódico, aun quedan veinte minutos para que acabe tu turno, creo que te pediré un café mientras es pero por ti, solo para ver tu figura dirigirse a si a mi con esa expresión de que yo soy diferente a todo lo demás.



Imagen que una vez cruzo mi mente cuando te mire por primera vez y se convirtió en el único escrito de mis cuadernos, hoy dibujada en un trozo de boleta de aquel café que me serviste mientras te esperaba.


domingo, 19 de abril de 2009

Como hielo quebradizo

Caminamos de la mano sin importarnos el mundo en una relación aislada de toda contaminación que la realidad nos pueda ofrecer, pero hay algo que no esta bien, yo no estoy, tú eres mi fuente de inspiración, mi razón de vivir, moriría y mataría por ti…

Una ilusión óptica de aparente seguridad, tengo miedo, mi amor es fuerte, pero ¿y el tuyo? No debería dudar, pero no puedo evitar hacerlo, no puedo evitar mirarte y pensar que eras demasiado para mi o que simplemente no soy lo que tu quieres…

Guardo demasiadas heridas en silencio y tu sonríes ignorante de las mismas mientras dices que me amas con palabras que retumban en mi cabeza, en ese espacio vació donde alguna vez estuvo mi cerebro que se marcho tras la primera locura de ese sentimiento embriagante que la gente suele llamar amor

“Si duele se deja”, les decía a mis amigos, tal vez no comprendía lo agradable que era sufrir, pero no me malentiendas, soy feliz, tú me enseñaste, que la vida es bella, que si levanto mi vista de las novelas hay un mundo maravilloso, que una sonrisa puede hacer al diferencia, y que una palabra tiene mas poder que cualquier arma, tu cambiaste todos mis paradigmas incluso aquel…

“no hay miedo que persista tras enfrentarlo”, en ese momento no sabia lo que dolía estar sin ti pensando que no sientes lo que yo por ti, pero ahora lo se y a pesar de que me veas fuerte sonriendo con tu mano entre las mías, ese miedo no desaparece, se oculta entre tus brazos y se camufla con alegría, pero en las noches de soledad, se apodera de mi cuerpo, e inventa formas tortuosas, de saltar sobre esa delgada capa de piso sin caer en el abismo bajo èl.

“quiérete un poco “ me dijo algo mas que mi conciencia, pero luego esa parte también se enamoro de ti. No orgullo, no ego, solo un poco de terquedad que ceda ante tus atrapantes ojos,

¿no notas todo lo que siento por ti? ¿o te aprovechas de ello?

No lo se, no quiero saberlo por eso callo y finjo que no pienso, por que confió plenamente en ti, vendería todo lo que me queda por lograr dejar de pensar, sumirme en el sueño por que las ideas aquebrajan mi seguridad y despedazan mi terreno. Cierro los ojos siento como todo desaparece y caigo, me hundo mientras tu sonríes con los ojos fijos en mi sin ver que derrumbo, pero al separar mis parpados, sigo en pie junto a ti

Caminamos de la mano, apartados del mundo, en un sueño que fluctúa entre pesadilla y realidad, una fantasía que se confunde o tal vez todo va bien y soy yo el que se confunde…

Te siento, te beso, cae la nieve y la escarcha me rodea, que importa el hielo delgado bajo mis pies, sonreiré por los segundos que estuve sobre él.


miércoles, 1 de abril de 2009

No me hagas preocuparme por ti

Voces distorsionadas me informan que salgo que de la inconciencia, estoy en casa recostada en mi cama, Carlos esta a mi lado, mi amado Carlos la razón porque me levanto todos los días y me enfrento a la horrible realidad

-Amor despertaste ¿estas bien? dios no e podido dormir desde que me entere-habla precipitadamente esta preocupado, que dulce es
-Estoy bien amor-intento tranquilizarle mientras acaricio su rostro con mis manos
-amor si no te sientes bien por favor deja de trabajar, el dinero no nos hace falta, no por ahora-comienza a desesperase, pobrecillo
- tranquilo amor, de verdad estoy bien debió ser una baja de presión o por no almorzar, hasta pudo ser por el calor, tranquilizarte ahora estoy bien eso es lo que importa- espere unos segundos en silencio, parecía que Carlos empezaba a calmarse entre mis manos, pero solo duro un instante.
- da igual si fue la presión o el calor, pero mi vida cuantas veces te lo he dicho tienes que comer, has bajado mucho de peso, necesitas alimentarte- Carlos, perdona, por favor, se que debo cuidarme, lo haré por ti, lo prometo y te lo diría pero estoy tan cansada, creo que aun sigo débil, y tus reclamos aunque sean por preocupación me agotan.
-lo se amor, me cuidare, estoy bien tranquilo - es todo lo que alcanzo a decir antes de que mi falta de fuerzas sea tan evidente que el la note

Se recuesta a mi lado, el calor de su cuerpo me revitaliza, se le ve tan cansado
-llevas mucho aquí cielo- le pregunto mientras lo abrazo
-vine de inmediato, necesitaba asegurarme que estabas bien, no se que haría si algo te pasara- esquiva mi pregunta tan dulcemente que la olvido
-amor creo que tenemos suficiente con todo lo que nos queda por hacer en tan poco tiempo como para echarnos mas preocupaciones encima – me tarde en entender de que estaba hablando- podrías buscar un trabajo que no te exija tanto, podríamos coordinar los horarios para hacer todo lo que queramos, pero por favor, no te sobre esfuerces... me llegue hasta a marear en este momento que me entere por hiperventilar tanto de los nervios que me causo saber lo que te había ocurrido, así que hazme las cosas más fáciles y CUIDATE!!!!... hazlo por mi, por favor no me hagas preocuparme por ti…

“no me hagas preocuparme por ti” “hazme las cosas más fáciles” sus palabras retumban en mi mente, asi que de eso se trata todo, de ti, e estado contigo todo este tiempo, me vine contigo a pesar de que mis padres te odiaban, pero yo te amo, me pelee con mis amigos, te acompañe en tus aventuras, caí en una profunda depresión y te la oculte por que estabas en una crisis y no quise preocuparte, tenias problemas, casi siempre tienes problemas, pero a mi no me importa, yo seré fuerte para ti, como lo e sido siempre. Sacrifique mi salud psíquica y mental por cuidar de ti, pero claro, hoy tuve un descuido, olvide ocuparme lo suficiente de mi mientras pensaba en ti, pero tu no lo notas, solo puedes pensar en ti, ¿hazme las cosas mas fáciles? ¿Crees que me desmayo para no permitirte pensar y trabajar como debes? ¿ para atraer tu mente hacia mi? Ojala lo hiciera, pero no, nunca te e pedido atención, yo te amo asi, y si, se que lo que mas te asusta de que yo muera es quedarte solo, te aferrarias a cualquiera que te demostrara un poco de amor, por eso no me alejo de ti, por que te amo y sacrificaría todo por ti, aunque tu necesidad por mi se aleja poco del amor. Pero estoy muy cansada, para pelear, muy cansada para reclamar, muy cansada para luchar por lo que me queda de vida

