lunes, 20 de diciembre de 2010

Aire viajero


Inhalo el dulce aroma de café que armoniza mi mente antes de otro largo día de trabajo, de pie frente a este enorme y conocido edifico agradezco a los trastornos climáticos que han permitido esta fresca mañana de verano, quizás demasiado fresca para esta época del año, aunque es ideal para un café. Pensando en el clima es inevitable alzar la vista en busca del cielo, pero hoy las nubes se separan tal objetivo de mis ojos, actuó rememorando las palabras de mi padre “respira hondo y huele la hierba” y contra todas mis expectativas me sorprendo y huelo hiera algo demasiado singular en esta selva de cemente, por lo general huelo el pasto recién cortado de los barrios residencias, pero no es este aroma, este es aire a campo a hierba sembrada en recuerdos infantes,
Le doy un sorbo a mi café y vuelvo a respirar profundo, Mocachino y hierba, dos aromas contradictorios que casi me hacen olvidar que sigo parado frente a este conjunto de oficinas con forma de edifico. Dulce y fresco casi como tu.
¿Qué será de ti? Pregunto en mi mente en esta mañana cotidiana y singular, hace demasiados años que no te veo ni se de ti, sumido en mis meditaciones abandono mi punto y deambulo entre las calles pensando en tu sonrisa, debe ser invierno en ese país que elegiste como tuyo no obstante muchotas verde te ha de acompañar, quizás la nieve se pose sobre las ramas de los pinos y quizás el cielo se refleje entes ojos.
Ahora vivo solo en un departamento, bueno casi solo, de no ser por aquella Amapola que compre esa mañana de arrebato, simplemente porque me recordaba a ti. Aquí estamos ella y yo, ella en la ventana recordándome tus labios y yo en el balcón disfrutando el aire fresco, con esa misma frescura que tenían tus abrazos, aquí estoy donde me dejaste, en el mismo lugar que decidí quedarme rogándole al viento que sea mi mensajero, mientras grito como un loco palabras de momentos demasiado lejanos como para que tengan sentido, deseando que se pierdan en el aire, que se mezclan en el viento que sopla tu pelo para que tu también sientas este aroma viajero.



miércoles, 29 de septiembre de 2010

Capitulo V “Cambio de direcciones”

Poco a poco empezaban a deslizarse unas gotas por el cristal de la ventana, se hacia tarde y Elliot aun no volvía al hotel, Gwen encendió la radio para tranquilarse rápidamente el sonido invadió la habitación, sonaba Godbye my lover de james Blunt, se sonrió para si misma ante este intento de burla por parte del cosmos. Una suerte de paranoia penetraba su cuerpo llenándola del conocido pensamiento de que su novio no volvería, pero esta vez no se dejo convencer por estos pensamientos, ya estaba bastante cansada de la situación, Elliot no era ninguna mascota para tenerlo atado y esa era la filosofía de su relación ella lo dejaba ir y le daba la opción de volver, pero su actitud inerte estaba a punto de cambiar después de todo ella había obtenido todo lo que se proponía durante la mayoría de su vida y esta no seria la excepción además por primera vez desde que había conocido a este peculiar sujeto tenia algo de libertad para participar de forma activa en la vida de su novio sabia exactamente donde estaría y desde un comienzo este había sido un desafió personal para ella, amaba a Elliot tanto como se permitía a si misma amar y quizás mas, pero el descubrir su misterio se había convertido en un desafió personal para ella y ahora Greg le había entregado el punto de partida, apago la radio y busco en su bolsillo aquel papel disimuladamente este recién conocido había puesto en sus manos llegado el momento de despedirse.

Parecía un papel sin importancia como cualquier otro se encontraba doblado en cuatro, con un numero de teléfono y una dirección en los Angeles escrita a mano en la parte del papel que daba hacia fuera, al desdoblarlo del todo pudo ver su interior, era la fotografía de un sujeto en una librería estaba algo borrosa pero aun así se distinguían sus rasgos, escruto sus facciones detenidamente durante unos minutos, curiosamente le resultaba familiar a pesar de no recordar haberlo visto antes, vestía un impermeable así que no era mucho lo que se podía apreciar de su figura, era alto aparentemente delgado, pero no era eso lo que llamaba su atención, su vista se fijo rápidamente en una cicatriz que cruzaba su rostro desde el borde de la ceja izquierda delineándose por el borde de la cara hasta desaparecer a mediados de la oreja del mismo lado era delgada pero lo bastante prominente como para no desaparecer por la mala calidad de la foto pero a pesar de lo intrigante de esta característica no pensaba pasar por alto ningún elemento de este sujeto así que continuo observando, usaba unos anteojos rectos de marco metálico y el cabello recogido en una coleta era de un color castaño, muy similar al de Elliot pero un par de tonos mas claro como si no hubiera estado expuesto al sol en mucho tiempo, entonces lo noto, el hombre de la fotografía a pesar de la evidentes diferencias y los anteojos se parecía mucho a Elliot, tenían el mismo mentón y la misma nariz incluso ese deje de sonrisa que veía en al foto había sido detectado muchas veces por ella misma en los labios de su novio, resultaba evidente que eran parientes, pero a pesar de esto algo en él, en su mirada o en su figura no le gustaba.

