Bert
y Trok iniciaron el descenso con un incómodo silencio, que se rompió
fácilmente, lo cierto es que ambos solo tenían un pensamiento en la mente
Jaiden.
-
Yo
te creo – exclamo Trok súbitamente
-
¿Qué
cosa?
-
Jaiden
no era tan malo, pero destruyo la vida de Cehite, y acabo con la de Anti, eso
no se puede negar
-
No
fue apropósito, tenia un don natural para destruir todo lo que tocaba, era como
si la felicidad misma se quemara al tocar sus manos
-
Lo
sé, créeme que lo sé – respondió ella con convicción
-
Pero
a ti te quería
-
No
lo creo. No creo que comprendiera como es querer a una mujer, recuerdo que
cuando empecé a conocerlo, que ya éramos pareja y todo porque no era un sujeto
fácil de conocer, sentí celos de ti,
-
¿De
mi? ¿Por qué?
-
Jaiden
no hablaba de nadie, ni de su familia, ni de sus sueños, de nadie y de nada,
pero de ti si, te adoraba, si no hubiera sido tan apasionado en la cama hubiera pensado incluso que era homosexual.
-
Estuvimos
juntos desde los 8 años, en verdad era el mejor amigo que se podría tener
–comento Bert con nostalgia
-
Entonces
¿cómo puedes pensar que me hubiera hecho daño?
-
Porque
lo conocía, recuerdo esa noche, Jaiden había robado unas cervezas y las
bebíamos cuando empezaron a discutir por
teléfono, se sulfuro mucho, no solían importarle las mujeres con las que salía,
pero después de lo de Anti estaba raro, mas violento que de costumbre. Recuerdo
que de pronto leyó un mensaje, se tomó lo que quedaba de cerveza en su vaso y
me informo que se marchaba, intente detenerlo pero traía esa mirada de “no me
importa nada” esa misma que ponía cuando era más peligroso, me empujó para
hacerme caer sobre mi sofá, tomó las llaves de mi auto y se fue.
-
Tenía
solo 17 años
-
Todos
los teníamos, bueno Cehite tenía 18, pero era casi lo mismo.
-
¿Cómo
supiste que vendría aquí?
-
Donde
mas podría haber ido, Jaiden adoraba este lugar, acá podía romper cosas cuando
la ira lo superaba, y estar solo cuando
el mundo lo agobiaba, la culpa por Anti, y la investigación al respecto lo
habían mantenido alejado, pero al verlo salir fue el primer lugar en que pensé,
por eso emprendí el rumbo enseguida, pero, lamentablemente, no hay buena
locomoción en esta ciudad, en especial cuando eres un adolecente sin mucho
dinero.
Trok sonrió, lo cierto es que
eran unos niños cuando todo ocurrió y como tales ninguno tenia muy claro quién
era ni lo que hacía.
-
¿Subimos?
– preguntó Bert al momento que llegaron al tercer piso, señalando con la cabeza
la unión entre ambos edificios
-
No,
espera, quizás nunca vuelva a venir aquí, quiero ver el lugar de nuevo
-
Ok,
te acompaño – respondió el joven sin cuestionar, al tiempo que seguía a Trok al piso inferior.
El piso del ruinoso edificio
crujía bajo sus pies, las ventanas el segundo piso estaban bloqueadas y la
humedad se concentraba en el lugar, aun así el deseo de entrar era mas fuerte.
Trok uso su celular como literna para evitar tropezar con algo
-
Este
lugar es un desastre, pero después de tanto tiempo supongo que es normal.
Exclamo Bert
-
No
es el tiempo, te lo dije, este lugar está en ruinas, sigue en ruinas, este piso
en específico, está casi igual que como lo recuerdo, solo tiene un poco mas de
polvo y telarañas
-
No,
es mas oscuro, con mas cenizas, con menos vida – replico Bert
-
Aquel
día nos salvaste a todos - agrego Trok
sin motivo aparente
-
No, a Jaiden no pude salvarlo
-
Yo,
discutía con él cuando llego Cehite, es cierto, pero fue mi culpa, le reclamaba
por todo, tenia tanto potencial y lo desperdiciaba, jugando, apostando,
bebiendo, cada vicio existente lo tenia
-
Solo
intentaba escapar de la realidad, no tienes idea lo que vivía
-
Lo
sé, eso es lo que más me molestaba, lo presione tanto que me sorprende que no
rompiera conmigo
-
Tienes
carácter, eso le gustaba, sentía que lo veías
como a un igual
-
Pero
nunca lo hice, siempre me pareció un ser extraordinario, oscuro y
extraordinario
-
Lo
era, un ser oscuro y extraordinario – secundo Bert mientras se apoyaba en una
pared
-
Cuando
Cehite llego todo se volvió confuso - la
joven se refería a aquella noche – nunca le he contado a nadie lo que paso.