-si, amor no te preocupes, me cuidare, lo que sea por ti, esto no se volverá a repetir- es lo único que te digo antes de abrazarte fuertemente, pero tu ya no me escuchas, estas dormido, duermes tranquilo por que sabes que estoy bien, porque sabes que estoy contigo…


domingo, 15 de marzo de 2009

Capitulo III “Visita”

Ya habían pasado tres días desde que Gwen se encontró sola entre las sabanas, tres días de soledad, de pena y de meditación, podría haberse marchado en cualquier momento y en mas de una ocasión tubo la intención de hacerlo, en especial por las mañanas cuando despertaba y notaba el espacio vació a su lado donde debería estar él, pero decidió quedarse, tal vez era, ingenua o ilusa, pero tenia la fuerte creencia de que él regresaría, algo dentro de su pecho se lo decía, y ella a pesar de que todo su sentido común le decía lo contrario le creía

El dia estaba por acabar, el sol amenazaba con ponerse una vez mas, en el horizonte se apreciaban sus últimos destellos como despedida, entonces la puerta se abrió y entro Elliot, la habitación parecía vacía miro de un lado a otro en su busca hasta que finalmente la encontró en el piso del balcón mirando la playa, no se atrevió a decir palabra alguna, esperaba su replica en cuanto tomara conciencia de su presencia asi que apurando el mal trago se paro frente a sus ojos de tal forma que fuera inevitable verle, ella, como única reacción, alzo la vista hasta que sus ojos se encontraron, tenia una expresión inescrutable en el rostro.

-¿Por qué volviste?-pregunto Gwen mientras una lagrima se escapaba de sus ojos, Elliot se quedo helado, con ella nunca se sabia, cada vez que había desaparecido por un tiempo había tenido una reacción diferente, pero esto le sorprendió del todo, esperaba gritos, reclamos, replicas, o al menos otro tipo de preguntas.

-quería estar contigo…

… no lo se, creo que te amo- respondió con la única respuesta que su cerebro le ofreció, la verdad. Ella lo miro detenidamente, como intentado descifrar algo en su rostro, pero solo duro un instante, luego, bajo la mirada, se puso de pie y le abrazo. Él por su parte, se paralizo ante esta reacción, no entendía nada, esto no era lo que debía pasar, no tenia sentido. pero a pesar de que la escena pareciera fuera de esta realidad, prefirió vivirla, se aferro a la única mujer que había amado en mucho tiempo deseando que su abrazo significara que ella también le amaba, aun esperaba que ella sacara un cuchillo de su manga y se lo clavara por las espalda, pero aquellas manos que le aprisionaban no se movieron.

Sin palabras, sin sentido, un momento carente de toda comunicación verbal, un abrazo que significaba tantas cosas y que al mismo tiempo no implicaba nada. Las ideas pasaban por su mente con tal velocidad que era imposible verlas y los minutos pasaban como pestañeos, quizás mas de una hora pasaron sin moverse de aquella posición.

-lo siento-fue lo único que pudo articular
-lo se- dijo ella mientras lo liberaba de sus brazos y tomándolo de la mano lo dirigió a la habitación, él todavía tenia la duda dibujada en el rostro cuando ella lo empujo suavemente a la cama, de tal forma que termino tendido de espalda, dejándolo en la posición mas cómoda para que ella se recostara sobre su hombro.

-Te extrañe- le susurro Gwen en su oído antes de darle un tierno beso en la mejilla, bajo la cabeza y rápidamente se durmió entre sus brazos.

***

-¿No dirás nada?.- pregunto Elliot lleno de una extraña curiosidad, luego de que el dia pasara con una extraña normalidad totalmente contrastante la singularidad de la noche anterior
- ¿haría alguna diferencia?- inquirió Gwen con un tono de total calma, mientras jugaba con la arena
-tal vez- respondió poco convencido
-¿me dirías donde estuviste si te lo preguntara? ¿dejarías de desaparecer si te lo pidiera? ¿olvidarías tu vida misteriosa y me dirías que ocultas?- Pregunto sin atisbo de reproche en su voz, pero con evidente incredulidad de que le dieran una respuesta que no conociera, Elliot guardo silencio, era cierto, pero sin embargo deseaba que lo hiciera, que le reprochara, que lo acosara con preguntas, que le rogara permanecer a su lado, era la mujer que mejor lo había tratado en su vida y la que menos podía entender.

-mejor volvamos a la habitación- Sugirió Gwen observando la oscuridad del cielo nocturno recubierto de nubes. Elliot continuo sin responder, simplemente se limito a seguirla cuando ella se levanto.

-Buenas noches – musito una voz, cuando entraron en la habitación a oscuras, una figura se perfilada entre la escasa luz que entraba por el balcón, Elliot se adelanto y lleno de luminosidad la habitación, miro a su entrometido visitante y bajo la cabeza sorprendiéndose de su propia ingenuidad.

- ¿y ahora que quieres? ¿Como te enteraste que estaba aquí?-pregunto evidentemente irritado. El interlocutor haciendo caso omiso de la molestia de Elliot, respondió alegre a la pregunta que mas le acomodaba
-Fue bastante fácil, veras, considerando el tiempo en que tardaste en aparecer desde que te llame, existían dos opciones- explico gestualizando con las manos- o viajaste en avión o estabas lo bastante cerca como para llegar a esa velocidad, ya que andabas en auto se descarta la primera. Asi que te seguí hasta ver que dirección tomabas en la carretera, y en cuanto te desviaste hacia Nueva Jersey, fue evidente que estabas en Allenhurst, y tu comprenderás que encontrarte en una ciudad tan pequeña como esta no es ningún desafió para un detective de mi categoría- las palabras salían precipitadamente de su boca en una mezcla de orgullo por su hazaña y miedo a ser interrumpido.

-Fuera –exclamo cuando tubo ocasión de hacerlo, lo quería fuera de la habitación, lejos de la vista de Gwen, ya tendría tiempo de explicarle quien era, o quizás no, ahora le interesaba sacarlo de allí, no por lo que su presencia podría ocasionar si no por que era una situación totalmente nueva para él, en la cual no tenia ningún control, y aunque fuera contra todos sus principios admitirlo tenia miedo. Pero para su infortunio el sujeto hizo caso omiso a sus palabras y a su mirada repelente.