¿quién será?- se pregunto una y otra ves mirando la fotografía, después de mucho meditarlo la curiosidad le gano a su desconfianza, miro el reloj por ultima vez y tomo una decisión iría a ver a este sujeto con Elliot o sin él, después de todo ella era mucho mas capas, de lo que su novio se imaginaba, de hacer muchas cosas, encontrar a alguien no le seria problema. Lo primero seria salir de allí, así que tomo su teléfono celular y marco aquel conocido numero al que tanto detestaba llamar pero que era imprescindible en este tipo de situaciones.

***

Elliot entro a la habitación al momento justo en que Gwen terminaba una conversación por su móvil alcanzando a escuchar solo las ultimas palabras

- dile que estoy bien y gracias- fue lo ultimo que dijo antes de colgar el teléfono, al voltearse vio a Elliot, parecía sorprendida.

- no esperabas que volviera ¿verdad?

- debo reconocer que me sorprendes- afirmó mientras se cruzaba de brazos, algo en ella se veía diferente a la mujer que había dejado antes de ir a dejar a su amigo al aeropuerto

- tengo que irme

- ¿y volviste solo para decirme eso?

- es mas complicado de lo que parece Gwen

- solo porque tu quieres que sea así, confía en mi- poco a poco se puso de pie mientras pronunciaba las palabras con tal gracia y agilidad que al finalizar la frase se encontraba frente a él con sus brazos alrededor de su cuello mirándolo a los ojos.

- tengo que irme – repitió quedamente- te daré dinero para que regreses a casa o para que salgas de aquí

- llévame contigo- suplico dulcemente mientras lo besaba.

Elliot la miro a los ojos y por primera vez en meses supo que si la dejaba ahora, la perdería, no porque no volviera a verla sino porque las cosas no serian lo mismo, se sentía poseso por sus ojos, ciertamente no la había visto tan segura de si misma desde la noche que la conoció, con esa seguridad que sin importar lo que el dijera ella conseguiría lo que quería, y que el no era mas que un elemento mas de la sartén cuyo mango se encontraba en sus manos, lo unico que esperaba de él era una decisión final o quizás solo la constatación de un hecho pues a ella no parecían desagradarle ninguna de las alternativas que se deslumbraban como resultado, no quería perderla, menos aun cuando la volvía ver a así con en ese rasgo tan propio de ella que lo intrigo y cautivo desde el primer momento, ahora formular la respuesta a la pregunta inexistente era una mera formalidad.

- Vamos- respondió finalmente y una sonrisa complacida se figuro en los labios de Gwen, quien rápidamente empezó a dar vueltas por la habitación guardando todo en las maletas.

- Tranquila- quiso detenerla Elliot- descansemos esta noche será un largo viaje en carretera

- No lo creo guapo, tenemos que tomar un avión en tres horas, tu Jeep se va por encargo- Elliot la miro sorprendido

- ¿en avión? Y ¿se puede saber a donde?

- A los Ángeles por su puesto- una sonrisa de medio lado y una mirada de algo parecido al orgullo fueron las únicas respuestas que obtuvo de su novio antes de que la acompañara en la recolección.

Ciertamente su novia le sorprendía y mucho, ya tendría tiempo de descubrir como lo había averiguado, cuanto sabia y como había obtenido el dinero para los pasajes en avión. Ahora solo quería disfrutar de esta sensación era una situación llena de misterio y del todo excitante de haber tenido un poco mas de tiempo la habría tomado entre sus brazos, la desvestiría fiereza y la haría suya una y otra vez, pero tiempo era lo que menos tenían. Además mas allá de Gwen tenia otros misterios que resolver, otras palabras que elegir y otras decisiones que tomar, decisiones que removían un pasado vivo que por demasiados años había tratado de olvidar, un pasado plagado de misterios que se le habían figurado tan difíciles de develar que había preferido olvidar su existencia, un pasado que volvía con la amenaza de convertirse en presente, un pasado que era suyo, pero no solo suyo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Corazón de cenicero

Estabas tan solo cuando te vi por primera vez, tu sonrisa fue lo que lo cambio todo, la sonrisa de un chico triste y desolado el gesto ante mi presencia, así que me vine contigo a este hermoso lugar y deje de fingir ser quien no era, te prometí estar contigo por siempre y acompañarte en tus locuras que eran también las mías.

Hasta que hiciste una propuesta a la que no pude acceder, te molestaste, me gritaste, rompiste cuanto estuvo a tu alcance hasta que te cansaste, confiada de que todo había acabado como un berrinche mas, me dormí en la que tantas veces fue nuestra cama, segura de que estaría bien, de que estarías bien, de que estaríamos bien, pero no fue así.

