sábado, 3 de septiembre de 2011

Misteriosa realidad - capitulo 4

Elizabeth camino por los pasillos decidida a no volver al salón de baile, después de todo no tenía tantas ganas de socializar como le habría gustado a su padre, en lugar de eso subió a las habitaciones se veía mucha gente por todos lados, ya eran las primeras horas de la madrugada y había bastante alcohol entre sus compañeros adolecentes por tanto lo que veía a cada paso no le sorprendía en nada, se escuchaban gemidos de placer a través de las paredes y se veían múltiples parejas en los rincones. La joven abrió una puerta con la esperanza de encontrar una habitación vacía y poder descansar, pero no tuvo suerte, encontró una pareja de chicas entre las sabanas que poca o mejor dicho ninguna atención le prestaron, Elizabeth la miro con curiosidad por un segundo dispuesta a marcharse de inmediato pero ahí junto a una desconocida pudo distinguir para su desgracia a Carmen, la chica por la cual su antigua novia la había dejado, una punzada de dolor acudió a su pecho ante el recuerdo de su un amor que aunque pasado no terminaba de desaparecer en su cuerpo, así que cerró la puerta de golpe y se alejo de la habitación tan rápido como pudo intentando escapar inútilmente de las imágenes en su cabeza.

Cruzo el edificio de extremo a extremo pasando por infinidad de habitaciones y encontrando sexuales escenas en cada una de ellas, chicos con chicas, chicas con chicas, chicos con chicos, en su recorrido vio todas las combinaciones posibles y en distintos números de integrantes, en mas de alguno le invitaron a participar al verla en la habitación, pero Elizabeth no estaba interesada, finalmente tras mucho caminar llego a una zona donde se observaba menos movimiento, no estaba segura de donde estaba exactamente, en ese sector el edificio volvía a parecer un colegio y por tanto reaparecían todos sus características, reconoció el laboratorio de biología y anatomía básica al pasar por, a esas horas de la madrugada el lugar parecía mucho mas tétrico de como lo recordaba, continuo entre los pasillos oscuros, hasta que desde la distancia distinguió una pequeña luz y se acerco a investigar. El aire se había vuelto denso y un olor extraño llenaba el ambiente, la débil luz parecía provenir de una puerta que no estaba cerrada del todo al costado de un largo pasillo, Elizabeth guiada por su curiosidad intento abrir la puerta pero le resulto imposible parecía estar bloqueada por algo muy pesado del otro lado, así que miro por la abertura que se formaba y pudo ver el destello titilante del fuego proveniente de un lugar bajo, quizás sea una vela en el suelo pensó, presto mas atención y logro escucha runos murmullos muy quedos.

De pronto se voltio rápidamente, le pareció escuchar un ruido detrás de ella, escruto el lugar con la mirada ayudada por la misma luz que salía de la puerta pero no logro distinguir nada sospechoso, le llamo la atención lo nublada que se veía la noche al mirarla por el ventanal ubicado al final del pasillo, puesto que todo el día hubo un cielo despejado, era extraño que el clima cambiara tan súbitamente, por lo que la joven se acerco a la ventana para observar la escena con detenimiento y a su costado izquierdo pudo distinguir una puerta que debía conducir a una habitación contigua a aquella que tenia la luz, toco la manilla de la puerta dispuesta a utilizar toda su fuerza, pero no fue necesario esta se abrió con facilidad casi por si sola sin hacer el menor ruido.

La habitación era amplia y tenia infinidad de cajas en su interior, probablemente era utilizada como bodega, Elizabeth se acerco a la pared que separaba la dos habitaciones, poniendo el oído contra el cemento con la esperanza de poder escuchar algo, al poco tiempo el murmullo se hizo presente, guiada por el sonido recorrió la pared hasta llegar al vértice con la pared opuesta a la puerta, o al menos eso era lo que esperaba Elizabeth puesto que al llegar al lugar donde debían unirse ambas paredes había un estrecho espacio, parecía una especie de pasadizo secreto que no había sido cerrado del todo, quizás por prisa, quizás por seguridad, la joven miro por la abertura e inmediatamente pudo distinguir una larga escalera en disenso y a los pies de ella un brillo igual al que había visto en la habitación contigua, guiada por sus instintos trato de empujar la pared con la fuerte intención de entrar por el pasadizo, pero esta resulto inamovible, sin embargo la abertura era mayor que la había en la puerta de la anterior habitación anterior quizás podría entrar por ella de todos modos, por lo que sopeso las posibilidades e intento introducirse, la tarea era difícil ya que tenía que contorsionares y no deseaba usar demasiada fuerza por el riesgo que implicaba rodar por las escaleras al atravesar la entrada con demasiado ímpetu.

El murmullo de las voces se hacía más fuerte y claro a cada milímetro que Elizabeth lograba avanzar, poco a poco logro distinguir las palabras pero fue incapaz de distinguir su significado o el idioma del que provenían, por lo que intento ir memorizando la mayor cantidad de palabras posibles sin descuidar su tarea.

¿Qué haces Eli?


2 comentarios:

Twiggy † dijo...

No lo leí todo por que estoy algo apurada, en el fin de semana lo termino de leer. <3 El problema es que ahora me produce asco :C Ya no me gusta. >.< Jajajaja me gusta ese refrán, pero aún así, yo sabiendo que él tiene novia no debería entrometerme sabiendo que él caería en la tentación. Sii, tenía tantas cosas que contar...e-e en fin, cuídate, te leo la entrada en el finde!

BIENVENIDOS A LATIDOS DEL CORAZON dijo...

es que ay cosas que no se olvidan y permanecen alli