-por lo que me conoces deberías saber que no me iré con tanta facilidad, aunque…- sus ojos se quedaron fijos en Gwen, aparentemente acaba de notar su presencia y esto le había turbado mas que cualquier reacción de Elliot.
-por eso tenias tanta prisa de regresar- afirmo sin quitar los ojos de la chica. Elliot se paro frente a ella intentado ocultarla tras de si, pero era demasiado tarde ya se habían visto el uno al otro, no había nada que pudiera hacer, quizás fuese mejor asi, después de todo Gwen llevaba meses desando conocer a alguien de su vida, ahora tendría la oportunidad…

El sujeto aparto a Elliot del camino, para tener la oportunidad de escrutar detenidamente la figura femenina, era menuda, a lo sumo tenia 1.65 metros de estatura, delgada, no muy voluptuosa pero evidentemente atractiva, le recordaba a alguien pero no estaba seguro de a quien debido a que esta chica tenia algo diferente, había algo en la expresión de su rostro que revelaban una cautivante seguridad, quizás sus almendrados ojos castaño oscuro que lo miraban sin ningún miedo o sorpresa, quizás sus labios finos que manifestaban una gran calma, o quizás se debiera al hecho de que parecía mas madura que el a pesar de ser evidentemente joven. Detuvo un instante su hilo de pensamiento en este punto dejando que su lengua rebelara su sorpresa.

-Es muy joven ¿Qué edad tiene? - Pregunto pasando por alto a la chica y dirigiendo sus ojos a Elliot, el cual había decidido ceder a ante la situación y se mostraba dispuesto a colaborar

-22 o 23 supongo - Lo cierto era que no tenia idea, nunca se le había ocurrido preguntarle la edad, ni nada de su vida, creía que al no hacer preguntas ella se mostraría menos dispuesta hacerlas o que él se sentiría menos obligado a responder, pero calculaba que no podía haber tanta diferencia entre ellos y él tenia 26

-¿en serio?- pregunto escéptico con los ojos fijos en Gwen, por lo que había visto en su vida, esa chica podría tener fácilmente 15 asi que decidió averiguarlo.

-¿Qué edad tienes?- pregunto guiñando un ojo a la chica
- 18, pero ¿acaso eso importa?- pregunto pasando la vista desde la expresión de satisfacción del sujeto a la de sorpresa de su pareja, era su turno de hablar y ella lo sabia.
- hay cosas mas apremiantes que aclarar- afirmo mientras caminaba elegantemente por la habitación hasta situarse junto a la cama para sentarse en la misma- ¿Quién es usted?- disparó finalmente.

- mis disculpas olvide presentarme- algo en esta reacción le recordó a Elliot el dia que lo conoció- Gregory Millar, investigador privado es un placer conocerla- recito la presentación como una autómata, de seguro era su costumbre solo tratar con clientes, pero al notar la mirada entrañada en el rostro de Gwen decidió agregar- soy amigo de Elliot

- ¿de verdad?- pregunto sorprendida- entonces también es un placer conocerte, mi nombre es Gwen

-que curioso, tienes el mismo nombre que mi prima, pero ella prefiere que le llamen por su segundo nombre, de hecho odiaba tanto ese nombre que el único que la llamaba asi en el instituto era…- sus ojos se desviaron a su viejo amigo que se encontrada apartado de la conversación en un rincón de la habitación, algo se ilumino en su cabeza con aquel característico sonido de interruptor que ilumina sus ideas, ya sabia a quien le recordaba, tenia un parecido, no muy evidente pero parecido al fin al cabo, con su prima, pero no la que ahora era su prima, sino con aquella Layla del instituto, aquella chica que existe solo en los recuerdos de juventud.

-es una casualidad Greg- respondió Elliot, sacando a su amigo de sus divagaciones mentales, había malinterpretando la mirada fija en él como una acusación

-¿Qué es una casualidad?- reacciono Gwen al instante, con la sensación de que había todo un dialogo entre esos hombres que ella incapaz entender, y de alguna forma asi era.

-Nada- respondió Elliot autosuprimiéndose mentalmente de su descuido

Gwen hizo caso omiso de sus palabras, aunque la apreciara mas ya no necesitaba la respuesta de Elliot, tenia a alguien mas que podría ofrecerle la misma información, ahora tenia la mirada fija en Greg, pero este lamentablemente por el momento parecía ensimismado observando el entramado de la alfombra, como si este le pudiera brindar un extraordinaria comprensión del mundo, el universo o la vida.

sábado, 7 de marzo de 2009

¿Y que si estoy loco?

Solo en casa, no podría ser de otra forma, estoy cansado de esto, no puedo pensar, no puedo sentir, me doy asco a mi mismo, malditos psicotrópicos, arrojo el frasco de pastillas con vehemencia, se asota contra la pared y sus comprimidas drogas quedan regadas en al oscuridad de la habitación, maldito el momento en que me entere de esta maligna enfermedad ¿a quien le importa si soy un maniaco-esquizoide? El titulo no dice nada, solo es un detalle que se pone junto a mi currículum al lado de ese cartel con inmensas letras de neon que anuncia que no debes conocerme, que no debes contratarme, que solo estarás seguro si te mantienes lo mas lejos posible de mi.

-debes hacerlo- me dice el sujeto del espejo mientras levanta el celular y lo pone en mi mano
-cállate imbecil- le grito a mi reflejo, no quiero recibir consejos de un chiflado mas, pero aunque lo deteste, tiene razón, al menos eso es lo que mi mente decide creer

Marco el numero con dificultad, las teclas bailan entre mis dedos, al menos esto no es una alucinación, solo me tiemblan las manos. Deambulo como león enjaulado en espera de que conteste, pero no lo hace, que esperaba son las cuatro de la mañana, nadie en su sano juicio llamaría a estas horas, pero ese es el punto precisamente, yo no estoy en mi sano juicio, vi nítidamente como acuchillaba a mi madre en un pestañeo, analice la resistencia de los árboles para colgarme, mire el enorme edificio frente a su casa intentando adivinar cuanto me demoraría en morir si me la lanzaba a mi mismo desde el tejado, por suerte, o por desgracia ¿Cómo saberlo? solo son fantasías.

Mi mano brilla, no, alguien me llama, es ella, lo se antes de mirar el numero, es mejor asi, tengo una boda que cancelar, la mía

-¿Alo?
-¿amor? ¿eres tu? ¿acabas de llamarme?-dulce, preocupada, amor de mi vida, pensar que yo la amaba o la amo, quizás era mi locura la que se deleitaba su lado, “es una manipuladora” me grita la vos en mi cabeza una y otra vez, lo triste es que no es la única que lo pensaba, lagrimas, mas que alegrías es lo que me daba esa mujer, pero como idiota yo volvía a ella sin importar cuantas puñaladas atravesaban mi pecho, sonrisas amargas tratando de asustar sus miedos absurdos, ahora tengo un monstruo mas grande contra el cual pelear…
-¿Amor? ¿estas ahí? ¿estas bien?- que entupida pregunta, es obvio que no estoy bien, estoy loco, pero claro, tú no lo sabes
-si amor, yo llame, estoy bien
-¿seguro? Has estado muy extraño estos días- ahora me golpea la pregunta del millón, ¿Cómo explicarte que lo mas probable es que empecé a salir contigo, porque a mi cerebro se le ocurrió, que el no hacerte daño era motivo suficiente para una relación? ¿Cómo decirte que di vuelta mi mundo hacia ti, solo porque químicos se disparaban en mi cabeza y me hacían sentir que estaba enamorado? ¿Cómo decirte que de corazón nunca te ame? ¿Cómo decírtelo si yo mismo me niego a creerlo?
-no pasa nada amor, veámonos mañana ¿si?, te extraño mucho, demasiado
-y yo a ti tontito, sabes que no duermo bien sola
-si, lo se…
-entonces hasta mañana amor, buenas noches
-buenas noches amor
-te amo
-y yo a ti
-…-silencio, ya no esta ahí