Desperté entre tu locura con las extremidades atadas siendo incapaz de moverme. El humo salió de tu boca con olor a tabaco sonreíste con tu ultima mirada antes de dar el paso que cambiaria nuestra historia, que bonito se te veía ese traje negro mas aun ahora que esta teñido de carmesí, te vi pasearte por la habitación mientras el humo empezaba a rodearnos, miraste tu reloj, era la hora te acercaste a mi y como ultimo adiós apagaste tu cigarrillo en mi pecho justo sobre mi corazón.

Me dejaste por no poder acompañarte cuando todo se cubrió de fuego, era lo correcto estar juntos aunque este fuese nuestro final, abriste la ventana y diste tu salto a la eternidad, no sin antes reprocharme no cumplir mi promesa, pero no podía seguirte, no podía acompañarte no saltaría contigo a pesar de que el quedarme parecía significar mi final.

Descubrí que podía soltarme con facilidad rápidamente , lo planeaste para darme la oportunidad de elegir y me quede con mi corazón de cenicero en lugar de seguirte. Finalmente las llamas se apagaron y yo salí caminado con tranquilidad, vi las sabanas teñidas de sangre mire hacia abajo y me pregunte si habrás estado muerto antes de cruzar los doce pisos que nos separaban del pavimento.

Salí de la habitación tome el ascensor sin ningún apuro, encendí un cigarro para acompañar la espera y llegue a tu lado antes de consumir la mitad de él, vi tu cuerpo maltrecho, tire mis cenizas sobre el músculo de tu pecho que estaba descubierto, desgarrado mostrando tu negro corazón de fumador, el humo desapareció y supe que ese era nuestro final.




Inspirado en la canción
Ashtray Heart de Placebo

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cap. 1: Ella

Tras recibir la propuesta irrechazable Willyen caminaba insomne en espera del viaje. Ciertamente se enfrentaba a lo desconocido e ignoraba del todo que se esperaba de él y como debía comportarse. Las ideas eran confusas en su mente, tal vez debería de seguir el consejo de su maestro y amigo, pensó, pero rechazo la idea al instante después de todo el repaso de sus técnicas sexuales no le tranquilizaba ni le era necesario, en su currículo se encontraba destacada su graduación como uno de los alumnos mas brillantes tanto en Técnicas de la Sexualidad como en Culturas Sexuales ambas clases de nivel superior, se sonreía ante si mismo al recordar lo fácil que le había resultado eximirse de un examen practico al aplicar una técnica tantrica sobre su instructor provocándole un orgasmo en plena clase, pero esos recuerdos no lo hacían sentirse mas seguro en esta situación, después de todo hace décadas que los llamados concubinos habían dejado de ser unos meros juguetes sexuales y a pesar de los rumores sobre ella, la normalidad aparente de la situación no hacia mas que producirle un inmenso desconcierto.

Frustrado e insatisfecho de si mismo y sus propias respuestas tomo conciencia del lugar donde lo habían llevado sus pasos. La sala del oráculo, el lugar correcto en el momento preciso- pensó para si mismo- Tenia una duda en su mente y probablemente obtendría su respuesta pero debía ser cuidadoso, estaba conciente que cada persona solo podía hacer una pregunta cuando transcurriera a lo menos un año desde su pregunta anterior. Medito cuidadosamente sus palabras y hablo firme y claro para que no existiera la menor confusión.

¿Cómo debo comportarme ante Sybille?- preguntó expectante de la respuesta. El sonido retumbó en las paredes durante varios segundos antes de desaparecer

-Sybille como la conocen todos- pronunció la voz con un tono particularmente anciano- es la nombradora, creadora y dueña única de Concubine Sybille es la persona publica mas desconocida de nuestra sociedad actual, posee una apariencia atemporal que le brinda la capacidad de lucir de la edad que mas le acomode según la circunstancia. Tu actitud frente a ella podría significar un símil al cumplimiento de un sueño en caso de ser de su agrado o tu muerte por desmembramiento o degollación en caso contrario –Willyen se estremeció ante la posibilidad de una muerte prematura, a pesar de estar conciente de antemano de ella, el escucharla no hacia mas que acrecentar sus nervios, pero fue paciente y espero a que la voz terminara de hablar conciente que el interrumpirla solo significaría dejar su respuesta a medias.

-el actuar frente a ella- continuo la voz- es difícil de describir puesto que intuitivamente ella tiene la capacidad de saber si mientes, si finges o si intentas impresionarla sin que esto juegue necesariamente en tu contra. Se te propone ser sensible sin dejar de ser firme, agresivo sin abandonar la tranquilidad, entusiasta y despreocupado, no debes intentar agradarle ni tampoco permitirte que te odie si aprecias tu vida. Ella es la chica de los mil encanto admirada, temida y odiada por muchos, reina y diosa. Para tratarla se necesita de un equilibrio impropio de un ser humano y que ni aun logrando crearlo asegura ser de su agrado. Por lo tanto se te darán dos consejos para tu actuar que son mucho mas respuesta que la que ameritaba tu pregunta. – Willyen escucho atento ante la posibilidad de una dirección concreta.

