lunes, 31 de diciembre de 2012

Reflejo


Aquella mañana Joseph se miro al espejo después de ducharse, no por vanidad ni por habito, simplemente porque se encontraba frente a él puesto que había olvidado sacarlo tras la visita de su madre el día anterior. No parecía haber cambiado mucho, quizás estaba un poco más viejo, un poco mas cansado pero aun podía reconocerse en el reflejo, su mismo rostro, ahora con ojeras permanentes, sus mismos brazos y por supuesto el mismo espacio en pecho, imperceptible para todos excepto para él.

Por inercia puso su mano sobre su torso, aun le resultaba fácil verla cuando delineaba su perfil. Andrea era la pieza que le faltaba a su cuerpo, no obstante de nada servia saberlo si el mismo no encajaría en el de ella, así como era incapaz de  encajar en su vida.

Joseph bajo la mirada y se vistió mecánicamente, levanto el espejo de la pared y lo guardo en el lugar de costumbre. No quería mirar  el  vació que sentía cada día en su interior, no quería imaginar ilusiones en los reflejos.          


sábado, 15 de diciembre de 2012

Sordo


Los dedos se deslizan por las teclas inertes en busca del sonido que jamás llegara a los oídos, golpear con vehemencia el marfil en  el piano no le devolverá la alegría perdida de la música, y Doren lo sabe, ya perdió la cuenta de las veces que se ha encontrado en esta situación, frustrado, perdido e incomprendido, apoya su cabeza en la madera dejando que la sal toque la superficie de su amado instrumento, una vida dedicada al arte para no enloquecer, una dependencia conocida que se evidencia en la necesidad.
Dicen que estar vivo puede ser una condena cuando no estás con la persona que amas, tras dos o tres enormes fracasos sentimentales Doren renuncio a esa posibilidad, pero vivía, sonreía, disfrutaba, ahora no vive aunque todos aquellos que lo ven moverse y respirar opinen lo contrario, no es más que un cadáver deambulante , ni siquiera falto de alma, si no que con un alma atormentada atrapada en un purgatorio del que no puede salir.
El cuarto de música que siempre fue su refugio parecía oscuro y amenazador a sus ojos, el sol se colaba por la ventana iluminando la blancura del “LA” , Doren acaricio la tecla, rememoro las veces que había compuesto en su escala, que había improvisado seguido por sus instintos, que había tenido que reafinar pues esa nota en particular se desafinaba constantemente por el exceso de uso, ya nada quedaba de eso, solo el silencio.
Fue un milagro decían todos cuando tras 3 días de coma despierta sin ningún rasguño, sin ninguna merma aparente, como si fuera el mesías, que molesta le parecía esa gente cual reggae que pone cara de alegría y tranquilidad para ocultar la tristeza y miedo de su corazón. Estaba a salvo, sin piernas rotas, sin heridas internas, sin huesos quebrados, con movimiento en todas sus extremidades, simplemente en silencio. Nada hay más irritante en la gente que la incapacidad de comprender al herido realzada por la compasión y la lástima. Pero Doren no insulto a ninguno de esos insulsos simplemente se puso en pie sin decir palabra, nunca fue un tipo conversador, no dirigió una mirada a nadie de los visitantes y se dispuso a salir por la puerta, los médicos intentaron detenerlo pero era innegable su buen estado físico a pesar de haber caído de más de 12 metros de altura.
Ahora tras los 4 meses en que prometieron que volvería a ser el de siempre sigue sumido en el silencio, no tiene sentido continuar una condena de recuerdos conmovedores que no pueden volver a convertirse en realidad, desliza sus dedos por última vez  para tocar un conocido soneto romántico que se pierde entre las paredes, todo es mecánico ahora y el dolor sobrecoge su espíritu en un sin sentido,
No importa más, se dice a sí mismo, mientras cubre las teclas  cerrando para siempre  el contacto con su único amigo, busca en su bolsillo el pesado elemento de libertad y se pone de pie para no salpicar la madera, se despide con una última caricia y pone el  cañón en el costado derecho de su cabeza, solo tardara un segundo, repitió para si antes de presionar el gatillo.
Una fracción de segundo de alegría al escuchar un débil zumbido junto a su oreja, que dulce resultaba cualquier cosa distinta del silencio aunque fuese en el instante antes de la completa oscuridad.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Gravedad


Andas altivo, sin temor
Mandas al mundo desde tu sillón,
Alzas la mano y vez morir en un instante a quien va contra ti

Con tu discurso creas sumisión,
Cierras los ojos a tanto dolor
Duermes tranquilo sin remordimiento
Corres la vista ante el sufrimiento.

Esta es la tierra color de sangre
Este es el pueblo que muere de hambre
Esta es la firma a tu condena
Porque hoy la gente se revela.

Abres los ojos en la pesadilla
Buscas refugio pero no hay salida
Te escondes como los roedores
Conoce el miedo que ya no impones

Esta es la tierra color de sangre
Este es el pueblo que muere de hambre
Esta es la firma a tu condena
Porque hoy la gente se revela.