-¿y que importa si estas loco?- pregunto con sorna mi demacrado compañero de habitación mi entras salía de su habitad de vidrio
-Cállate- le grite
-cállame-me insistió mi propia imagen mientras se sentaba en la cama junto mi. Me arroje al piso, y recogí rápidamente tantas pastillas como fui capaz con mis torpes manos, y las tome sin pensar en nada mas que en callarlo, en silenciarme.
Cinco minutos, antes de que todo se volviera borroso, cuatro minutos, antes de que mis piernas no pudieron mantenerme en pie, tres minutos antes de que mi vista se oscureciera, dos minutos antes de cerrar los ojos y que todo volviera a desaparecer.

domingo, 1 de marzo de 2009

Capitulo II “Ligada a ti”

Gwen se levanto con calma, de alguna forma se esperaba que esto ocurriera, siempre esperaba que esto ocurriera, desaparecer sin previo aviso era común en el comportamiento de su novio. Ahora aguardaba paciente a que las emociones acudieran a ella, su mente empezaba a habituarse a la secuencia, esta escena le resultaba tan recurrente como Navidad, o cualquiera de esas fiestas que no se vive todos los días, pero que sin embargo se mantienen en la mente por aquella subconciencia de que en algún momento ocurrirán. No quedaba más que esperar, ya sentía como las emociones hacían presa de ella, siempre del mismo modo, siempre en el mismo orden, primero la ira…
-Maldito imbecil- grito en su mente, mientras sus brazos temblaban por la furia que recorría su cuerpo - te dejare, esta vez no voy a esperarte, no volveré a ser esa idota que todo el mundo cree que puede pisotear, no de nuevo- tomo sus cosas rápidamente y salio de la habitación, pero al pasar por el vestíbulo el encargado la miro extrañado

- Señorita - la llamo-¿Se marcha?- pregunto cuando Gwen se voltio
-Asi es señor-respondió esta decidida
-pero…-intento decir
-¿Qué?- Gwen tenía prisa, sentía como la ira desaparecía de su cuerpo, si no se marchaba en ese preciso instante ya no lo haría
-El caballero, pago una semana por adelantado- demasiado tarde pensó Gwen
-¿Cundo lo hizo?
-mmmm, esta mañana muy temprano
-¿Dijo algo mas?
-Me temo que no
-entiendo, gracias por la información- se despidió mientras caminaba lentamente de vuelta a su habitación
-¿entonces se que da?- pregunto el encargado antes de que su joven inquilina se alejara lo suficiente para no escucharlo
-eso creo- respondió quedamente

-No debería haberme quedado- pensaba una y otra vez, mientras caminaba de un lado a otro, pero a pesar de la idea constante con que la acosaba su sentido común, ya había perdido toda voluntad por marcharse, nada había cambiado, él ya no estaba y el tener un techo pagado en un lugar maravilloso, no hacia ninguna diferencia, ¿que sentido tenia permanecer allí, si estaba sola? ¿Por qué siempre ocurría esto? ¿Por qué se marchaba? Las ideas cruzaban su mente como estrellas fugaces en un oscuro cielo despejado, brillando solo un instante para ceder lugar al resplandor de la que viene tras de si. Entonces una luz brillo mas que las otras, esta vez tenia un punto de inicio, y algo en lo que encaminar sus pensamientos erráticos antes de precipitarse a un estado depresivo.

- esa llamada, se fue por esa llamada- pronuncia las palabras lentamente esperando que el sonido les diera sentido, a todas las piezas del rompecabezas. Era la primera vez que tenia algo donde empezar, pero ¿Quién había llamado? ¿algún amigo?¿familia?, no, no habría contestado de la forma en que lo hizo ¿o si? ¿Cómo saberlo?, entonces la idea que ninguna amante que se crea feliz debería pensar cruzo por su mente, otra, ¿podría Elliot tener otra?
No, rechazo la idea con vehemencia, a pesar de los misterios que su novio siempre parecía mantener, se negaba a creer que tenia a otra, a pesar de que no tenia ningún argumento razonable, no quería pensar en ello, se levanto de la cama donde se encontraba, saco el whisky del minibar y se sirvió un vaso con solo dos cubos de hielo, siempre le habían gustado los tragos fuertes, y se sentó en el balcón a observar el atardecer, se le había ido el dia en un instante, ya no quería pensar, solo deseaba que la brisa marina se llevara sus pesares con ella.

Un recuerdo cruzo su mente dibujando las imágenes entre las nubes del horizonte tan real como si lo estuviera viviendo de nuevo

Aquel dia no era whisky lo que estaba en mi vaso sino tequila – penso-, era viernes y había tenido un dia agotador, asi que me fui a pasar un rato en un bar para despreocuparme del mundo, ya llevaba un rato ahí cuando le vi ahí sentado en un sillón totalmente solo, me llamo la atención al instante, llevaba una camisa azul marino desabrochada hasta el tercer botón del cuello, el cabello desordenado y un cigarro en la boca. De pronto levanto la vista y nuestras miradas se cruzaron, aparte la vista con un gesto atrayente, siempre e sabido lo atractiva que resulto a los hombres, tanto que el mismo trago que bebía había sido un obsequio de uno de esos intentos burdos de conquistador, pero el parecía diferente, uno de esos tipos que sabe lo que quieren, y a mi me gusto, empezó el juego de conquista, pensé.

Estuvimos un buen rato entre miradas escondidas y gestos sutiles, ambos jugábamos el mismo juego, y para mi sorpresa yo perdí, me canse de esperar, termine mi trago y me dirigí hacia el.

-Buenas noches- dijo el con un sonrisa que revelaba lo satisfecho que estaba con mi presencia, me senté a su lado sin decir palabra, pero sin dar gesto de timidez, quería ver que tenia para ofrecer y el me complació
-Asi que la encantadora señorita decidió acompañar al hombre que no cedió a sus encantos- exclamo mirando al techo de forma despreocupada. Me fascino la forma en que hablaba, no era común encontrar hombres con ese lenguaje en lugares como estos, pero no se lo deje notar, quizás era una técnica de conquista que llevaba años ensayando, hoy en dia no me fió de nada.