-El primero - pronuncio la voz con total solemnidad - cuando te presentes ante ella tu mejor opción es ser tu mismo, posibilidad que es en si misma un arma de doble filo puesto que el desagradarle a Sybille podría llevarte a un horrendo final, pero si por el contrario le agradas te sentirás cómodo en un mundo que tu mente es incapaz de imaginar. Y el segundo, no te enamores. – el oráculo callo y el silencio invadió la habitación.

- ¿Qué significa eso?- pregunto Willyen desconcertado pero no obtuvo respuesta. Totalmente conciente de que el insistir en sus preguntas seria un esfuerzo vano, devolvió sus pasos a su habitación. – que asco de consejo- murmuro para si mismo mientras entraba en el dormitorio, se tendió sobre la cama y para su sorpresa se durmió con facilidad.


sábado, 4 de septiembre de 2010

El Último Sorbo


Quiero morir entre sus brazos,

Imaginando que me ama mas y mas.

Como otra canción de corazón roto,

Como una historia mas en este bar.


Y no me miren con asombro,

Que en esta barra nos vemos igual,

caminado entre los escombros

de esos pasados que no volverán.


Quiero mas fruta en mi copa,

Que este trago esta por acabar,

Quiero emborracharme con cada gota

Que esta alma, no da mas.


En el licor busco sus labios,

Pero mis penas ya sabe nadar,

Miro los rostros desanimados,

Se que las cosas no cambiaran


Quiero mas fruta en mi copa,

Que este trago esta por acabar,

Quiero emborracharme con cada gota

Que esta alma, no da mas.


Quiero mas fruta en mi copa

Que ya mi trago esta por acabar

Voy a beber hasta la ultima gota

Y alzare mi vaso por nuestro final.








lunes, 23 de agosto de 2010

Esta Noche

Noche oscura, plagada de deseo
atrayente y peligrosa

Are realidad tus sueños esta noche
veras la luz en esta profunda realidad
tocare tu cuerpo y tocare tu alma
con un instrumento más delicado que el cristal
mas dulce que una flauta, más suave que la fibra mas tersa

Te librare de tus demonios,
pero no, no encanto,
no me pidas que te libre de tus pecados
porque tu misma eres la manzana que deseo saborear.

Entre nubes de tinieblas, con el sonido de la lluvia,
con el placer enviciante que se escapa de tu cuerpo
con tu respiración entre cortada.

Si no hablara de la lujuria pecaría de omisión,
pero esta noche hay demasiados pecados entre nuestros cuerpos,

Dulce infierno que abriga mi alma,
que cobijas mis sueños y te vislumbras en la noche
lo tendrás todo aunque la vitalidad me abandone mañana

Sentimientos múltiples, intensos y puros
sentimientos puros,
que ingenua es la gente al pensar que ese par de palabra
significan algo bueno, cuando en realidad solo significan
que son hechos de un mismo material,


El mercurio es un material
puro pero te matara si entra en tu cuerpo.
y en esta ocasión el significado es exacto
sentimientos puros, múltiples, diversos y puros,
no soy quien para asignarles el valor de bien o mal

Solo sé que veras el paraíso entre las llamas del infierno
y yo seré tu guía y acompañante en esta noche singular
mis suaves manos buscan entre tus pliegues
el deseo de esta noche perfecta alumbrada por la luna,
astro testigo de la locura electrificarte
que se evidencia al cruzar nuestras miradas

Hoy me desperté amándote
y me dormiré entre tus brazos...


Dulce ingenuidad,
rosas que resfalan de las manos incapaces de sujetarlas,
de un cuerpo lacerado por cuchillos,
iamgen que escrutan las miradas
incapaces de ver las heridas sangrantes.
hay palabras que pueden destruir sueños...

miércoles, 28 de julio de 2010

La chica de los zapatos de tacón

Cruza el lumbral de la entrada perdiéndose en el humo del tabaco que oculta su mirada entre perdida y desesperada. Notan su presencia al instante a pesar de no mover sus cabezas ni interrumpir sus conversaciones. Abre la boca en un gesto de suplica pero ni un sonido se escucha salir de sus labios. La imagen ante sus ojos a pesar de su cotidianidad le produce un inmenso e inexplicable desconcierto. El sonido de sus pasos delata su posición a pesar de que nadie parece haber reparado en ella. Se acerca ala barra para solicitar algo pero no encuentra a quien hablarle, confundida se acerca a una mesa.

- Disculpa
-¿que quieres?- el sujeto la increpo al instante totalmente conciente de su presencia pero con tal abstraimiento que era incapaz de levantar la vista.
-necesito ayuda, acaba de ocurrir un accidente
-que bonitos son tus zapatos- respondió como si no escuchara lo que le decían
-un teléfono, un medico, lo que sea- suplico empezando a caer en la desesperación- necesito ayuda o se desangrara.
-ya esta muerto- respondió el con la misma soltura que lo haría una persona cualquiera al referirse al clima.