Conoce el miedo, conoce el dolor
Sembraste terror y destrucción
Te escondes entre los mendigos,
Nunca supiste lo que era un  amigo.
Y ahora suplicas algo de clemencia de la que nunca tuviste experiencia

Esta es la tierra color de sangre
Este es el pueblo que muere de hambre
Esta es la firma a tu condena
Porque hoy la gente se revela.

Tus ojos que ahora son vidriosos se apagan como un sueño roto
Y ni en la muerte estas tranquilo,
Pues el demonio juega contigo

Esta es la tierra color de sangre
Este es el pueblo que muere de hambre
Esta es la firma a tu condena
Porque hoy la gente se revela. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Mundo G-24


En un mundo donde el engaño es el pan de cada día, la mentira un ameno acompañante y las apariencias la estructura social, es difícil simplemente vivir.
Colin a sus 9 años camina por el verdor que le proporciona el patio trasero de la propiedad de sus padres, hace días que no los ve, pero esto no le sorprende, sus padres nunca están, tienen demasiado trabajo, demasiadas ocupaciones y un centenar de cosas que hacer por ellos, por él, por todos. A su corta edad Colin comprende perfectamente que sus padres deben estar lejos para que él tenga un futuro mejor y no debe llorar por esto ya que los niños correctos no lloran por esas nimiedades.
Harted-134 se acerca para asegurarse que el pequeño amo no sufre ningún daño, a pesar de que la propiedad no consta de mas que 400 metros cuadrados de terreno plano como patio trasero, siempre hay riesgos, siempre  se podría tropezar y ensuciar de verde las rodillas  de sus pantalones color crema y eso es algo que no podía permitir.
-          ¿Qué hay del otro lado Harted? – preguntó el niño cuando lo tuvo lo basten cerca.
-          ¿Del otro lado señorito?- repitió intentado procesar la información para verbalizarla a través de sus ya desgastados circuitos, era un modelo antiguo, se le daban mas las preguntas directas.
-          Del otro lado de la barda - aclaró el niño señalando el límite de la propiedad con su pequeña mano.
Harted busco entre su base de datos, al momento de ser ubicado en la propiedad se le indico que no debía atravesar el límite de ella, y como era de esperarse el acato esta norma al pie de la letra por ello no tenía información para responder a la pregunta.
El niño le dirigía miradas de expectación, escuchando el sonido de los engranajes en su interior, no había respuesta, ya había tardado demasiado. Por lo que cansado de esperar camino raudamente hacia la barda. Puso su mano sobre ella y se sorprendió de lo rugoso de la superficie oxidada, se dio un impulso, y asomo la cabeza por sobre el obstáculo atravesando suavemente el escudo protector. Vislumbro un sin número de colores desconocidos y formas extrañas a su cotidianidad, criaturas jamás imaginadas y una extraña calidez que parecía provenir del aire. Pero su visión solo duro un segundo mientras era jalado fuertemente hacia atrás.
-          No, debe cruzar la barda, no debe salir de sus límites - le reprochó Harted mientras lo ponía en el piso.
-          Pero… - intento protestar
-          Sin escusas, nunca, jamás volverá a hacer algo como eso, los niños buenos deben comportarse correctamente tal y como se espera de usted.
Colin miro el césped decepcionado era la primera vez que se sentía tan pequeño, era la primera vez que sentía lo que era la impotencia.


sábado, 13 de octubre de 2012

Soldado


Recobrando las fuerzas, dirigiéndose al nuevo destino, el joven desarmado levanta su semblante, los miembros le duelen, la sangre se desliza por el borde de su rostro. La sombra de un arma le devuelve la vista robada por el sol y una mano celestial le invita a sonreír ante el paraíso. Cae al piso tras ponerse de pie evidenciando los muñones de sus piernas cercenadas.

Lamentablemente sigo vivo… 



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Niebla



Cada día que pasa la niebla escarcha mas mi ventana y el paisaje se cubre más de hielo, quizás nunca debí salir de las sombras. Londres, mi ciudad natal, la misma ciudad que he amado desde que tengo uso de razón, nunca me pareció tan fría como después de conocer Brasil.

Era una excursión de estudios lo recuerdo bien, pasear por la selva, conocer al sol, visualizar la fauna y disfrutar la flora, quien hubiera dicho que pensaríamos lo mismo. En especial porque a pesar de tener una relación con mi carrera y tener cierto gusto por la naturaleza, esa expedición era del todo innecesaria para mi, y que decir para ti, nunca tuve muy claro que hacías ahí, nunca tuve muy claro que hacía yo contigo.