-¿a que te refieres?- pregunte del modo mas inocente que pude
- habían tres tipos muy cerca de ti que deseaban seducirte, uno de lo cuales te invito el trago que bebías cuando me viste, y habían otros dos en la periferia con iguales propósitos- lo dijo todo sin apartar la vista del techo, me dio la impresión de que podía ver la escena completa en su mente
-¿ me estabas vigilando?- exclame ofendida- ¿debería sentirme alagada o temerte?
-¿ah?- se sorprendió, fue de lo mas encantador, no podía creer que hasta ahí llegaba su fachada de conquistador
-a decir verdad- continuo mientras encendía otro cigarro- deberías temerme, pero no quiero que lo hagas, me pareces muy linda, ¿Qué tal si empezamos de nuevo? Mi nombre es Elliot- exclamo mientras me alargaba una mano, no pude evitar reír
-¿dije algo malo?
- No- respondí entre risas- es solo que toda la fachada de seductor, y la pose de galán, para luego decir, “me equivoque, empecemos de nuevo “ la escena en si es algo cómica
-Supongo que tienes razón- respondió sin ninguna muestra de que revelara que se avergonzaba de su comportamiento
-lo siento-dije cuando al fin pude parar de reír- mi nombre es Gwen

Fue una noche de lo mas peculiar, nos la pasamos hablando del mundo, de las personas, de las relaciones humanas y de todo cuanto se nos pasara por las cabezas, ahora que lo pienso incluso en ese momento ya desinhibidos por el ambiente, y con bastante alcohol en nuestras venas el fue lo bastante precavido como para no revelar nada de si, aunque para ser sincera yo tampoco lo hice no me gusta hablar mucho de mi vida.
Entonces ya quedaba poco para amanecer, y nos echaron del bar, no despedimos en la puerta, ya que tomábamos direcciones opuestas

-Fue un placer conocerte- exclamo él- a sido una noche divertida
-Lo mismo digo
-Buenas noches- me dedico una sonrisa de despedida, dio media vuelta y empezó a caminar
-Espera- lo detuve,
-¿si?
-¿no quieres mi teléfono?- pregunte sorprendida, el me miro extrañado, y luego volvió a sonreírme
-claro-fue lo ultimo que me dijo, le entregue el numero y se marcho sin quitar la sonrisa de tus labios, como me hubiera gustado saber que pasaba por su mente

como me gustaría saber que pasa por tú mente, pensó mientras miraba al cielo posando sus ojos en las estrellas, ya estaba entrada la noche, no sentía le paso del tiempo cuándo se inundaba en sus recuerdos, intento levantarse pero tenia los miembros entumecidos, ni modo, se arrastro como pudo para salir del balcón, empezaba a hacer demasiado frió, se arrojo a la cama e intento dormir.


***

Ya estaba entrada la noche cuando Elliot toco a la puerta, prefería esa hora, no deseaba ser visto por el barrio, nadie respondió, asi que decidió revisar si su vieja llave aun funcionaba. La puerta abrió al instante, estaba oscuro, la casa parecía estar vacía. Entonces se prendió la luz

-¡Elliot!- exclamo una voz masculina, que se aproximaba para abrazarlo- ¿Cómo estas amigo?
-Greg – musito sin comprender del todo que ocurría
-¿Qué pasa Elliot?¿por que esa cara?
-¿Cómo estas? - Inquirio sin responder a sus preguntas
-bien, bien, estoy en excelente forma
-¿y ella?- pregunto con la mirada turbada
-excelente, no paso nada
-¿entonces?
-este… bueno, sabia que no vendrías sino te decía que había problemas, y como hace mas de dos años que no te veía…-Elliot comprendió todo al instante
-Hay formas menos alarmantes de ver a los viejos amigos Greg- exclamo algo molesto
-Vamos no te enfades, sebes que no lo hago con mala intención, solo me preocupo por ti
-lo se, pero hubiera preferido que no me hubieras hecho venir hasta aquí-respondió con una sonrisa triste
-Lo siento, pero bueno ya estas aquí, no hay mucho que hacer al respecto
- adios Greg- exclamo mientras se volteaba en dirección a la puerta
-Vamos Elliot, no te pongas asi quédate
-tengo una vida ocupada y lo sabes- respondió pensando en Gwen que lo esperaba
-¿mn?- Era fácil para Greg notar cuando su amigo andaba en algo, y esto parecía bueno –Al menos esta noche- Elliot dudo y Grez aprovecho la oportunidad para interponerse ante la puerta
-Solo esta noche- puntualizo Elliot, después de todo hace mucho que no veía a su amigo y por importantes razones, Greg le conocía demasiado bien
-Excelente- exclamo victorioso
-pero solo esta noche- sabia bien que si le daba la oportunidad lo haría quedarse una semana
-¿una cerveza?- sugirió el entusiasta mientras se dirigía al cocina
-Claro- respondió Elliot mientras pensaba por que no, esta promete ser una larga noche.


domingo, 22 de febrero de 2009

Prologo - Capitulo I

Prologo

El hermoso resplandor de un perfecto día de sol, el verdor del escaso pasto de un parque entre los grises edificios de la ciudad, figurándose como un oasis natural entre el desierto de cemento. Es temprano, muy temprano para que circule demasiada gente por este trozo de fantasía, que para todos no es mas que un leve cambio de panorama entre su camino, pero para nosotros no, para nosotros un par de chicos que se había levantado temprano a disfrutar de este paraíso, corriendo alegres entre los escasos árboles, imaginando que es un bosque mágico, felices, para nosotros era un pedazo de sueño…
…recuerdos



Capitulo I “Solos en el camino”

-¿entonces lo harás?- indago una conocida voz femenina
-¿que cosa?- pregunto Elliot sin quitar la vista de la autopista, estaba algo nublado esa noche y no quería ser sorprendido por ninguna curva repentina.
-sabes bien a que me refiero, ¿lo harás?- insistió la vocecita
- es complicado Gwen, lo sabes- no podía creer que se encontraba enfrascado nuevamente en la misma conversación.
-No, no lo se, no se nada- le recordó ella a modo de queja

Hacían ya más de seis meses que salía formalmente con esa mujer y en todo ese tiempo no le había presentado, ni hablado de nadie, absolutamente nadie, amigos, hermanos, padres, primos, conocidos, ex, o cualquier otra persona en su vida, nadie. Era lógico que sintiera curiosidad. No, curiosidad sentía cuando lo conoció, ahora estaba seriamente preocupada, si el desaparecía, como tenia la costumbre de hacer de vez en cuándo, no tenia ninguna forma de encontrarlo, es cierto, vivía con el, pero eso no le asegurada nada, y él totalmente conciente de esta situación no le hablaba al respecto..

-hablemos de esto luego dulzura ¿si?- le dijo mientras introducía el auto en un punto de carga de combustible, ella lo miro escéptica había escuchado esa frase demasiadas veces en el ultimo tiempo, pero antes de que tuviera tiempo de objetar él se había bajado del vehiculo.

¿Algún día dejaras de ser tan misterioso Elliot?- se pregunto mientras observaba como su novio pedía indicaciones tras haber pagado el combustible.