El desconcierto la obligo a retroceder un par de pasos que retumbaron en el espacio. El sujeto al perder el punto de vista que robaba su atención levanto la mirada en dirección a la chica perdida. Su rostro de un tono pálido enfermizo se dibujaba terrorífico en un ambiente tan poco iluminado, una lúgubre sonrisa se delineaba en la cara del extraño.

De pronto la puerta se abrió, un sujeto alto y fornido atravesaba el umbral arrastrando un bulto difícil de identificar, El sujeto frente a la chica salto de su puesto al instante para acercarse al recién llegado, un cruce de miradas fue toda la conversación que tuvieron antes de clavar su atención en la chica, se aproximaron a ella a paso lento pero seguro. El miedo invadió su cuerpo al verlos acercarse quiso huir pero ellos bloqueaban la única entrada, intento escapar pero solo consiguió llegar al piso al perder el equilibrio a causa de los delgados tacones de sus zapatos, grito clamando ayuda, pero solo obtuvo aumentar el numero de sus perseguidores, se arrastro por la repulsión que le producían todas aquellas manos acercándose a ella, se golpeo contra la barra y una botella de licor se quebró a su lado, pequeñas esquirlas se clavaron en su cuerpo tiznándola de sangre, el color carmesí despertó la bestia interna de sus perseguidores que se arrojaron al piso para apresarla, tomo el gollete de la botella e intento defenderse pero fue en vano. La sujetaron entre varios.

Recuerdos recientes pasaban fugaces por su mente, la fiesta de graduación de la que había escapado, la fiesta a campo traviesa, el chico guapo que la invito a salir de ahí, sus amigos haciéndole bromas al respecto, irse con un extraño no era algo que hacia por primera y nunca le había traído malos resultados, hasta ahora, pero no era culpa del muchacho, fue ella la que le sugirió venir a este pueblo abandonado,

Sus captores se deleitaban desvistiéndola poco a poco exento por sus zapatos, rasgaron su ropa y babearon sobre su cuerpo, en un ultimo esfuerzo por defenderse, logro liberarse una pierna y le clavo un tacón en los genitales al sujeto que estaba sobre ella, al resto de sus captores no les hizo gracia, la golpearon con los puños hasta dejarla, inconciente pero las intenciones habían cambiado el recién golpeado tomo uno de los trozos de vidrio esparcidos por el suelo y con la limpieza de un cirujano corto su rostro.

Solo un sujeto seguía sentado, alejado en un rincón, mirando a sus compañeros sersenar a la pobre chica, solo se levanto cundo sus compañeros se dispersaron, esquivo los pedazos de cuerpo y hundiéndose en el charco de sangre extrajo los zapatos, fríos pero entibiándose con su nuevo color, simplemente los miro y los colgó junto a los otros.


sábado, 22 de mayo de 2010

PISE


Posibilidades Inexistentes para Sentimientos Equivocados


Aun se estremece mi cuerpo, en ese momento durante un instante cerré los ojos y pude ver todo aquello que pudo ser, que pudimos ser o mejor dicho todo aquello que nunca seriamos, vi los días felices, los abrazos eternos, las sonrisas imborrables en nuestros rostros, sentí los besos profundos que harían vibrar mi alma, besos de aquellos labios que nunca toque con los míos, demasiado inocentes para corromper con mis problemas, demasiado tibios para enfriar con la hiel que exhalo cuando respiro, vi mis manos acariciando tu rostro mientras que por tu rostro subía la sensación de seguridad que te brindaba mi piel sobre la tuya, vi mi vida contigo, mi futuro contigo, como cambiaba mi mundo entorno a ti y como me hacia valiente para luchar contra todos lo que se opusieran a lo nuestro, me vi protegiéndote y te vi cuidándome, nos vi viviendo esa felicidad tan real que no merecía existir en este mundo, vi alegria sueños y dolor todo en un instante.


Por eso cuando supe que te irías me concedí un único placer, a pesar de haber renunciado a ti hace tanto tiempo, por mi, por ti, por ella lo nuestro era demasiado imposible para siquiera sugerirlo, así que trate de olvidarte a pesar de que caí a tus pies en el instante que pasaste ante mis ojos, maldita filosofía kantiana lo nuestro no debía ser, pensé que ya lo había entendido tanto mi cerebro como mi corazón, pensé que te habías tornado indiferente para mi, pero mentiría si dijera que no sentí nada al estrecharte entre mis brazos, si dijera que mi corazón no se acelero al tenerte tan cerca, que mi cuerpo no temblaba resistiéndose a besarte, mentiría y mentiré si me lo preguntan, porque se a ciencia cierta que yo nunca e sido para ti ni la sombra de lo que tu eres para mi, pero mi silencio es un precio muy bajo por tu tranquilidad, sin embargo quise gritar, quise besarte y traicionar porque en ese único brazo que me permití darte solo para decirte adiós, detuviste mi pulso y me llenaste de ese aliento vital que mi piel nunca debió conocer.