Los días pasaron y con cada brillo de sol fuiste apartando la bruma de mi pecho, aun recuerdo como solia tener el control, quizás después de todo creas que nunca lo perdí, pero lo cierto es que me duro muy poco, menos que el aleteo de una mariposa moteada, menos que la sonrisa en tus labios.
Nuestra vida fue una rosa, florecimos en la adversidad sin ayuda de casi nadie, brillamos, disfrutamos, embriagamos con nuestro aroma a quien pasaba por nuestro lado. Yo siempre lo supe, aunque me negara a aceptarlo, por eso desde un comienzo elegí la rosa, para mi vida, para la tuya, para la nuestra. Cual necio riegue, coseche y trasplante intentando mantener lo inmantenible. Tal como una rosa los pétalos cayeron lentamente esparciéndose por el piso, no sobrevivimos ese invierno.

Tras tantos sueños, simplemente tome mi maleta y por propia voluntad volví a Londres, al frio, a la lluvia, a la oscuridad. No diré que no extraño el calor del sol, seria mentir descaradamente, pero tampoco me arrepiento de haberme llevado las hojas secas en mi bolsillo, dejándote la tierra fértil para volver a plantar.

De vez en cuando escucho de ti, aun tomas el sol y sonríes junto a nuevas flores expandiendo un jardín mucho mas amplio de lo que yo jamás me sentí capaz de ofrecerte. Entonces vuelvo a alzar la vista y ver el hielo en mi ventana bajo un cielo gris, y me permito preguntarme ¿de qué sirve derretir la escarcha de las ventanas si nuevamente se volverán a congelar?

Me pongo de pie, toco el cristal con la punta de los dedos esperando que el frio invada mi cuerpo, pero mi piel esta a la misma temperatura. Precavido, reservado, protegido tras la imagen de aventurero y conocedor me respondo a mismo, pues a nadie cargaría con tal duda. Derretimos el hielo en las ventanas para poder ver el mundo mas allá de las murallas, independiente de que tan lejos lleguemos en los caminos o de la veces que regresemos. Después de todo no es tan terrible volver a casa, a diferencia de haber caído en la nieve sin levantarse, al retornar, siempre está la posibilidad, aunque sea lejana y aunque sea bajo la lluvia, de volver salir.



sábado, 11 de agosto de 2012

Perdiendo mi religión


Encerrado entre las oscuras paredes del que alguna vez fue un lugar alegre, deambula, entre los rincones viendo sombras entre los pasillos, puede que la vida sea más grande que yo, que tu, que lo que conocemos, piensa intentado comprender porque la luz no entra por las ventanas. Pero a pesar de todas las confusiones lo sabe, ella no es como él, no siente como él. Los separa algo demasiado grande, la muerte.

A pesar de que el tiempo ha pasado, es difícil reponerse a perder al ser amado y él, Víctor, sigue deambulando entre los rincones intentado sentir su calor a través de los rayos del sol. De vez en cuando la ve por las noches, por ello sigue ahí, sabe que sigue ahí, pero nadie más podría entenderlo, por eso se encierra y se aísla, no quiere hablar demasiado, nadie lo entendería.

Y ahí está él, en el centro de las miradas, siendo el motivo de los murmullos del pueblo, sintiéndose observado. Poco a poco va perdiendo la fe en Dios, en lo santo, en lo bueno, poco a poco va perdiendo la religión que por tantos años abandero su pecho y sus palabras. Busca maneras de contactarla, de llamarla, de verla, pero no logra que aparezca ante su deseo por más que intenta, no obstante a sus oídos llega su risa, sus palabras, sus canciones, cualquier pequeño conjunto de palabras aun irreconocibles balbuceos, pero es su voz y él lo sabe, independiente de los fracasos  no se rinde, pues percibe como ella también lo está intentando.

Con el paso de los días, que ya no distingue pues el día y la noche significan lo mismo para él, la lógica lo abandona, abre los ojos aun tendido en su cama y le susurra, elige detenidamente cada palabra que sale de sus labios como si fuera una confesión que solo ella podría interpretar. Solo, herido y ciego, la busca por las habitaciones que alguna vez compartieron, intentado no perderla de vista, no perder el contacto. Entonces ocurre, deja de distinguir si habla o piensa, y guarda silencio también en su mente, salvo por un pensamiento fugaz, quizás estoy tendiéndote una trampa, quizás no debas estar aquí, pero rápidamente alejo la idea por temor a que pudiera oírlo, por temor a haber dicho demasiado.

En esta vida hay que  tener en cuenta muchas cosas, la diferencia entre lo ilusorio y lo real, por ejemplo, quizás alguien debió decírselo a Víctor antes de que resbalara hasta quedar de rodillas, alguien debió habérselo dicho, aunque de seguro no lo hubiera entendido no creído, Todas las fantasías acudían ahora a él removiendo los cimientos de su razón, creo que ahora soy yo quien a dicho demasiado.

Víctor sigue ahí, buscándola por todas partes, creyendo escuchar su risa, creyendo escuchar su canción, creyendo fervientemente que ella está ahí, intentándolo igual que él. Solo en una esquina, ni siquiera se da cuenta donde esta, se ha convertido en el centro de las miradas, ahora ya no es capaz de creer en nada real, no tiene fe ni religión, solo intenta mantener el contacto con ella, un contacto que hace mucho tiempo desapareció junto al aliento de sus labios.