-ya estamos cerca amor, según ese sujeto estaremos en Nueva Jersey en menos de una hora, nos hospedaremos en un hotel para dormir un poco y mañana por la tarde ya podremos ver la playa, ¿te parece?- Le pregunto mientras se inclinaba para besar su mejilla.
Solo recibió una leve sonrisa por respuesta, pero esto le pareció suficiente, subió al vehiculo y continuo el camino. Durante el transcurso no volvió a decir palabra, Gwen tampoco lo hizo, no estaba de humor para seguir intentando descubrir lo que tanto le ocultaba, al menos no hoy, por ahora solo quería mirarle, mirar su cabello desordenado, sus ojos caoba que se veían tan oscuros en la noche, ciertamente le amaba como nunca había amado a nadie, En ese instante al darse cuenta de los ojos fijos en su persona él se voltio con una mirada curiosa, a la que ella respondió bajando levemente la vista, sonriéndose y negando con la cabeza, -yo también tengo mis secretos señor misterioso- pensó

***
A la mañana siguiente salieron muy temprano, aun les quedaba bastante camino por delante y Elliot no quería desperdiciar ni un minuto, lo cierto es que odiaba el viaje en carretera pero quería cumplir su promesa lo antes posible.

Aquel dia, hace ya casi 3 semanas, Gwen había encontrado uno de sus antiguos álbumes de fotos, de aquella época en que era mas que todo aficionado al paisajismo, ahora no se veían fotos como esas, en Philadelphia era muy difícil ver ese tipo de panoramas, y Gwen había quedado tan maravillada

-¿y estas? ¿también son tuyas?- había preguntado
-¿cuales?- exclame mientras me dirigía hacia ella
- estas- respondió mientras levantaba el álbum
-Si, son mías, son de mis años salvajes- por la expresión que me puso era evidente que no sabia a que me refería, tampoco iba a explicárselo, no en ese momento- no hay nada como tomar fotos con la brisa del mar- me apresure a decir antes de que se le ocurriera preguntar algo
-la brisa del mar- repitió
-Si, algunos dicen que no es lo mas adecuado para los químicos del revelado pero a mi me gusta
- ¿como es la brisa del mar Elliot?- Exclamo como si no hubiera escuchado nada de lo que dije después de esas palabras
-¿como es?- ciertamente la pregunta me pillo desprevenido- bueno, es como salada y húmeda, tu sabes como brisa de mar- en ese momento, me di cuenta de lo evidente- no conoces el mar ¿verdad?
- claro que si, lo e visto muchas veces en fotos
-pero nunca lo has visto en vivo- no era una pregunta
-no- exclamo tímida mientras se sonrojaba levemente, me gusta mucho ese gesto, suele ser una persona tan segura la mayoría del tiempo que es muy difícil verla avergonzarse, y el hecho me enterneció de un modo incomprensible
-yo te llevare- le dije resuelto
-¿Lo harás?- pregunto con alegría infantil
-Ya esta decidido, déjame arreglar algunas cosas y nos vamos, conozco un bello lugar en Nueva Jersey
-Pero Elliot…-había recobrado su conocido sentido común pero mi mirada de “no aceptare replicas” le impidió, continuar la frase
-Te llevare a la playa, es una promesa y no se habla mas del tema- entonces me retire de la habitación decidido a…

-Cielo- lo llamo el débil sonido de una vocecita- ¡Elliot!-exclamo nuevamente devolviéndolo del todo al presente y la realidad
-¿ha?- pregunto distraído mientras tomaba conciencia de donde se encontraba
-es increíble que no choquemos, estas totalmente ido- Se quejo Gwen
-Lo siento amor, creo que me perdí en mis pensamientos- dijo él a modo de disculpa
-ya lo imagino-sonaba mas calmada- y ¿que pensabas?- ahora su voz tenia un tono curioso, levemente suspicaz
-pues… en el camino, en adonde vamos a llegar, en los lugares que te quiero mostrar y esas cosas- mintió, estaba tan habituado a ocultar lo que pensaba que lo hizo sin tener motivo para ello.
-mientes- dijo calmada sin quitarle la vista de encima, Elliot se sorprendió ¿Cómo lo sabia? quizás solo fue suerte, pensó
-haces un gesto siempre que mientes, deberías dejar de hacerlo-afirmo ella sin darle gran importancia, no quería presionarlo, cada vez que lo hacia él se alejaba, conocía demasiado bien la maniobra.
-¿en serio? y ¿Cuál es?- ahora estaba realmente sorprendido, nunca nadie le había mencionado algo parecido, pero esto era de suponerse considerando que hace demasiado tiempo que no permanecía tanto tiempo con una persona como había hecho con Gwen
-Si te lo digo, lo evitaras, y no podré darme cuenta cuando de verdad empieces a confiar en mi - esta respuesta le dejo atónito, no solo por su lógica, si no porque no noto ninguna segunda intención ella, se le antojo tan veras, que por poco se avergonzó de todas las veces que le había mentido, pero no podía exponerse, no aun, era muy pronto para confiar.

-¡Ahí esta!- grito Gwen de repente mientras señalaba hacia delante-mira, mira, ahí esta
-lo veo, lo veo- no pudo evitar sonreírse ante aquel arrebato, resultaba difícil creer que aquella era la misma mujer con la que hablaba hace solo unos segundos.
-Míralo, es tan grande- estaba maravillada, como muy pocas personas de su edad serian capaces de maravillarse. Elliot presiono el acelerador, impulsado por la emoción de su compañera, con un poco de suerte podrían estar en la playa antes de que anocheciera completamente.

-¿podemos bajar a la arena amor?-pregunto cuando estuvieron lo bastante cerca
-Por supuesto, no te e traído solo para que lo mires, Gwen corrió antes de que Elliot terminara de estacionar el auto, llego hasta tocar el agua con sus pies y regreso rápidamente, para abalanzarse a los brazos de su amado quien ya se encontraba de pie a pocos metros del vehiculo
-gracias-fue lo único que dijo antes de besarlo- eres maravilloso – susurro interrumpiendo el beso por segundos. Él la rodeo con sus fuetes brazos y la levanto como si fuera una pluma, aunque fueron solo unos centímetros para quedar a la altura de sus ojos
-de nada hermosa-dijo el antes de bajarla, juntos caminaron por el borde de la playa.
-es una lastima que no hallas podido verla antes de que oscureciera- se lamento
-¿Por qué? No creo que la playa pueda ser mas impresionante de cómo es ahora- respondió ella, Elliot miro el agua, estaba ilumina por el resplandor de la Luna llena que brillaba en un cielo despejado, sintió la brisa fría, la suave arena que se deslizaba bajo sus pies
-tal vez tengas razón- afirmo finalmente
-claro que la tengo, Además lo que la hace tan especial es que estoy contigo- Elliot se sonrió ante sus palabras, aun le resultaba extraño como Gwen era capaz de demostrarle su interés por él con tanta calma, como si fuera lo mas natural del mundo, quizás había tenido demasiadas relaciones tortuosas, intento recordar sus relaciones anteriores, cada una un intento desesperado por un poco de compañía y compresión, la mayoría de ellas, eran unas perras, pero el las recordaba con alegría, la verdad, casi ninguna lo había herido, todas estaban demasiado lejos.