Corrí de tus brazos lo mas rápido que me permitió la compostura, te dije adiós con mi alma y te abandone junto a una lagrima solitaria, me convencí del mero capricho que significabas para mi, sufrí tu partida por tu ausencia y rei de mi libertad, sin hechizo, sin traición estuviste a punto de cambiar mi vida, de descarrilarme de las vías de mi conciencia pero todo había acabado y yo había permanecido firme en todo instante, me devolví a lo cotidiano sonreí en los brazos de las cadenas que rodean mi cuerpo y volví a pensar que la dicha se vislumbraba en mi camino.


… nada mas pise en mi corazón.


Entonces una alucinación se vuelve tangible, un día como cualquiera te figuras entre la gente y cruzas el lumbral de mi oficina, corro hacia tus brazos sin importarme si la gente nos mira, me detengo a un palmo de tu piel sin tener conciencia de lo que haré, me abrazas y con tu calidez sobre mi cuerpo vuelvo a sentir la vitalidad, acaricio tu piel con ternura y sin pensarlo poso mis labios sobre los tuyos, para mi sorpresa respondiste mi acto, un nanosegundo en el que el mundo desapareció y pude haber muerto por todos los sentimientos que provocabas en mi, un nanosegundo que termino con la sorpresa en mi rostro y la sonrisa en el tuyo, pude ver en tus ojos que anhelabas ese beso tanto como yo, ese beso tierno, único, perfecto. Por un instante vi tus ojos brillar antes de volver a su acostumbrada oscuridad, solo un susurro sale de tus labios antes de que desaparezcas de mi vida, con el sonido del deber, la resignación, la culpa y la determinación que solía ser lo único que ponía fuego en tus ojos:



Lo nuestro simplemente no puede ser




sábado, 30 de enero de 2010

Capitulo IV “Del pasado al presente, decisiones”

-Es una linda chica Elliot-comento Greg en un tono pícaro mientras le dirigía una mirada a su amigo
-Supongo que lo es
-Vamos, siempre tan reservado, cuéntame algo que sea, ¿Cómo la conociste? ¿le gustan los tríos? al menos dime ¿hace cuanto salen juntos?
-No lo se Greg, un tiempo
-Eres lo peor - reclamo mientras subía el volumen a la radio del vehiculo- si quieres te puedo decir algo yo- Elliot lo miro sorprendido
-¿y tu que puedes saber?- pregunto escéptico
- soy detective privado ¿lo olvidas? Dame un par de días y tendré su vida impresa y archivada en mi escritorio- Blufeaba y Elliot lo sabia pero a menos había logrado que se relajara el ambiente, su amigo se retorcía carcajadas
- Vamos Greg por muy bueno que seas no lo lograrías en dos días, no sabes ni su apellido, eres un mentiroso
- Je je, Bueno tienes razón, pero hay que serlo para sobrevivir en mi negocio
- lo imagino, y por cierto ¿Cómo va el negocio?
-¿Qué es esto? El Gran Elliot preguntando por la vida de otros, él quien no necesita saber nada de nadie- ironizó burlesco Greg
-Era solo una pregunta de cortesía, no te emociones- respondió mientras le golpeaba en el hombro
-Hey concéntrate en el camino, se supone que vas conduciendo
- Puedo hacer mas de una cosa a la vez- respondió mientras le golpeaba de nuevo, por en momento volvían a ser ese par de chicos que fueron en la infancia, que jugaban y reían sin que el mundo les importaba, que se pelaban por la nada hasta que Adler los separaba, un par de compañeros inseparables que se conocían el uno al otro como a ellos mismos y aunque el tiempo pasara y vivieran años sin verse al encontrarse y charlar sabían que en el fondo las cosas seguían siendo así.

- y ¿Que harás finalmente?- pregunto Greg
- no lo se Greg
- Bueno, piénsalo y ya lo sabes cualquier cosa que necesites solo llámame- el viaje había acabado se encontraban en el aeropuerto y era tiempo de volver a la realidad Greg debía regresar ya que el trabajo no le permitía mas días de libertad, pero estaba preocupado por su amigo, después de todo debía tomar una importante decisión y no sabia cuando volvería verlo
- Claro Greg, cuídate mucho, nos veremos un día de estos- fue lo ultimo que dijo mientras se alejaba camino a su vehiculo

“Cuídate Elliot” pensó Greg con la mirada fija en su amigo que se alejaba.