De vez en cuando alguien entra a su habitación, intenta explicarle, que ella no está ahí, que no importa si él cree verla u oírla, todo es un sueño, los muebles nunca se movieron, las sombras nunca atravesaron las paredes, pero no sirve de nada, él sigue intentándolo, sigue llorando su ausencia, no puedes quitarle su locura a alguien que solo vive por ella, a pesar de que todo sea un sueño, y quizás en el fondo lo sabe o quizás no, pero no por ello dejara de ser un sueño, simplemente un sueño.



Inspirado en la canción Losing my Religion del grupo REM

sábado, 7 de julio de 2012

Respuestas a las preguntas no realizadas


Hoy soñé contigo, si, no te sorprendas estoy hablando en serio, soñé contigo, soñé que volvíamos a encontrarnos y que todo era igual, pero al mismo tiempo diferente, tu eras tú, pero no tal como te recuerdo, y eso está claro, puesto que difícilmente puedo evocar la última vez que estuvimos frente a frente.

-          ¿Qué  ocurría en tu sueño?
-          Nada
-          ¿nada?
-          Simplemente estábamos tu y yo, en un lugar indefinido en un tiempo inexistente en una escena jamás vivida.
-          Yo creo que te gusto
-          Jajajajaja, eres un bobo, yo creo que es un poco mas que eso.

Las miradas se entrelazan entremedio de las sonrisas amenamente, una sensación particular pero no por ello desconocida.

-          ¿Por qué me dejaste ir?
-          Tú te fuiste por tu propia voluntad
-          Tú nunca corriste tras de mi

Silencio, evidencia de lo indiscutible

-          No lo sé -  responde mientras acaricia su rostro sintiendo el suave roce de su barba – creo que pensé que regresarías

Silencio, es difícil contar todas las veces que  han faltado las palabras al ver la limpieza de esos ojos celestes.

-          Siempre me gusto tu honestidad
-          Siempre supe que moverías el mundo por encontrarme aunque yo no moviera ni una piedra, aunque nunca entendí porque me amabas
-          Pensé que querías que te amara
-          Ahora lo recuerdo ¿Quiénes eran?
-          Estas hablando de un sueño
-          Puede ser, pero no lo entiendo
-          ¿importa realmente?

Siempre es complejo definir lo importante cuando no se está claro que es lo que forma parte de la realidad

-          ¿Por qué estás aquí?
-          Tú me llamaste
-          ¿lo hice?
-          Querías verme
-          Sabes lo mucho que me molesta cuando te comportas como mi sirviente ¿porque hablas como si estuvieras aquí por mi voluntad y no por la tuya?
-          Sabes que no rompo mis promesas
-          Lo sé – exclamó refugiándose en su pecho, sintiendo sus músculos reconciliándose con su aroma
-          Suena tu teléfono

Existe un momento preciso que solo ocurre en algunas fantasía donde es el mismo sueño el que te recuerda la realidad. Ella busca en su bolsillo, hasta dar con el pequeño aparato, mira su pantalla brillante, es un recordatorio “Cumpleaños de Alberto”.

Debería borrarlo, pensó Ema, tal como lo hacia todos los años. Le era imposible no recordar aquella última noche donde acompañado por un par de desconocidos él se había alejado diciendo que todo había terminado. Si tan solo no me hubiera marchado, se reprocho a si misma mientras se volteaba a contemplar la habitación.

Nunca se había acostumbrado al espacio adicional, nunca se había acostumbrado a la soledad. 


domingo, 17 de junio de 2012

Sangre para la vida


Click-clock fue el ruido emitido por el revólver al soltar el seguro

-          Dame un motivo para no volarte los sesos- Exclamo Alexandra mientras apuntaba a la cabeza de Gustavo, pero este no se dio  por aludido y sin siquiera  levantarse de sus asiento se limito a mover los hombros en señal de que se daba por enterado y de que no le interesaba en lo mas mínimo.
-          ¿no tienes nada que decir? – insistió ella.
-          ¿para que?- contrapreguntó aun dándole la espalda, como si le regalara sus palabras al viento, solo para romper el silencio.
-          Te estoy dando una oportunidad de vivir, ¿Qué acaso no te importa?
-          Si quisieras matarme, ya lo habrías hecho.

El sonido de un disparo resonó en las paredes como punto final de un relato mal escrito. Alexandra cayó al piso herida por el peso de sus propias acciones. Gustavo se levanto lentamente y guió sus movimientos hasta posicionarse a su lado.

-          Débil hasta el final ¿verdad encanto? – Pronuncio mientras se acuclillaba para acariciar su cabeza
-          ¿de qué sirve de tener un arma si la disparas contra el viento?- preguntó Gustavo con verdadera confusión

Solo sollozos fueron su respuesta.