Una melodía conocida llenaba el ambiente, tardo un par de segundos en comprender que era su móvil el que sonaba, contesto enseguida.

-¿si, que quieres?- pregunto mientras se alejaba de Gwen, que lo miraba con sorpresa, no era común que lo llamaran al móvil, no a menos que sea para un trabajo o un premio, y nadie llamaría para ese tipo de cosas a estas horas.
-ok, entiendo, te llamare luego
-¿Quién era? –pregunto Curiosa
-Nadie- respondió él de forma cortante, ella lo miro suplicante de mas información, pero lo conocía lo bastante bien como para saber que no debía insistir, lo dejo pasar y continuaron la caminata.

La noche paso sin pena ni gloria, demasiado cansados para mantenerse mucho tiempo presas de los deseos carnales, se durmieron entre lazados. La mañana llego pronto, la luz se calaba suavemente por el enorme ventanal de la habitación y la fresca brisa marina despertó a Gwen, quien se voltio en busca de los calidos brazos de su amado, sin hallarlos. Esto la despertó del todo, recorrió la habitación con la mirada en su busca, pero él no estaba, ni su ropa, ni su mochila, nada.

domingo, 15 de febrero de 2009

Por la noche

Luces eternas que iluminan la noche atrayendo mis ojos hacia aquellas líneas que apenas distingo…

…Curiosa, obsesa, como si esas vanas palabras que se suceden pudieran presentarme el significado de la vida y yo incapaz…

…no logro comprenderlas.

Parece un sueño, donde todo lo conocido desciende por un torbellino de confusión, estancándose en lo mas profundo de la tierra.

Allí en el lugar mas oculto donde no queda nada,
nada salvo los pedazos destrozados de mi frágil corazón,
ocultos para que nadie pueda ver su estado,
en ese lugar en que mi mente trato de protegerlos de ti…

pero ellos escaparon y están aquí moviendo mi cuerpo, cual titiritero a su marioneta, controlando cada paso, abalanzándose entre la oscuridad

con la única esperanza de encontrar tus brazos que me quitaran esta hiel que congela mi alma.

leo, una y otra vez, recorro las líneas con la ilusión de darle sentido a mi incomprensión.

Y el entendimiento recorre mi pecho y se clava bajo mi garganta impidiéndome respirar…

….te odio, maldito, grito en mi mente porque mis labios no pueden hablar,

Pero no puedo odiarte, aunque lo deseo con toda mi alma, aunque mi instinto de sobrevivencia me lo grite en mi cabeza con una voz cada vez mas apagada

Arrojo el escrito, lo aparto, sus palabras queman mi alma a través de mis ojos

como si la lejanía recobrara lo perdido…

Como si cada trozo pudiera reparase y unirse, formando a la persona que alguna vez creí haber sido

Nada importa

Todo esta perdido, enterrado en el cementerio de los de los deseos prohibidos

Es real, y nada de lo que diga, nada de lo que haga, lo va a recuperar

Las sangrantes heridas de mi cuerpo inerte lo entendieron antes que mi razón

…no volverás.


martes, 10 de febrero de 2009

Poeta o Narrador?

Buenos días mis apreciados lectores, hoy vengo frente a las teclas de mi PC con el propósito de plantearles una disyuntiva, una cosa curiosa que a rondado por mi mente y que puede que mas de alguno de vosotros también se lo halla planteado. Puesto que a nosotros como seudo escritores o como aspirantes a serlo debes en cuando nos da por reflexionar al respecto.
Ya basta de tanta introducción, no hay porque abusar de la palabrería y el hecho es simple, como lo presenta el titulo ¿es mejor ser poeta o narrador?, si ya se lo que me vais a decir, son aspectos diferentes de escrituras, no hay necesidad de que uno sea mejor que otro, A pesar de esto no puedo evitar preguntármelo, y para intentar responderlo, permítanme hacer una burda descripción para una posterior comparación.

Poesía
(Del lat. poēsis, y este del gr. ποίησις). f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. (apoyo RAE)
Sabemos que la poesía se basa en la expresión de sentimientos, por tanto el poeta tiene que estar familiarizado con sus emociones para lograr en el lector una cierta empatia. Esa es supuestamente la parte simple (digo supuestamente por que no a todos se les da tan bien, yo por ejemplo no son muy agraciada al respecto), además de esto la poesía goza de ciertas complicaciones, calcificaciones, como poesía épica, lírica y dramática, y ciertos formatos que un buen poeta debe conocer para poder aplicarlos, (aunque la mayoría suela pasarlos por alto relegándose al verso libre, que también es parte de la poesía).

Narración
(Del lat. narratĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de narrar. Considerando narrar (Del lat. narrāre). Como tr. Contar, referir lo sucedido, o un hecho o una historia ficticios. (apoyo RAE)
La narración por otro lado, es la capacidad de contar, pero no solo contar, sino que introducir al lector en su relato, incluirlo como parte de él, permite un desarrollo de personajes profundo y perfilado, además de una trama de distintas temáticas también con un desarrollo mas acabado y a la igual que la poesía posee ciertos formatos y clasificaciones como tipos de narrador. A que tener en cuenta que la narrativa al conectarse a cabalidad todas sus características permite la creación de híbridos, en un mismo relato, esto también puede ocurrir en la poesía pero no se ven tan a menudo.

Finalmente que nos queda, ambas son herramientas excelentes y necesarias para el desarrollo de un escritor, ambas poseen sus reglas y dificultades, por tanto no se puede juzgar a ninguna de ser fácil ya que el buen desarrollo de cualquiera de ellas siempre implica un reto. NO obstante no se pueden posar por alto sus diferencias, como el verso característico de la poesía, y el formato descriptivo y secuencial que suele ser utilizado en la narrativa, no son los únicos elementos y tampoco son exclusivos de cada uno, con un poco de esfuerzo cada herramienta y figura literaria puede ser aplicada en ambos formatos, esto nos lleva a concluir en la excelencia que posee cada uno.

Por lo tanto la diferencia radica en la capacidad del escritor, ¿es posible que una persona sea igual de hábil en la narrativa y en la poesía? O ¿siempre se tendrá una predilección por alguna? Si escribo relatos que parecen poesías o poesías que se figuran narraciones, mientras mantenga los respectivos formatos ¿seguirán siendo narraciones y poesías respectivamente? Y lo que mas me intriga, ¿que define a un escritor como poeta o narrador? Si, evidentemente que su obra, pero ¿Qué lo lleva a elegir una forma de escrito por encima de la otra? ¿será su personalidad? ¿su capacidad? O ¿simplemente gusto?, por que uno puede escribir ambas cosas, pero tener mas facilidad o gusto por una ¿o no?