***

-Para serte honesto Elliot, debo confesarte algo - las palabras de Greg volvían poco a poco a su cabeza luego de haberse ausentado de ella desde el momento en que fueron pronunciadas por su amigo la mañana siguiente a la noche de juerga que no habian tenido en mucho tiempo, pero ahora la conversación volvía a cobrar vida en su recuerdo
-no te hise venir solo para verte- había afirmado Greg
-¿a que te refieres?-pregunto Elliot sorprendido
-bueno, se que dijiste que no investigara y que me olvidara del asunto, pero no podía, ya sabes tengo la curiosidad del detective- intento excusarse mientras le pasaba una carpeta gris
-¿Que es esto?- Pregunto Elliot, rogando por que la respuesta que le diera su amigo no fuera la misma que se configuraba en su mente
- Encontré a Adler
-Todo esta allí- continuo Greg al ver la confusión de su amigo- no es mucho, considerando todos los años de búsqueda, pero es suficiente para volver a verlo, claro, si quieres hacerlo.

Las palabras retumbaban en la mente de Elliot, como estallidos de dinamita en una cueva hueca, Adler significaba tantas cosas, por un lado los recuerdos felices de su infancia con él como apoyo, guía, compañero y protector por otro el dolor de una adolescencia de soledad, dolor que de algún modo lo había convertido en la persona que ahora es.

El sonido de una bocina demandando que moviera su vehiculo lo saco de sus divagaciones, se había quedado atrapado en un embotellamiento de vuelta a su hotel y los conductores que lo rodeaban, desacostumbrados a esta situación en una localidad tan poco poblada como Allenhurst, se mostraban furiosos ante la posibilidad de perder un minuto antes de avanzar aunque solo se trataran de unos pocos metros antes de volver al estancamiento. De vuelta en su cabeza Elliot se encontraba acosado por esas incógnitas que llevaba días evitando ¿Qué haría? ¿Qué debía hacer? Y mas importante un ¿Qué quería hacer? Miro a su alrededor sobre el asiento del copiloto se encontraba la carpeta gris, demasiado confuso para procesar la información había salido lo mas rápido que le permitieron sus piernas de la casa de su amigo, como si el movimiento le perimitiera también escapar de sus pensamientos, pero al llegar a su auto la carpeta seguía en sus manos así que la había tirado ahí sin siquiera mirar su contenido, pero ahora la curiosidad lo invadía, no sabia que hacer, y después de todo no perdía nada con mirar, además “es lo mínimo que puedo hacer después de todo el trabajo que se a tomado Greg por esto” se decía en su mente mientras levantaba el documento.

Al abrirlo se sorprendió de su contenido, había de todo un poco nombres, direcciones y teléfonos tanto impresos como escritos a mano en todo tipo de papeles desde servilletas hasta hojas de árboles, aparentemente Greg le había entregado literalmente todo lo que tenia al respecto, incluyendo los intentos de búsqueda fallidos, una lista de transacciones bancarias llamo su atención, cambiaban de banco y propietario tantas veces que resultaba difícil saber quien acaba con el dinero, probablemente era otro callejón sin salida en la investigación, pero al reverso de la hoja tenia algo escrito con una rubrica mas que conocida por Elliot.
“ Querido Elliot, si te conozco, como se que lo hago, no habrás querido escucharme cuando te dije que encontré a Adler, pero yo no me quedaría tranquilo sin describir mi hazaña, después de muchos intentos logre rastrear el movimiento financiero desde el dinero que te hacia llegar Adler, cosa que hubiera sido mucho mas fácil si te hubieras dignado a seguirlo retirando, pero ni modo, como podrás haber visto, tuve que seguir una pista vieja y casi sin esperaza, pero finalmente logre dar con el banco de donde venia el dinero inicialmente, lo cual no fue nada fácil, pero no te aburriré con detalles electrónicos, el hecho es que venia de un banco de los Ángeles y era depositado por un tal Tom Jhonson, si se que parece otro callejón sin salida, pero me tome la molestia de ir hasta los Angeles a asegurarme, y ni te imaginaras la sorpresa que tuve, ese tal Tom Jhonson es ni mas ni menos que nuestro Adler, te adjunto una fotografía para ganarle a tu conocido eceptisismo y por cierto la dirección esta al pie de la pagina por si decides ir, si quieres mi consejo hazlo, ve a verlo y haz que valgan la pena mis años de investigación.”

Elliot arrojo la hoja con suspiro y busco la fotografía, ahí estaba del otro lado de un cristal ojeando libros en lo que parecía una librería, semi borroso pero lo bastante nítido para reconocerlo. Ahora el pasado se le venia encima debía decidir entre enfrentarlo o seguir huyendo, volvió a mirar la foto y para su sorpresa descubrió algo que no había notado, una semi sonrisa en sus labios y una llamada incomprensible en la expresión de sus ojos, sabia que lo estaban fotografiando, ¿que significaba eso? ¿se había dejado encontrar o había descubierto que lo encontraron y se preparaba para volver a desaparecer?, una feroz urgencia le clamaba por dentro tomo su teléfono celular y rogó por que Greg Aun no subiera al avión.

-¿Elliot?- respondió Greg sorprendido
-¿Cuando tomaste la foto?
-¿La foto?
- si, la foto de Adler ¿Cuándo la tomaste?
-no se, hace unos 4 días, te llame lo antes que pude, pero entonces ¿vas a ir?