-          Terminemos con esto- busco entre los bolsillos de su pantalón y saco una navaja, aquel instrumento fiel que lo había servido tantas veces, finalmente era la única compañera incapaz de abandonarlo, la levanto un instante para que el frio brillo del sol se reflejara en su hoja y con el impulso de la decisión la deslizo grácilmente por blanco cuello de Alexandra, bañando levemente la nieve de ese tono carmesí que tanto le gustaba.

-          No todos podemos ser asesinos- exclamo con tristeza mientras veía como lentamente se apagaba la chispa de vida dentro de los ojos de  su última víctima.



domingo, 10 de junio de 2012

Identidad


Es en ese momento donde a solas en medio de la oscuridad cruzan las miradas descubriendo la empatía y la identificación con aquel que ha cometido tus mismos crímenes.

 Somos simples asesinos compartiendo la misma celda.



sábado, 19 de mayo de 2012

Encuentro fugaz


Y ahora tu, ¿porque apareces hoy de nuevo en mi vida?
Dime porque, te veo siempre cuando ya no hay salida
 Y te vislumbro entre las sombras
Como un sonido o una visión
Y te persigo entre las hojas,
Se que no soy solo yo

Eres la prueba de que los destinos
Si es necesario se vuelven a cruzar
Eres la piedra en mi camino
Que me detiene cuando debo parar
Dar marcha atrás y reiniciar

Y no se, que me provoca cada vez que te veo
No, no lo se, si reencontrarte siempre es malo o bueno
Si representas todo mi pasado, porque de nuevo te vuelvo a encontrar
Cuando pensé que estaba todo olvidado
Desde un recuerdo te vuelves realidad

Eres la prueba de que los destinos
Si es necesario se vuelven a cruzar
Eres la piedra en mi camino
Que me detiene cuando debo parar
Dar marcha atrás y reiniciar

Y aquí estoy, sabiendo que eres la sorpresa de un día
Y aquí voy, aunque mañana no estarás en mi vida
Y no me sirven mas las promesas
Tras la sonrisa siempre hay un adiós
Y yo no quiero cerrar la puerta
Pero no puedo vivir solo ilusión

Eres la prueba de que los destinos
Si es necesario se vuelven a cruzar
Eres la piedra en mi camino
Que me detiene cuando debo parar
Dar marcha atrás y reiniciar

jueves, 12 de abril de 2012

Terror nocturno

Si de noche escuchas un ruido

No le temas a la oscuridad

Si es un hombre o es un vampiro,

Tienes por la vida oportunidad


Pero si oyes un aullido

De inmediato, empieza a rezar

Busca armas, mantente escondido

Porque si te encuentra no podrás escapar


Algo extraño camina de noche

En tu barrio tal vez te lo topes

Si la luna guía tu mirada

Es el lobo hombre el que acecha a tu espalda


Si de dia te sientes seguro

Y por nada piensas en temblar

Te recuerdo que hasta tu vecino

En cualquier momento se puede transformar


Algo extraño camina de noche

En tu barrio tal vez te lo topes

Si la luna guía tu mirada

Es el lobo hombre el que acecha a tu espalda


Pero tu mantente tranquilo

Baña un poco de plata tu andar

Desde hoy eres fugitivo

Tu vida es ahora una batalla mortal


Algo extraño camina de noche

En tu barrio tal vez te lo topes

Si la luna guía tu mirada

Es el lobo hombre el que acecha a tu espalda

sábado, 7 de abril de 2012

Abandono

¿Es tan cruel desear sentir el calor de sus brazos cuando me encuentro sin amparo? ¿es tan malo pedirle al cielo que me vea en sus sueño?, es tan absurdo, seguir esperando que vuelva a cruzar el umbral de la puerta cuando ya hace tantos años que se fue, sin embargo sigo aquí en el mismo lugar, como si no pudiera salir de estas cuatro paredes, lo cierto es que nunca lo he intentado, porque no me interesa, ni me importa, me obligo a mi mismo a creer que volverá porque en el fondo de mis entrañas sé muy bien que si sucumbo a la desolación del abandono estaré muerto, aunque quizás ya lo estoy, mi vida hace mucho a perdido sentido, ¿mi vida? ¿Es posible que aun tenga el descaro de llamar a esta existencia vida?, lo es, constantemente me miento a mi mismo porque no hay nada mas que pueda hacer.

A veces el sol entra por aquella pequeña ventana sobre la cabecera de mi lecho, esa misma que mi familia se sorprendió tanto que mandara a construir, como si fuera la cosa mas inusual de la vida. A veces el sol entra por aquella ventana, ilumina mis paredes de cemento descubierto y deja que el calor vuelva a tocar mis huesos, entonces vuelvo a sentir que estas aquí, que me amas y me buscas, vuelvo a sentir el aroma de las rosas que te compraba cada domingo antes que despertaras, vuelvo a ver tu sonrisa y tu mirada incapaz de mirar a otro. Lamentablemente no tarda en caer la noche y el frio me recuerda la realidad. La niebla entra por la fría puerta de hierro que cella  mi habitación y las paredes empiezan a volverse estrechas, estoy solo siempre he estado solo y siempre estaré solo, lo sé pero me niego a aceptarlo, cada noche la desesperación se apodera de mí, no duermo, hay días en que la existencia me supera, pero no hay en todo mi espacio un filo que me devuelva las sensaciones y me ayude a hacer más llevaderos los minutos, aunque aquello no me impide volver a sangrar.

