viernes, 20 de enero de 2012

Lluvia

El cielo se nubla y la luna se esconde tras las oscuras nubes de la lluvia, Camile levanta la mirada en busca de la lluvia propia de la humedad que puede sentir en el ambiente, pero esta no cae, como un llanto contenido permanece atrapada en el cielo intocable para todos.

-vamos Camile- grita Alberto, pero ella no se mueve, no despega la mirada del cielo
-¿que esperas?- insiste el, pero no recibe respuesta, por lo que se dispuso a ir a buscarla, pero en el instante justo en que llega junto a ella, Camile da media vuelta y se aparta sin verlo.

La lluvia cae lentamente y la figura de Camile se aleja entre la oscuridad, solitaria inalterable. Como cada invierno vuelves a sentir la lluvia, como corre el viento en el otoño, como la briza te devuelve un aroma perdido entre los recuerdos, así es como siempre vuelve a verla.

-¿estas bien?- pregunta Jorge al tiempo que ponía un paraguas sobre la cabeza de Alberto,

- estoy vivo- respondió en tono triste pero con una sonrisa tranquilizadora

- deberías dejar de seguir las sombras- comento súbitamente Jorge

- deberías sentir la lluvia- respondió mientras salía de la protección del paraguas y se alejaba, siguiendo el mismo camino que Camile siguió, pero al menos el podía sentir la lluvia, aunque no sea mas que un recuerdo.






1 comentario:

pedroco dijo...

yo creo que
uno de los privilegios de vivir en este planeta es poder sentir que te cae la lluvia encima
eso y varias cosas más