Elliot colgó sin responder algo dentro suyo le decía que esta era la única oportunidad que tendría en su vida era ahora o nunca y esa certeza tomo la decisión por el viajaría a Los Angeles, correría un riesgo evitado por demasiados años, se pondría en una situación que no sabría controlar.





Para quien no a leido las primeras partes, es posible encontrarlas a un costado, si no aqui estan:

http://ironia-literaria.blogspot.com/2009/02/prologo-capitulo-i.html
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sábado, 9 de enero de 2010

IN2S

Incontenible Insensatez Sentimental


Finalmente a llegado el día en que todo acabara, miro a través del espejo mi vestimenta ceremonial símbolo inequívoco de lo que estoy a punto de vivir, me encuentro sola salvo la única persona que me interesa tener a mi lado, Teresa, mi amiga de la infancia, mi compañera de vida, la encargada de prepararme para vivir este importante rito a pesar de que sabe que probablemente después de el no volverá a verme.


- Estas preciosa – afirma interrumpiendo mis meditaciones

- No tengo duda al respecto, me haz preparado tú

- Tú siempre tan humilde, ¿estas nerviosa? – pregunta mientras termina de arreglarme el cabello

- No

- Yo estaría nerviosa en tu lugar

- Supongo que lo e meditado mucho

- Mmmm, tan pensadora como de costumbre, este es un acto de fe, de esperanza, sabes que lo que te espera no siempre será fácil y tendrás que apoyarte en tu corazón, no en tu cabeza para seguir adelante

- ¿Tratas de que me arrepiente?

- Claro que no, trato de que muestres un poco de tu corazón al menos una vez, aunque solo sea para un evento tan importante como este.

- Como digas – suspiro guardando en mi mente la verdadera respuesta, no quiero pelear contigo, no tan cerca del final.

- Estas lista – Afirmas orgullosa de tu obra


Se aproxima para abrasarme como gesto de despedida, y yo me permito algo que nunca debí permitirme, abrasarte, dejando que se calvaran en mi pecho aquellos sentimientos que me esmero tanto en ocultar, siento como atraviesan mi corazón tan dolorosamente como clavos al rojo vivo, durante este breve abrazo que se bien es la única felicidad plena que tendré en mi vida, siento como se aleja, pero instintivamente la retengo entre mis brazos y le suplico entre dientes la traducción de mis sentimientos a ese idioma indoloro que nunca revela del todo lo que digo en realidad.

- Dime que no lo haga. Susurro en su oído, mientras la delicadeza de mis brazos trata de retener este trozo de felicidad. Me libera, mira hacia el piso y habla

- No puedo, se que suizas no vuelva a verte, pero no puedo aprovecharme de tus nervios de ultimo momento – levanta la vista, me mira a los ojos y con su característica sonrisa clava inocente el ultimo clavo en mi ataúd viviente – Esto es lo mejor para ti, ya veras como todo saldra bien, mi deber en este momento como amiga tuya que soy es apoyarte, darte valor para que inicies la nueva vida que te espera, te deseo mucha suerte y felicidad.


Camino por aquel delgado sendero que se abre entre el publico para permitir mi paso, me deslizo firme enseñando mis dientes en una mueca de valor, mientras marco mis pasos al ritmo de la marcha ceremonial, pero mientras atravieso este pasillo eterno no puedo evitar pensar en la escena que acabo de vivir, y al darme cuenta de cómo me despedí de aquella, la única persona que e amado, las lagrimas acuden a mis ojos y escapan por mis mejillas sin que ofrezca ninguna resistencia para detenerlas, después de todo esta será mi ultima oportunidad de mostrarme ante todos tal cual soy, aunque ninguno pueda verlo.


El corredor acaba, saludo con un gesto a mis padres que me observan orgullosos, y me enfrento a mi destino aunque hoy y ahora no me parezca más que una mirada a mi final.

Una nube negra cubre mis ojos y rápidamente dicto mis votos para acabar con este absurdo ritual, finalmente todo termina, camino de regreso por el pasillo sin volver a ser nunca mas la persona que lo surcó en un comienzo, miro en mi dedo el símbolo que se encargara de recordarme hasta que muera lo que acabo de vivir, al final del corredor veo a Teresa, me despido de ella con una mirada que se, no descifrara jamás. Las grandes puertas se abren para darme paso hacia el futuro, siento como aquel ángel inocente sujeta mi mano aunque al mirarlo no me parezca mas que un demonio me acompañara en mis días de infierno. Debo resignarme y dejar de pensar en lo pasado ya todo esta hecho y no hay vuelta atrás solo me resta juntar valor para vivir la vida de maqueta que me he armado, aquella vida que hara felices a todos y espero me de tranquilidad a mi misma.


Finalmente me he casado


***

¿Te haz enamorado alguna vez

en el momento equivocado,

de la forma equivocada,

en el lugar equivocado,

de la persona equivocada?

Y entonces ¿Qué haces?