Nuevamente e caído en un torbellino de incógnitas, me suela pasar, pero que mas da, sino puedo conseguir las respuestas, al menos puedo reflexionar, no obstante díganme ustedes, mis colegas, tienen alguna preferencia, ya sea para leer o para escribir ¿poeta o narrador?

domingo, 25 de enero de 2009

Rapsodia bohemia

Querida madre:

No se donde estoy, me encuentro perdido y confundido en un lugar oscuro, no estoy seguro si esto es real, o es solo una fantasía, estoy atrapado en el fracaso, y como quisiera que esto no fuera verdad, pero no puedo escapar de la realidad, no puedo, por mas que lo intento es imposible para mi, mírame, abre los ojos soy solo un pobre chico y no lo digo para inspirar la lastima de nadie, no quiero, no necesito compasión. Se que es extraño pero a ratos pienso en lo que hice y me siento contento me siento libre, aunque puede que tenga un problema, por que al llegar a ese punto al sentir mi libertad la tristeza me invade, soy cambiante como el viento, tu lo sabes, pero realmente no me importa, ya que independiente lo que me parezca para el mundo cometí un crimen, y es cierto lo hice, madre acabo de matar a un hombre fue tan simple, fue tan fácil, solo tome mi arma, la puse sobre su cabeza, tire del gatillo, y todo acabo lo mate, y se que fue un desperdicio, su vida no valía nada , mi vida en cambio recién comenzaba y ahora acaba por el, por arrebatar su vida, por sentir el placer de acabar con su existencia, por disfrutar como la sangre salía de cráneo, pero no sufras madre, no quiero hacerte llorar, y tratare de arreglarlo, pero no me esperes madre, si no vuelvo, para mañana , solo sigue adelante, no importara, olvídate de mi y sigue adelante, como si nunca hubiera pasado, como si esto no fuera real, por que en realidad nada importa, puede que para mi sea demasiado, tarde, solo te escribo por que mi hora a llegado, se que es el final, un escalofrió recorre mi cuerpo, y la oscuridad me invade, hace frió, se que pronto todo acabara, despídeme de todos, sabes que me tengo q ir, debo marcharme, y dejarlos, debo enfrentar la verdad, se que muchas veces desee no haber nacido pero no quiero morir…

No, ya es hora vienen por mi, veo una silueta, un hombre se acerca, todo me revela que viene el final, rayos, truenos, una tormenta se alza sobre mi. tengo miedo, soy solo un pobre muchacho, nadie me ama, fue lo que dijo aquel que pretendía defenderme, era un idota, es como si pudiera verlo justo ahora, un hombre delgado y algo cojo, debí de matarle a el, aun oigo sus palabras “es un pobre muchacho, de una pobre familia, salven a esta moustrosidad”, valla defensa que me ofrecía ese charlatán, como era de esperarse, no consiguió nada no me dejaran ir, estoy condenado, madre, no me dejan ir , pero no pienso rendirme, son unos ilusos, piensan que pueden atacarme y agredirme, incluso tu y ella, piensan que pueden amarme y dejarme morir, pero no pueden hacerme esto, voy a salir de aquí, solo tengo que salir de aquí, si eso es, saldré de aquí y me vengare, aunque no se de que serviría eso, al final nada realmente importa, nadie lo puede ver, que todo esto es como una especie de juego no importa quien gane o pierda la partida, no importa si haces trampas, o si acabas con el resto de los jugadores, el juego tarde o temprano acabara, y al entenderlo nada realmente importa, al menos nada realmente importa para mi…

Es la revelación fotográfica del dolor y la desesperación rescrita en un papel, el segmento de una carta escrita con las uñas. En una vieja pared, ubicada el lugar mas oscuro de un simple hospital siquiatrico, no hay crimen, no hay juicio. 20 años sin una visita, paranoia y alucinaciones múltiples, era lo que estaba escrito en el expediente sobre la puerta, donde el nombre del paciente estaba borrado por la humedad, tal vez hubiera sido mas fácil morir


Escrito inspirado en la canción Bohemian Rhapsody del grupo Queen

viernes, 16 de enero de 2009

Tengo miedo

Tengo miedo, tengo un miedo horrible que me destroza el alma y me tortura sin dejarme vivir, me veo, estoy de pie mirando como te haces cada vez mas pequeña mientras te alejas, estas tan lejos amor..., y yo, yo tengo miedo, tengo miedo de perderte, de cometer algún error, tengo miedo de fallarte, si lo se, no soy lo suficiente buena para ti, y si en algún momento pensé lo contrario, ahora se que estaba equivocada, y tengo miedo de esto, tengo miedo por que se que podrías estar con cualquiera que deseases, sin importar su genero, su edad, su fama, condición social o reputación, así de sublime eres, así me cautivaste a pesar de los diez años que nos separan porque entre todos me elegiste a mi, no eres siquiera capaz de vislumbrar lo importante que esto fue para mi, no te imaginas lo que significa en mi alma, el que tú, TÚ estés conmigo, pero tampoco es mi intención reprocharte tu ignorancia, no hago mas que distraerme y desviarme, lo cierto es que tengo miedo, y no se como, no se porque tienes mi corazón desde hace meses, y creo, no, tengo la seguridad de que sin importar que haga o que ocurra parte de él se quedara toda mi vida contigo.., te amo, mas que nada quiero que seas feliz, pero aunque todos mis principios te dejen libres para que busques tu felicidad donde te parezca que podrás encontrarla, yo de algún modo no quiero, tengo miedo, tengo miedo de sentir esto tan fuerte dentro del pecho, cuando estas cerca y cuando te alejas, tengo miedo de sentir todo esto por tu persona y perderte, temo perder tu amor, tu cariño, tu confianza, me enseñaste a ser ti amiga, tu hermana, tu compañera y tu amante, me mostraste como dividir y permanecer, ser cuatro personas al mismo tiempo sin dejar de ser una sola, y del mismo modo te convertiste en esas cuatro personas para mi, y debido a eso ahora el miedo me consume, tengo miedo de perder el cariño del a hermana, la complicidad de la compañera, tengo miedo de perder a la amante, de dejar de ser tu amiga, y de que tu confianza en mi desaparezca junto a un par de lagrimas que se deslizan por tus encantadoras mejillas, por cometer el error de perder tu confianza, pero mas que a todo, mas que a cualquier horror que la mente pueda imaginar tengo miedo a no significar nada para ti , cuando tu eres todo para mi, temo no ser nada y con eso perder al capacidad de arrebatarte una sonrisa de tus bellos labios y guardarla en lo profundo de mi alma, por que no entiendo como, y no entiendo porque algo en fondo de mi pecho, en lo mas profundo de mi corazón me grita que te amo.

Y entonces finalmente bajo la cabeza, porque en el ínstate fugaz que todo esto salio de miente desapareciste de mi vista, caminando como un día cualquiera sin ser capaz de detenerte a mirar mi alma.



Pasaje sacado de un extracto de mi mente, oculto entre mis pensamientos, surgido una noche, en que levante al vista y no pude evitar mirar como te alejabas.