-
¿Quieres
hacerlo ahora? – Preguntó el joven
-
¿Qué
siempre estas en calma? Eres como un
lago tranquilo, ¿cómo podías soportar a Jaiden que era como un volcán?
-
Supongo
que nos complementábamos – respondió alzando los hombros- ¿me contaras?
-
Yo
sabia que lo acusaban de homicidio, todos lo sabían en la ciudad, y aun así no
pude evitar sentirme atraída por él
-
Era
un sujeto muy carismático cuando quería
-
Esa
noche habíamos quedado de salir, me dejo esperando sin avisarme nada, y cuando
le reclame dijo que había cambiado de opinión y pasara la noche tomando unas
cervezas en casa de un amigo. Me enoje mucho, le recrimine su insensibilidad, y
lo hice sentir culpable, yo estaba a las afueras de la ciudad porque él me
había citado ahí, ¿ te imaginas, sola a las afueras de la ciudad?
-
No
pareces el tipo de chica que necesita protección
-
No
lo soy, pero quería que él me protegiera así que lo recrimine, y lo insulte hasta que me dijo que nos
viéramos en las ruinas, le dije que no estaba en posición de citarme, que yo me
marcharía a donde quisiera con o sin él, luego deje de contestarle, apague el
celular, al dia siguiente tenia un mensaje, pero probablemente lo que el leyó
de vuelta fue el mensaje de rebote diciendo que mi móvil estaba apagado.
-
Por
eso se marcho
-
Yo
estaba en las ruinas esperándolo, eran solo palabras, le seguí gritando, lo
llame asesino, como todos lo llamaban, esa fue la gota que rebalso el vaso me
arrojo contra la pared, pensé que me golpearía, pero Caheite llego justo en ese
instante, lo tomo pro la espalda y lo alejo de mi. Traía una botella de vodka e
intento golpear a Jaiden con ella, pero este era mas hábil así que se al quito
de las manos y la arrojo contra la pared, salto en pedazos y el licor se
derramo, recuerdo que corrí al piso superior para no ser alcanzada por las esquirlas ni por
sus golpes mientras ellos peleaban.
-
Jaiden
era buen pelador, nunca practico ningún arte marcial ni nada pero se le daba
natural.
-
Se
notaba, redujo a Caheite con mucha facilidad,
estoy segura que Jaiden le pudo haber hecho mucho mas daño, pero solo lo
noqueo y lo dejo tirado en el piso
-
¿Cómo
se inicio el fuego? – preguntó Bert
-
Realmente
no lo se, desde mi escondite solo podía percibir el humo, y los gritos de Jaiden llamándome.
-
Cuando
llegue Cehite estaba tirado en el piso, rodeado de llamas, lo tome y lo deje
afuera del edificio a una distancia prudente, pero no vi a Jaiden hasta que
volví a entrar
-
Había
subido al segundo piso a buscarme, pero con el humo no podía verlo solo
escucharlo, cuando lo vi estaba en la
pared opuesta, en llamas, pero parecía no importarle, me llamó para que me
acercara a él, pero me daba demasiado miedo moverme, estaba paralizada
-
Ahí
fue cuando llegue, y te empuje para que la viga que caía no te aplastara
-
Jaiden
intento hacer lo mismo, pero el piso se abrió bajo sus pies, quedo colgando con
la fuerza de sus brazos, pensé que
podría levantarse
-
Yo
también, cuando me cayó la viga nada mas me golpeo, pero no me apure en ayudar
a Jaiden, el nunca necesito ayuda de nadie, no me acerque hasta que te vi a ti
intentando sujetarlo, pero ya era demasiado tarde.
-
Estaba
en llamas, completamente ardiendo, por
eso no se pudo sujetar, quise ayudarlo, lo tome de la camisa, pero era muy
pesado y quemaba mucho, me quede sin fuerzas y lo deje caer – Trok pronuncio las palabras sin ninguna
inflexión en su voz.
-
Se
quemó completamente, la policía solo
logro llevarse unos cuantos huesos
-
¿Te
quedo cicatriz por la viga?
-
Si,
pero supongo que me la merezco para así recordar lo que paso, aunque como es en
la espada no la veo nunca ¿ya ti?