Un ruido me distrae de los pensamientos, la puerta se abre y para mi sorpresa eres tú, te  esperado por tanto tiempo, tanto que  muchas veces alucine tu presencia, así tal cual como estas ahora con tu porte fuerte y tu vestido negro, si tu vestido negro, es curioso, porque siempre lo odie, te veías tan lúgubre con él, tan seria que hasta tu dulce rostro se lograba endurecer, no me gustaba antes y no me gusta ahora, pero qué más da, estoy tan feliz de verte que cruzo aceleradamente esos tres metros que nos separan, pero tú no haces atisbo de recibirme.

-Lucia- te llamo, pero no hay respuesta, me ignoras, como lo has hecho tantos años- Lucia, Lucia ¿por qué rayos vuelves si no me hablas?
Entonces lo noto, no vienes sola otra figura solitaria te acompaña, la ira sube a mi cabeza y me abalanzo para asentarle un buen golpe a ese que imagino será tu nuevo amante, pero me detengo en el momento justo.
-¿María? – pregunto sorprendido, es tan raro verlas juntas nunca se llevaron bien, está tan cambiada, no la veía desde que nos casamos, pues había jurado no pisar nuestra casa ni volver a hablarme mientras viviera contigo.
- aun no me convenzo Lucia- exclama mi hermana

Entonces una teoría digna de un maniaco cruza por mi mente, mi hermana ella lo hizo, no sé cómo no sé porque, pero es la única que pudo estar interesada en que Lucia me abandonara y ahora viene a cerciorarse de que sin importar los años su obra fue efectiva.

-          - Es lo mejor María, esto no puede seguir así – exclama Lucia mientras las lagrimas escapan de sus ojos
-          -¿Qué le dijiste María?- increpo a mi hermana, pero no hay respuesta, ella también me ignora todos     me ignoran, las cosas no cambian a pesar de los años independiente si es necesario o no mi opinión  siempre ha sido pasada por alto.
-           - Sabes siempre te odie – exclama María dirigiéndose a Lucia
-           -No hace falta que lo digas
-         - Lo sé, es solo que  por mucho tiempo te desprecie y te culpe de lo ocurrido pero hoy cuando ya han pasado más de 3 años te miro y sé que nadie hubiera amado a Iván como lo haces tú.
-          ¿de qué están hablando? – pregunto sin ser capaz de comprender

De súbito un par de hombres desconocidos entran a mi habitación y sin previo aviso me sacan de mi alcoba, siento como la luz me ciega, suceso esperado considerando todo el tiempo que llvao sin exponerme directamente al brillo del sol, en consecuencia caigo al piso desorientado
-      
               - Esto es un sacrilegio – exclama María
-             - Déjame llevármelo a un campo
-          - Sabes que no puedo impedírtelo, ya mi madre y mis hermanos te autorizaron para hacer lo que quisieras – respondió algo irritada
-           - Mira tengo algo que te gustara – la llama Lucia

Juntas caminan hacia un rincón, es fácil notar la sonrisa de orgullo en mi hermana, esa misma sonrisa que se dibujaba en su rostro cada vez que lograba reunir a todo la familia, algo difícil siendo doce hermanos, curioso y aun desorientado me acerco a ellas para compartir la vista entonces lo veo, una enorme lamina de mármol gruesa donde se dibuja la espada y el Lirio símbolo ancestral de mi familia, las palabras grabadas en la placa se graban en mi mente como si yo fuera el mármol siendo grabado por un cincel.

Lucia toca la superficie de las letras con sus dedos mientras vuelve a llenar sus ojos de sal y María la abraza, por primera vez en tanto tiempo lo comprendo todo, tu no me dejaste, yo te abandone.

Me miro a mi mismo vestido con mi mejor traje, me siento reclinado sobre la madera, huelo el aroma de la tierra calándose entre las rendijas y repaso las palabras en mi mente recordando como lloraste sobre mi cuerpo ensangrentado perfectamente automutilado. Ahora recuerdo que es mi culpa pero aun así no soy capaz de decirlo.

… lo siento.   


martes, 14 de febrero de 2012

Capitulo VI “Debelando un poco del pasado”

El viaje fue rápido y sin inconvenientes, como los Ángeles no se encontraba tan lejos de donde se ubicaban a las 7 de la mañana ya estaban adentrándose en una habitación de hotel preparándose para descansar.

- ¿Me dirás quien es o tendré que averiguarlo por mis propios medios? – pregunto Gwen mientras desayunaban

- ¿Quién es quien?- contra pregunto Eliot en un intento absurdo de hacerse el desentendido, Gwen lo miro con expresión ofendida

- El motivo por el que estamos aquí – afirmo intentando lograr una respuesta de su novio

- ¿tu me dirás como llegamos aquí?- volvió a preguntar, en forma de ataque y defensa, cambiando de tema y recordándole a su amada que estaban en igualdad de condiciones. Ambos guardaron silencio por unos minutos sin apartar la mirada el uno del otro, como tratando de descifrar el alma tras las caretas.

