miércoles, 10 de julio de 2013

Esperanza

-          Y ¿si le volvieran a romper el corazón, seguiría entregándolo en bandeja?
-          Yo no lo entrego en bandeja.
-          No fue eso lo que pregunte.
-          Mmm… - el joven lo pensó por un momento - supongo que si.
-          ¿Por qué?
-          Simplemente porque no conozco otra forma de ser feliz.

Fue entonces cuando mire a mi pupilo, por un momento  me permití olvidarme que ya no trataba con niños de básica y acaricie si cabeza solo un instante antes de volverme a la pizarra continuar mi cátedra.

“quizás el mundo no está perdido del todo”  pensé, incapaz de disimular una leve sonrisa en mi rostro.







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