La joven alzo la manga derecha
descubriendo su antebrazo, mostrando variaciones de coloración producto de
quemaduras
-
Pensé
que quedarían peor, después de todo estaban horribles, y fue muy largo el
tratamiento de recuperación
-
Cada
cual carga su cicatrices…
-
Chicos
donde están – la voz de Cehite interrumpió el comentario de Bert, el tiempo
había trascurrido sin que lo notaran
-
Estamos
abajo – Grito Trok
-
Ustedes,
no deberían andar solos por este edificio, la estructura podría ceder en
cualquier momento
-
Pero
es lo que tu siempre haces ¿o no Cehite?
-
Ahh
es diferente yo conozco este lugar - respondió el joven mientras hacia gala de si
parándose de manos sobre el oxidado pasamanos de la escalera.
-
En
todo caso no deberías jugar así en este lugar – le advirtió Bert
-
Tranquilo,
dije que lo conozco aunque no paso muy seguido por este piso en particular –
agregó mientras se equilibraba en una mano
-
¿Por
qué? – pregunto Trok
-
No
lo se, siento que aun hay parte de ese maldito en este lugar
-
Sus
cenizas, que son completamente inofensivas – aclaró Bert
-
Como
sea no me gusta, vámonos
Cehite ejecuto una flexión de
brazo con la intensión de darse impulso para ponerse sobre sus piernas, pero en
ese instante el barandal se rompió dejándolo caer de cabeza, el joven
instintivamente intento protegerse, pero en un par de metros era poco lo que
podía acomodar, finalmente se estrelló en el suelo, el golpe no le hizo mayor daño, pero una guía
metálica estructural de los escombros de un muro se le clavó en el costado
abdominal atravesándolo. Tanto Trok como Bert corrieron a ayudarlo, pero no
podían moverlo sin quitar el metal de su cuerpo
-
Amigo,
esto te va a doler, pero hay que sacarte eso – advirtió Bert
-
Tu
tranquilo, no creo que haya tocado ningún órgano, pero creo q me rompí el brazo
así que no creo que pueda sacarlo
Bert tomó el trozo de metal pero le
fue imposible arrancarlo, pues en cada esfuerzo movía también el cuerpo de
Cehite
-
Trok
– necesito que sujetes a Cehite para poder quitarle esto
-
Esta
bien – respondió la joven al tiempo que tomaba con fuerza a su compañero y se
llenaba las manos de sangre
-
¿Listos?
– preguntó Bert antes de empezar tirar
Sus compañeros respondieron
afirmativamente con un gesto de la cabeza, Bert concentro su fuerza en sus
manos y su espalda para lograr arrancar
el dañino elemento en su solo movimiento, estaba afilado, por lo que se cortó
la palma de ambas manos y derramo algo
de sangre pero logro su objetivo
-
Tendremos
que llevarte al hospital de inmediato para que te cierren eso ¿crees que puedes
ponerte de pie? – preguntó Bert
-
Claro,
no hay problema - respondió Cehite al
tiempo que con una mano hacia presión en
la herida y se ponía en pie solo con el trabajo de sus piernas
-
Estas
en muy buen estado físico – comento Trok al observarlo
-
Gracias-
respondió el joven con una sonrisa – de todas formas creo que necesitare una
mano para poder caminar y salir de aquí
-
Tranquilo
yo te ayudo – respondió Bert
ofreciéndole un hombre
-
Tengo
mi auto estacionado cerca, vamos – Sugirió Trok, sus compañeros asintieron
Los tres emprendieron el acenso
con dificultad y salieron del edificio,
alejándose de las ruinas, pero Trok, no pudo evitar mirar atrás, no
tenia muy claro porque había venido, ni que había sacado con su visita, solo
sentía que debía ir allí, así como ahora sentía que debía marcharse, que había
cumplido con su inexistente misión. Aun se llenaba de nostalgia al ver los
edificios, y por sobre todo extrañaba a Jaiden aunque su solo recuerdo la
atemorizaba. Dejo a Bert conducir, y se fue en el asiento trasero acompañando a
Cehite para asegurarse que estuviera bien, y para poder mirar por la ventana
trasera como se alejaba de aquel lugar que había cambiado tanto sus vidas.
Es importante recordar el pasado
porque la historia tiene una fuerte tendencia a repetirse, la última vez era la
luz del amanecer la que la acompañaba mezclándose con el calor y las llamas que
consumían su inocencia, ahora es el crepúsculo quien hace juego con sus manos
ensangrentadas. Las ruinas del espíritu solo pueden ser la representación de la
destrucción, pero lamentablemente para
Trok, Cehite y Bert, su historia podía
volver a comenzar en cualquier momento y nada les aseguraba un final feliz,
algo dormido acababa de despertar ante el contacto de la sangre que se mesclaba
con sus cenizas. No es posible utilizar fuego para acabar con un demonio.

1 comentario:
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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