- No podemos seguir así – exclamo Gwen finalmente con expresión cansada – yo confió en ti ¿que quieres saber? – Eliot se quedo atónito, Gwen tenia razón no podían seguir así desconfiando el uno del otro, ya estaban en el punto donde debían decidir si confiar o separarse y ella estaba dispuesta a confiar.

- Es mi hermano – a nuncio finalmente, esperando toda una sucesión de preguntas al respecto

- Ya me parecía que eran parientes, se parecen mucho – respondió ella con delicadeza

- ¿Cómo sabes que nos parecemos? – ahora era el quien se llenaba de preguntas pero Gwen saco un papel de su bolsillo y respondió la mayoría de ellas, era la misma fotografía que le había entregado Greg, era fácil deducir como había llegado a sus manos.

- ¿hace cuanto que no lo vez? – pregunto ella sacándolo de sus cavilaciones

- Mas de 10 años – respondió el dispuesto a hablar, buscando el perdido recuerdo en su memoria

Yo solía vivir con mi padre y Adler, puesto que mi madre había muerto cuando era pequeño, la vida era difícil, mi padre bebía mucho y muy de vez en cuando nos golpeaba, pero fuera de eso era buen padre se preocupaba de nosotros y nunca dejo que nos faltara nada, mi relación con mi hermano por otro lado era particularmente buena, se ocupaba de mi como un padre y yo confiaba en él como en mi mejor amigo, de hecho rara vez paliábamos y teníamos pocos conflictos entre nosotros. Una día cuando tenia 15 años llegue tarde de la escuela, era primavera y se sentía la brisa cálida en el aire en todos lados, salvo en mi casa, la puerta estaba abierta y papá no estaba sin embargo se escuchaba mucho movimiento, así que entre sigiloso pensando que había un ladrón, pero en lugar de eso encontré a Adler, estaba sangrando de la cabeza, pero parecía no importarle, simplemente se apresuraba en guardar todas sus cosas en una maleta.

- ¿Qué pasa?- pregunte asustado, pero no tuve respuesta - ¿estas bien? ¿A dónde vas? – empecé a cuestionar desesperado, pero Adler solo se limito a mirarme

- Tengo que irme- anuncio finalmente

- Pero estas sangrando – proteste

- No es nada- fue lo ultimo que dijo antes de intentar salir, pero yo le corte el paso

- Déjame pasar Et – apelo con seriedad

- No, hasta que me digas que esta pasando – Adler me miro fastidiado y con un solo brazo me arrojo al piso, no solía ser un tipo violento pero sierpe había tenido una fuerza descomunal.

- Me voy Et, no se cuando vuelva o si algún día lo hago, pero siempre estaré cerca – fue lo ultimo que dijo antes de salir por la puerta.

Creo que no hace falta decir que nunca mas volvió, solo tuve noticias de él dos veces después de eso, la primera fue cuando cumplí 16, aun lo extrañaba mucho, vivir únicamente con papá era casi como vivir solo ya que el iba del trabajo a las cantinas y rara vez pasaba por la casa, luego de que Adler se fue el viejo se veía particularmente triste y no había nada que le sacara una sonrisa, por lo cual no esperaba celebración para mi cumpleaños y mucho menos regalos, pero para mi sorpresa cuando entre a mi habitación esa tarde encontré un paquete sobre mi cama, entusiasmado lo abrí con celeridad, era una cámara fotográfica semi profesional, no la mejor del mercado pero para alguien como yo que no sabía nada de fotografía era un verdadero lujo, busque la tarjeta sorprendido de que mi padre pudiera pagar algo así.

“Cada imagen es un recuerdo, cada ilusión es parte de un sueño y cada sonrisa soñada merece ser recordada.”

Cuídate mucho hermano, y alcanza tus sueños, sabes que siempre estoy contigo.

Adler

Era todo lo que decía, en ese momento hubiera vendido mi alma con tal de ver a mi hermano un par de minutos y el saber que había estado tan cerca me llenaba de emoción, lamentablemente no tuve la oportunidad de volver a verle hasta unos años después.

Cuando tenia 18 años mi padre falleció producto de una pelea en un bar, siempre pensé que terminaría así y por lo visto no me equivoque, cada vez que una gota de alcohol tocaba sus labios buscaba pelea de forma desesperada como si intentara luchar con un enemigo que estaba fuera del alcance de sus manos pero que proyectaba en sus compañeros de bebidas, y tuve razón por lo que me entere había iniciado una pelea nuevamente sin motivo y entre golpes y golpes habita tropezando producto de la bebida y acabo estrellando su cabeza contra el borde de la barra del bar, fue un triste accidente pero no tuve mucho tiempo para llorarle puesto que como única familia, me correspondió planear el funeral y realizar todo los tramites al respecto. Lo enterramos una tarde de septiembre en un enorme parque cementerio, hubiera querido enterrarlo junto a mi madre, puesto que a pesar de los años siempre fue su único amor, pero nunca tuve certeza de donde estaba ella.

La ceremonia fue breve y con pocos asistentes ya empezábamos a retíranos cuando vi a Adler, había intentado contactarle para comunicarle lo ocurrido pero no había tenido éxito, asi que me encontraba realmente sorprendido al verlo. Vestía completamente de negro y había crecido varios centímetros, además se había dejado creer el cabellos hasta las orejas, probablemente para disimular un poco la cicatriz que cruzaba su rostro, y se encontraba bastante mas delgado, sin embargo mas allá de eso seguía siendo el mismo Adler totalmente inconfundible. Se acerco a mi sin decir palabra alguna y me abrazo de forma reconfortante, creo que fue la primera vez que llore por todo lo que había pasado, me sentía seguro junto a mi hermano a pesar de que en los años a solas con mi padre habían generado una gran independencia en mi. Cuando nos separamos recuerdo que lo mire y pensé que se quedaría, que volvería a vivir conmigo y que respondería todas las preguntas que había logrado formular durante los años de su ausencia, pero él adivinando mi pensamiento solo se limito a decir

- Estarás bien – mientras me entregaba un sobre, volvía abrazarme brevemente y se marchaba

Pensé en ir tras el, pero no lo encontré sentido

- ¿Qué había en el sobre?- pregunto Gwen de pronto recordándole a Eliot su presencia.

- Diez mil dólares en efectivo y la documentación de una cuenta bancaria, Adler me deposito en ella durante algunos años, pero cuando me establecí como asistente de fotografía deje de cobrarla y con el tiempo el dejo de depositar, desde entonces no e vuelto a saber nada de él.

Gwen lo miro perpleja sin saber muy bien que decir, le alagaba esta muestra de confianza, pero al mismo tiempo le afligían los pesares de su novio, al menos ahora entendía varias cosas, o al menos eso creía. Tiernamente se acero a Eliot y lo beso

- Pero ahora lo encontramos – dijo con dulzura mientras acariciaba su mejilla

- Aun no estoy seguro de querer hablarle – reconoció Eliot algo cohibido, pero una sonrisa trasquiladora se dibujo en el rostro de Gwen y sin tener razón alguna para creerlo supo que todo estaría bien.





martes, 31 de enero de 2012

Caleidoscopio

Caminaremos entre los espejos buscando entre los reflejos esos sueños que nunca llegarán a ser realidad, manchados al igual que tu blanca piel por el carmesí de esas heridas que nadie mas logra ver
Entre sonrisas saludamos, mirando a cada lado sin saber que decir, pues si nadie entro al teatro quien dirá si de verdad cobro vida el escenario. Salió el maestro de ceremonias a saludar para encontrarse con su propio reflejo que lo miraba desde el mas allá, una fantasía que no puede ser mas que una ilusión fugaz.
Media vuelta, y todo cambia sin dejar de ser igual, sigue siendo del mismo material, pero perdió una forma que nunca podrá regresar. Y no vale la pena volver a girar, pero el intento sigue su curso con la esperanza de que algo conseguirá, aunque sea un par de heridas para decorar y carmesí para maquillar las ojeras de las noches en vela, practicando las líneas de las escenas perdidas por todas las entradas que se quedaron sin comprar.

Si solo miras entre espejos como sabrás cuando termina el reflejo y comienza la realidad



viernes, 20 de enero de 2012

Lluvia

El cielo se nubla y la luna se esconde tras las oscuras nubes de la lluvia, Camile levanta la mirada en busca de la lluvia propia de la humedad que puede sentir en el ambiente, pero esta no cae, como un llanto contenido permanece atrapada en el cielo intocable para todos.

-vamos Camile- grita Alberto, pero ella no se mueve, no despega la mirada del cielo
-¿que esperas?- insiste el, pero no recibe respuesta, por lo que se dispuso a ir a buscarla, pero en el instante justo en que llega junto a ella, Camile da media vuelta y se aparta sin verlo.

La lluvia cae lentamente y la figura de Camile se aleja entre la oscuridad, solitaria inalterable. Como cada invierno vuelves a sentir la lluvia, como corre el viento en el otoño, como la briza te devuelve un aroma perdido entre los recuerdos, así es como siempre vuelve a verla.

-¿estas bien?- pregunta Jorge al tiempo que ponía un paraguas sobre la cabeza de Alberto,

- estoy vivo- respondió en tono triste pero con una sonrisa tranquilizadora

- deberías dejar de seguir las sombras- comento súbitamente Jorge

- deberías sentir la lluvia- respondió mientras salía de la protección del paraguas y se alejaba, siguiendo el mismo camino que Camile siguió, pero al menos el podía sentir la lluvia, aunque no sea mas que un recuerdo.